“Mi querida España”

The Situation Room

Mi querida España, esta España mía, esta España nuestra, dice la canción. Pues bien, España es como que es y no como una parte del Madrid DF cree que es. En los meses previos a la moción de censura de 2018, la izquierda tenía desmovilizados a un millón y medio de sus votantes, mientras que la derecha tenía totalmente activada a la que técnicamente podríamos denominar “la España que le iba mejor”. Esto es lo que nos decían la matemática política del CIS y la que no se publicaba. Mayoría absoluta de derechas, con empate entre PP y Cs repetía el DF, mientras que la izquierda se quedaba lejos por no movilizar a su espejo: “la España que le iba peor”.

Recordemos que Mariano Rajoy fue presidente del Gobierno por la abstención del PSOE en octubre del 2016. Ésa, y no otra, fue la razón que estaba detrás de la gran desmovilización de 2018 hasta la censura: no concretar la aritmética plurinacional existente y cargar con una errónea abstención que avergonzaba a su demanda electoral. Por tanto, en mi querida España, siempre hay más de millón y medio de votantes que van o no a las urnas. Cuando encontraron un propósito para ir a votar –el gobierno de izquierdas sí que era posible– fueron en masa. Las elecciones del 28 abril del 2019 tuvieron por ello una participación del 76% frente al 67% de las pasadas del 23-J del 2023. Pudo ser peor para la derecha.

Hasta los 44 años vence Vox en intención de voto y es tercera fuerza entre mujeres de esa franja de edad

De la aritmética de derechas de 2018 se pasó a la aritmética de izquierdas en tan solo un año por la participación. De la tranquilidad de Rajoy por agotar la legislatura y la gran expectativa de Albert Rivera como líder de reemplazo del sistema y chico de oro de la política española, a la victoria improbable de Pedro Sánchez y la concreción de la aritmética que hoy, casi ocho años después y con gran fatiga de materiales, ahí sigue.

Mi querida España es como es. Tanto que siempre avisa con antelación como Opina 360: de hecho, si comparan la estimación del CIS de abril del 2018 –no estaba aún Tezanos –, con los resultados de abril del 2019, verán que finalmente PP y Cs empatarían en el escrutinio, como se preveía, pero incluso con un porcentaje ligeramente menor que el probable. El PP debería hacer mucho caso a los sondeos que no le gustan. La derecha sigue sin superar los 12 millones de votos de 2011 obtenidos por PP y UPyD. ¿Tuvo impacto la sentencia de la Gürtel? Sin duda, la tuvo porque fue el acicate de la censura, pero en términos de mercado electoral, la derecha en su conjunto, en las elecciones del 28-A de 2019, solo perdió 100.000 votos con respecto a junio de 2016. ¿Qué ocurrió? Que la izquierda encontró un motivo para su movilización y que la foto de las tres derechas de Colón tuvo su correlato electoral. La derecha no estuvo nunca peor. La derecha siempre está movilizada. Lo que cambió fue que la izquierda encontró el porqué para su movilización. Esto es ley de hierro en mi querida España. Y sólo Abascal queda en la foto de una derecha movilizada que no tiene ningún voto más desde hace 14 años.

BRUSELAS (Bélgica), 23/10/2025.- El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, asiste a la cumbre del PPE que se celebra este jueves en Bruselas. Los líderes de la UE se reúnen en Bruselas para debatir la situación en Ucrania, la defensa europea, la evolución de la situación en Oriente Medio, la competitividad, la vivienda y la migración. EFE/ Pablo Garrigós

Feijóo, el pasado jueves en Bruselas, en un encuentro del PPE

El contexto actual es, por supuesto, diferente al 2018, pero contiene una rima asonante que se completa con la estrategia actual de parte del Madrid DF por asimilar al PSOE de hoy con el PP de entonces a propósito de las cuitas. Derivar, sin embargo, las estrategias políticas a los ritmos judiciales es cederle el control de los tiempos a otras instancias que no son la política, y eso siempre tiene sus servidumbres. La más perjudicial es que la alternativa no despliegue su autonomía estratégica y se perciba como mera contingencia entre tanto ruido.

Con tanta cuita como eje principal del discurso, de unos y otros, se está alimentando la antipolítica en favor de Vox, con la caída del bipartidismo a niveles de 2016, cuando Podemos y Cs mandaban por la componente generacional y una nueva mirada centro-periferia en lo territorial. Hasta los 44 años vence Vox en intención de voto y se ha convertido ya en tercera fuerza entre mujeres en esa franja de edad. Si, pardiez, hay una tercera derecha que transite el surco autoritario, PP y Vox perderán la mayoría. Hay que saber leer el momento y no está en las cuitas, sino en las bases sobre las que funciona mi querida España desde el anterior silencio electoral en 2013. Mientras parte del Madrid DF sigue dentro de su jaula de Faraday, mi querida España sigue diciéndonos, una y otra vez, cómo es y no como algunos creen que es. Cuidado con la sobredosis de HEGOT (Haz España Grande Otra Vez).

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