Un regimiento militar, una banda que ha interpretado los himnos, y música de Manuel de Falla, y un numeroso grupo de niños agitando ramos de flores y gritando “bienvenida calurosa”, han recibido este miércoles a los Reyes a las puertas del Palacio del Pueblo, situado al oeste de la inmensa plaza Tiananmen, a un lado de Ciudad Prohibida y frente al Museo de la Revolución. Después de las veintiuna salvas, el presidente Xi Jinping ha acompañado al Rey en su revista a la guardia de honor del Ejército Popular de Liberación, mientras Peng Liyuan, y la reina Letizia, se situaban al pie de la escalera de acceso al edificio.
El Rey, junto al presidente Xi Jinping, saluda a los niños que le recibieron con flores en la plaza Tiananmen
Los Reyes ya mantuvieron un primer encuentro privado con Xi y su esposa, con quienes el martes por la noche cenaron en la residencia presidencial. Este miércoles, no ha habido muestras de afecto evidentes, dado el carácter hierático de la ceremonia y del propio Xi, pero sí ha habido una declaración de principios del presidente chino quien, en su encuentro con el Rey (acompañados ambos por las respectivas delegaciones) ha reconocido que “la Casa Real ha hecho importantes contribuciones al desarrollo de las relaciones entre China y España”. Xi ha recordado, ante el Rey, la primera visita de Estado de los reyes Juan Carlos y Sofia, en 1978, “en un momento en que el país iniciaba su política de reforma y apertura”, una situación que el presidente chino ha atribuido tanto a China y, de alguna manera a España, ya que a continuación ha recordado que ese mismo año se aprobó la Constitución española.
La reina Letizia y Peng Liyuan, esposa del presidente chino, Xi Jinping, en el recibimiento celebrado en Pekín
El Rey también se ha referido al historial de visitas de Estado, afirmando que, en los casi 50 años transcurridos, “se ha ido trazando una relación de confianza, una relación sólida, de confianza mutua, bajo los principios de respeto y de prosperidad compartida”. “Creemos que la amistad entre España y China”, ha dicho Felipe VI a Xi Jinping, “sin duda beneficia a ambos pueblos y es coherente con dos países de larga historia y de vocación global”
La segunda visita del rey Juan Carlos tuvo lugar en 1995, siendo el primer jefe de Estado europeo en visitar China tras la matanza de la plaza Tiananmen, cuya represión acabó con la vida de miles de personas, una cifra y un momento que sigue siendo tabú para las autoridades chinas. Pekín tampoco ha olvidado este gesto de España, durante el gobierno de Felipe González, que se produjo poco después de que la entonces Comunidad Europea levantara las sanciones al régimen chino por lo sucedido en la plaza, medida a la que España no se había sumado.
El rey Felipe VI y el presidente chino, Xi Jinping, al inicio del encuentro bilateral que han mantenido este miércoles en Pekín.
Este miércoles, Felipe y Letizia han hecho una ofrenda de flores ante el Monumento a los Héroes del Pueblo, situado en la plaza Tiananmen, con el que se honra la memoria de los fallecidos durante conflictos y levantamientos de la historia china contemporánea, que abarcan las Guerras del Opio, la revolución que derrocó al último emperador del país o la guerra de resistencia contra la invasión japonesa. Los Reyes han seguido a una pareja de soldados chinos que portaban una corona de crisantemos, con la inscripción “SS. MM. los reyes de España” que han colocado al pie del monumento.
A lo largo de los últimos años, algunos visitantes extranjeros han obviado realizar la ofrenda floral (un gesto que el gobierno chino ha considerado toda una ofensa) por el simbolismo de Tiananmen, donde murieron varios miles de ciudadanos, principalmente estudiantes que pedían reformas políticas, a los que el régimen chino sigue considerando contrarrevolucionarios. El Gobierno de España, que pretende tener una relación privilegiada con China, aceptó la inclusión de esta ceremonia protocolaria en el programa de la visita de Estado de los Reyes alegando reciprocidad con la ofrenda que el presidente Xi hizo en la plaza de la Lealtad de Madrid, durante su visita de Estado en 2018.
Los Reyes, junto al matrimonio Xi, este miércoles en el palacio del Pueblo de Pekín
Tras el encuentro del Rey con Xi, ambas delegaciones han firmado diez acuerdos de interés estratégico. Entre ellos un memorándum de acceso al mercado chino de las exportaciones, uno de cooperación entre el Instituto Cervantes y la Universidad de Sichuan; un protocolo de productos alimenticios; un convenio entre el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y el Nanjing Institute of Astronomical, además de uno sobre coproducción cinematográfica y una declaración sobre fomento de la enseñanza de las lenguas española y china en niveles preuniversitarios.
La Reina y la primera dama china visitan un centro de discapacitados
Tras el recibimiento oficial y antes de la ofrenda floral, la reina Letizia, junto a la primera dama, Peng Liyuan, ha visitado el Centro de Servicios para Personas con Discapacidad, una instalación de referencia donde ha conocido los avances tecnológicos desarrollados por el país asiático en este campo.
Letizia y su anfitriona han recorrido varias plantas del centro, que cuenta con 33.000 metros cuadrados de superficie y ha acogido a más de 200.000 personas con discapacidad en los últimos tres años.
Entre los avances desarrollados por el centro, la Reina ha comprobado la ayuda que, para personas con discapacidad, suponen unas gafas de traducción simultánea, manos robóticas o perros guía-robot que emplean inteligencia artificial (IA) para mejorar la seguridad en los desplazamientos de personas invidentes.
La Reina y la primera dama han visitado la biblioteca, un taller de cocina especializado en repostería y otro de arte en el que pudo interesarse por el trabajo de niños con síndrome de Down o autismo. Al final de la visita un coro de niños ha interpretado en chino mandarín “Canción de la alegría”.
La Reina ha lucido un abrigo gris con flores estampadas en rosa y blanco, diseño de Carolina Herrera, de clara inspiración oriental y que recordaba a los bordados de los mantones de Manila, que en realidad provenían de China. Bajo el abrigo, la Reina, que se protegía del frio con una pashmina rosa chicle, llevaba un vestido también rosa de la misma firma. La primera dama china ha optado por un vestido granate y un abrigo color melocotón.