Socialistas y Junts: la relación va por barrios

El escenario político

La ruptura con el PSOE deja a JxCat sin su última palanca de poder, pero no esconde una intensa relación municipal

Brussels (Belgium), 02/09/2025.- Catalan regional President Salvador Illa (L) meets with former President of the Generalitat Carles Puigdemont (2-L) at the Government Delegation to the European Union in Brussels, Belgium, 02 September 2025. (Bélgica, España, Bruselas) EFE/EPA/OLIVIER MATTHYS

Salvador Illa y Carles Puigdemont, en su reunión en Bruselas el pasado mes de septiembre

OLIVIER MATTHYS / EFE

La ruptura por parte de JxCat del acuerdo de investidura con el PSOE deja al partido catalán sin su principal palanca de poder, aunque por la vía de los hechos mantiene su peso. A pesar de todo, el argumento que dio el líder posconvergente, Carles Puigdemont, para romper alegando que “ya no hay confianza” en los socialistas no aplica a la relación que el partido mantiene en Catalunya con el PSC de Salvador Illa, ni a los cargos que ocupan miembros afines a Junts en destacadas empresas públicas del Estado.

Contradictorio o no, lo cierto es que esta relación se cultiva y prospera en múltiples niveles administrativos, sobre todo municipales, a pesar de que en la dirección de JxCat escuece lo sucedido con la alcaldía de Barcelona tras los últimos comicios locales y con la Diputación de Barcelona, donde dos diputados adscritos a la formación posconvergente apoyaron la presidencia socialista del ente supramunicipal, que comparte su gobierno con ERC y Comuns.

Los posconvergentes se han ido quedando sin sus principales palancas de poder institucional en Catalunya

De hecho, en el PSC aseguran que si no ha habido más acuerdos con Junts en el ámbito municipal ha sido por la negativa de la actual dirección posconvergente. Desde que el partido de Puigdemont decidió abandonar el Govern de Pere Aragonès en el 2022 se ha ido quedando sin el control de los que antaño fueron sus principales estructuras de poder institucional en Catalunya, hasta el punto de que ya solo cuentan con la presidencia del Parlament y la Diputación de Girona.

Junts pudo haber cerrado acuerdos con el PSC para las diputaciones de Lleida y Tarragona, y para repetir el gobierno conjunto con los socialistas al frente de la de Barcelona, pero la dirección del partido lo bloqueó. Aquellas decisiones generaron malestar en alcaldes del área metropolitana y en las ejecutivas territoriales de Junts en Tarragona y Lleida, que lo expresaron ante la cúpula al ver que finalmente ERC y PSC sellaban los acuerdos hoy vigentes.

La desconfianza de Junts en el PSOE no aplica a la relación en Catalunya con el PSC de Salvador Illa

Aun así, en otros entes municipales de menor enjundia, incluidos muchos ayuntamientos, no se ha instalado un veto sociovergente, y los responsables de la organización socialista se sienten muy cómodos con estas alianzas, incluso más que con las alcanzadas con el partido de Oriol Junqueras. “Tenemos 60 pactos con el mundo municipal de Junts”, lo que demuestra que “hay mucha connivencia y colaboración” en un buen número de ayuntamientos y en los consejos comarcales más importantes. “El municipalismo sigue unas lógicas distintas” a las de la política nacional, aunque “a menudo sufre los platos rotos”, alegan fuentes del PSC.

La dirección de Junts ha venido condicionando la política de pactos municipales en función de la repercusión que pudiera tener sobre su relato independentista, en el que se situó al PSC como “el partido del 155”. De esta forma, los posconvergentes han conjugado su papel de oposición en Catalunya y el discurso crítico con los socialistas por su rol durante el procés con el pragmatismo político en el ámbito municipal. Como resultado, si Junts es hoy la formación con más alcaldías de Catalunya, con 338 frente a las 329 de ERC, es en virtud de sus pactos con el PSC –en 42 gobiernos locales, por solo 18 con ERC–. Tras los comicios municipales del 28-M, los socialistas consiguieron 19 alcaldías gracias a sus acuerdos con JxCat, y estos lograron 23 gracias al apoyo de los concejales del PSC.

JxCat es el partido con más alcaldías de Catalunya gracias a los pactos municipales con los socialistas

Los pactos de Junts con el partido de Illa, lejos de ser anecdóticos, son una constante y se extienden a consejos comarcales (Alt Empordà, Alt Penedès, Anoia, Garraf, Garrigues, Montsià, Segarra y Segrià), a entidades municipalistas como la Federació de Municipis de Catalunya, la Associació Catalana de Municipis, o el Fons Català de Cooperació, y a municipios relevantes como Manlleu, Viladecavalls, La Garriga, Llagostera, Montgat, Roses, Martorell, Sabadell, Ampolla, Gavà o Sant Antoni de Calonja, entre otros.

“Los mejores alcaldes son los posconvergentes”, sostienen en el aparato del PSC, que lamentan la situación de algunos de ellos cuando tienen que bregar con las decisiones de la dirección. Tal vez por eso muchos han optado por usar su propia marca electoral, lo que les desliga de la dirección del partido aunque sus votos acaban computando para Junts, por cambiar de bando e incluso trabajar para el Govern de Illa. Es el caso del exalcalde de Puigcerdà, Albert Piñeira, que tras tres mayorías absolutas consecutivas renunció a un nuevo mandato y ha acabado como director de la Casa de la Generalitat en Perpinyà, o de Oriol Lázaro, exalcalde de Campdevànol, hoy director general de la Catalunya Exterior.

Si el auge del Aliança Catalana se consolida, la relación con el partido del Govern podría intensificarse

Si el problema de fondo de Junts es ahora el auge de Aliança Catalana, los socialistas creen que la frustrada moción de censura en Ripoll habría sido un avance. El entonces responsable de política municipal del partido, David Saldoni, hombre “fiable, solvente y pragmático” según los socialistas, tenía apalabrado el pacto para desbancar a Sílvia Orriols de la alcaldía, pero se vio frenado por la dirección a instancias del grupo municipal. Saldoni acabó fuera de la política hace solo unos meses.

Si el auge del Aliança Catalana se consolida en las próximas elecciones municipales, los de Puigdemont requerirán del apoyo de PSC y ERC en muchos casos para retener, si es posible, algunos feudos. Los socialistas dicen estar dispuestos a ello, aunque creen que en muchos municipios será prácticamente imposible porque la formación ultranacionalista “arrasará”.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...