El rey Juan Carlos aún no ha contestado positivamente a la invitación de su hijo, el rey Felipe VI, para asistir a la comida, que “con carácter estrictamente familiar y totalmente privado”, se celebrará en el palacio del Pardo el próximo sábado, 22 de noviembre, la fecha exacta en la que se cumplen cincuenta años de su proclamación. El padre del Rey no ha confirmado su asistencia, pero nadie duda de que asistirá.
Hace solo unos días, durante su estancia en Sanxenxo (Pontevedra), donde acudió a presenciar la última prueba de una competición de regatas que, en los últimos años, le ha dado la excusa perfecta para pisar territorio español, el rey Juan Carlos seguía lamentándose del ninguneo que sufre y que le deja fuera de las conmemoraciones del 22-N. La incómoda situación de su autoexilio, a la que se ha sumado la inoportuna aparición de sus memorias Reconciliación , ha hecho imposible que el protagonista de uno de los momentos más importantes de la reciente historia de España esté presente en la celebración de su propio cumpleaños.
Sánchez critica a Juan Carlos I por lo que dice de Franco en su libro, y Feijóo pide respeto a la Corona
De todas sus quejas, el rey Juan Carlos tiene razón en la que se refiera a que el Gobierno no le quiere. El pasado martes, lo dejó claro el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien, en su comparecencia en el Congreso, afirmó que le resultaban “especialmente dolorosas” las “loas” del rey Juan Carlos, en sus memorias, a Francisco Franco, sobre todo “cuando aún hay familiares que están buscan en cunetas los restos de víctimas del franquismo”. Más allá fue la portavoz de Podemos, Ione Belarra, que calificó de “delincuente” al padre del Rey.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en su réplica, recriminó al presidente del Gobierno que desde la tribuna del Congreso censurase al rey emérito y se comprometió a que si el PP llega a la Moncloa “tendrá un gobierno respetuoso” con la Corona. Feijóo, sin embargo, abrió otro melón al elevar a un ataque al actual titular de la Corona lo antedicho por Sánchez. “Por supuesto que nosotros respetamos a la Casa Real, al actual jefe del Estado. Faltaría más”, contrarreplicó el presidente.
No es lo que cree el rey Juan Carlos, quien atribuye directamente a Pedro Sánchez y sus socios presiones para que la Zarzuela le deje fuera de juego. En sus memorias (página 497) se puede leer: “El actual Gobierno desacredita mi persona, debilita nuestra Constitución y pone en entredicho los logros de la transición y nuestra reconciliación”.
Del Palacio Real al Congreso de los Diputados
Los actos institucionales para conmemorar el 50.º aniversario de la reinstauración de la monarquía tendrán lugar el próximo viernes, 21 de noviembre. La jornada comenzará en el Palacio Real, donde con asistencia de los Reyes, la princesa Leonor, la infanta Sofía y los representantes de las primeras instituciones tendrá lugar una ceremonia en la que la reina Sofía, el expresidente del gobierno Felipe González y los padres de la Constitución aún vivos, Miquel Roca Junyent y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, recibirán de manos del rey Felipe VI sus respectivos toisones de oro, que les fueron concedidos recientemente; un acto con el que se quiere destacar, con el protagonismo de los cuatro nuevos toisones, que el 22 de noviembre de 1975 comenzó una etapa en España que, con la Corona al frente, condujo a la transición democrática.
Seguidamente, en la sala Constitucional del Congreso de los Diputados, tendrá lugar un acto titulado “50 años después: la Corona en el tránsito a la democracia”, al que también asistirán los Reyes, la princesa de Asturias y la infanta Sofía. Moderado por Fernando Ónega e Iñaki Gabilondo, contará con la participación de Miquel Roca y Miguel Herrero, así como de la académica Adela Cortina, y de la presidenta del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Rosario García Mahamut.
El Congreso de los Diputados fue el escenario en el que se produjo la proclamación de Juan Carlos I. y en el Palacio Real, posteriormente. tuvo lugar una recepción a los invitados internacionales, el 22 de noviembre de 1975.
El rey Juan Carlos no quiere admitir que si su hijo, Felipe VI, tomó la decisión de excluirle de los actos institucionales con los que se celebra el 50.º aniversario de la restauración de la monarquía y el inicio del camino hacia la democracia, pero le ha invitado a la celebración familiar y privada, es porque distingue claramente su responsabilidad como Rey de su condición de hijo. La justificación dada por la Zarzuela para la ausencia del rey Juan Carlos del acto que tendrá lugar en el Palacio Real para, a través de la imposición de toisones de oro a la reina Sofía, Felipe González, Miquel Roca y Miquel Herrero, celebrar la fecha en la que cambió, para bien, la historia de España, es que Juan Carlos I se retiró de todas las actividades oficiales en el 2019, cinco años después de su abdicación. La realidad es que si no se hubieran dado las circunstancias que le indujeron a salir de España, que afectaron tanto a su prestigio como jefe de Estado como a su integridad personal, podría haber estado presente sin ningún problema.
La aparición de las memorias, incluidas las referencias a la relación con la reina Letizia, no han causado gran sorpresa en la Zarzuela. En realidad, en la que fue su casa, y dentro de la que aún es su familia, es donde más le conocen y donde, de alguna manera, le aceptan con sus luces y sus sombras.
