El Ministerio de Asuntos Exteriores de José Manuel Albares ha sorprendido este viernes con un nuevo avance en el camino hacia la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego días antes de que Junts celebre una reunión decisiva sobre el futuro de su relación con el PSOE. Según una declaración conjunta, España y la República Federal de Alemania han acordado este viernes “abrir un diálogo” con el objetivo de encontrar una respuesta a la solicitud española de que sus lenguas oficiales distintas del español sean reconocidas como oficiales en la Unión Europea “de forma que se ha aceptable para todos los Estados miembros”.
El comunicado, publicado en castellano, alemán e inglés, asegura que “la incorporación de dichas lenguas constituye una parte esencial de la identidad nacional plurilingüe de España”. “Por ello, hemos decidido conjuntamente iniciar conversaciones bilaterales a partir de las cuales España presentará un texto para debate y decisión de los 27 Estados miembros en una futura reunión del Consejo de Asuntos Generales”, indican. El diálogo comenzará “a la mayor brevedad” entre ambos ministerios de Asuntos Exteriores.
El diálogo comenzará “a la mayor brevedad” entre ambos ministerios
El compromiso llega en momentos de extrema tensión entre Junts y el PSOE. La formación independentista celebrará este lunes un encuentro interno al máximo nivel para debatir sobre el deterioro de las relaciones los socialistas en las últimas semanas, y una de las posibilidades encima de la mesa es convocar una consulta a la militancia para que decida sobre la ruptura. Según Albares, se trata de un “paso importantísimo” para el reconocimiento de las tres lenguas en la UE. “Vamos a intensificar todavía más el diálogo con Alemania para lograr la unanimidad en el Consejo con rapidez”, ha prometido.
“Lo que está en manos del Gobierno lo estamos cumpliendo”, aseguró el presidente del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, en una rueda de prensa anoche tras terminar la reunión del Consejo Europeo en Bruselas. “Lo que está en manos de otros, estamos trabajando para que se cumpla”, indicó, en referencia a la oficialidad del catalán en las instituciones europeas, sin desvelar el contenido de este anuncio.
Durante la cumbre Sánchez pudo hablar directamente con el canciller alemán, Friedrich Merz, tal y como demuestran las fotografías del encuentro. Merz también vio ayer al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Ambos participaron en la tradicional reunión de líderes del Partido Popular Europeo (PPE) que se suele celebrar antes de las cumbres europeas.
La oficialidad del catalán en la UE es una de las condiciones que puso el partido de Carles Puigdemont para investir a Pedro Sánchez. Sin embargo, y pese a los varios intentos de alcanzar un acuerdo en el Consejo de Asuntos Generales de Bruselas, hasta ahora todos los intentos han fracasado por las “dudas” de varios Estados miembros respecto los costes de la iniciativa o las garantías jurídicas de los tratados.
Son varios los Estados miembros que se oponen a la oficialidad de las tres lenguas españolas, muchos de ellos gobernados por mandatarios conservadores. Es el caso de Italia, Suecia, Austria, Polonia, Finlandia, Croacia o República Checa. Sin embargo, Alemania era el principal escollo. En las reuniones ministeriales en Bruselas, el representante alemán de Estado para Europa, Gunther Krichbaum, ha sido el primero en tomar la palabra y abrir la puerta a que los otros, comenzando por el italiano, escudasen sus dudas tras Alemania.
El canciller alemán fue muy tajante en su reunión bilateral con Sánchez de septiembre en la Moncloa, donde quedaron claras sus diferencias sobre la situación en Israel pero también sobre este asunto. El presidente español le pidió su apoyo para la oficialidad, y la respuesta de Merz fue sorprendente. “A medio plazo, podría haber una muy buena solución gracias a la Inteligencia Artificial”, alegó el canciller alemán. “Entiendo bien el interés del Gobierno español y de su presidente respecto a los desafíos lingüísticos. Pero sobre cómo resolverlo... lo tendremos que ver”, despejó.
Esta misma semana se ha celebrado una reunión del Consejo de Asuntos Generales de la UE en Luxemburgo, pero en esta ocasión el Gobierno no llevó el punto a debate al considerar que todavía no había el consenso necesario. La última vez que lo intentó fue en julio, coincidiendo con el arranque de la presidencia danesa de UE. Entonces, como había sucedido a finales de mayo, la cuestión se quedó en una discusión de menos de una hora en la reunión de Consejo de Asuntos Generales de la UE y no se llegó a votar ante la falta de unanimidad. En la reunión de julio, según pudo saber este diario hubo incluso momentos de cierta tensión entre el secretario de Estado de la UE, Fernando Sampedro, y el ministro alemán.
De momento, el Gobierno no ha presentado formalmente la solicitud a Dinamarca de incluir este punto en el próximo Consejo de Asuntos Generales de la UE que se celebrará en noviembre. Falta por ver si un eventual sí de Alemania convence al resto de países escépticos. Italia hasta ahora había compartido la negativa alemana y las mismas dudas que otros Estados miembros, y por el momento el Ejecutivo de Giorgia Meloni no considera que estas dudas hayan sido resueltas, informa Francesco Olivo.
Las preocupaciones de los países reticentes son, de un lado, financieras, porque aunque España se haya comprometido en todos los documentos a abonar el coste técnico y material que implicaría el reconocimiento de las tres lenguas, todavía hay quien teme que en el futuro otro gobierno de diferente signo político se niegue a sufragar estas partidas. Del otro lado se encuentran estas inquietudes jurídicas, ya que no tienen claro que esta opinión de los servicios jurídicos del Consejo, que advierten que se deben reabrir los tratados para añadir estas tres lenguas, no sea vinculante –como sostiene España–. Se trata de una cuestión de alta sensibilidad entre los Veintisiete Estados miembros: reabrir los tratados podría ser también una caja de Pandora.

