La Generalitat busca sede permanente en Madrid por 27 millones de euros

Delegación en la capital 

El Govern licita la compra de un nuevo emplazamiento en el centro de la capital para dejar de estar de alquiler

Núria Marín Delegada del Govern Nueva Sede en la Calle Orense 62 Madrid

Inmueble de la calle Orense 62 en que se ubicará provisionalmente la delegación catalana en Madrid

Dani Duch

Tras veinte años ubicada en la calle Alcalá de Madrid, en pleno centro de la ciudad, la Delegación de la Generalitat en la capital de España se vio obligada en el 2024 a buscar a toda prisa una nueva ubicación, que encontró en la calle Ourense, en el barrio de Tetuán. El nuevo emplazamiento, en régimen de alquiler y por tanto provisional, se estrenará a principios del 2026, pero la intención del Govern de Salvador Illa siempre fue adquirir en propiedad una nueva sede permanente; por eso, cuando aún se está organizando la mudanza para ocupar el nuevo espacio temporal, el Ejecutivo catalán, a través del Departament de Presidència que dirige Albert Dalmau, ha decidido iniciar el proceso de licitación para la compra de un inmueble al que ha pensado destinar 27.131.200 euros.

El objetivo de esta adquisición es “volver”, señalan fuentes de la Delegación del Govern en Madrid que dirige la exalcaldesa de l’Hospitalet Núria Marín. “Volver” al centro neurálgico de Madrid, donde se ubican los principales edificios corporativos e institucionales de la capital, y volver políticamente, “con fuerza y con ganas”, explican, después de unos años en los que la delegación no ha pasado por sus mejores momentos en términos de actividad e influencia como consecuencia del procés .

En el Govern alegan que “no tiene sentido que la Generalitat no tenga en Madrid el lugar que le corresponde”, un emplazamiento definitivo y reconocible que permita desplegar las “relaciones políticas, institucionales, culturales y económicas, sobre todo si pretendemos que Catalunya vuelva a ser el motor de España”. Pero también son conscientes de que la misión no será fácil ni rápida, si se tiene en cuenta el mercado inmobiliario actual, sobre todo en Madrid, y la idiosincrasia de un parque inmobiliario donde prolifera la compra especulativa. Este fue precisamente el motivo que dejó a la delegación catalana en Madrid sin su sede de la calle Alcalá tras la compra del edificio por parte de un grupo asegurador que decidió no renovar el alquiler a la Generalitat para convertir el inmueble en un negocio hotelero.

Tampoco será sencillo dar con el inmueble adaptado a las características que demanda el Govern en el pliego de la licitación, donde se necesitará ubicar la emblemática librería Blanquerna.

En la licitación publicada este lunes en el Diari Oficial de la Generalitat se indica que el inmueble –o inmuebles– que se busca debe estar en el centro de Madrid, concretamente en los barrios de Recoletos, Goya, Castellana o Lista, y debería ser, preferiblemente, un edificio de uso exclusivo, aunque también se aceptaría un inmueble compartido. En él deberán ubicarse las dependencias de la delegación y la librería, pero también un espacio para uso residencial y al menos seis plazas de garaje. En el caso de la residencia y las plazas de aparcamiento también se admitiría que estuvieran ubicadas en otro edificio, pero siempre que se encuentren a una distancia máxima de 250 metros de la nueva sede de la delegación.

La delegación catalana se muda temporalmente al barrio de Tetuán, pero quiere volver al núcleo de la ciudad

En total, la superficie requerida para el inmueble deberá oscilar entre un mínimo de 2.085 m2y un máximo de 2.605 m2. El mayor espacio, entre 2.000 y 2.500 m2, se dedicarán a las dependencias de la delegación y a la librería, y el resto, entre 85 m2y 105 m2, para el espacio de uso residencial. Las seis plazas de aparcamiento deberían ser tamaño estándar –cinco metros de largo por 2,5 de ancho– y deberán estar todas en el mismo inmueble.

El plazo para recibir ofertas se extiende desde este lunes hasta el próximo 19 de enero del 2026, y aunque es consciente de la dificultad, para el Govern “es importante” adquirir un inmueble adecuado porque “no tenemos nada de propiedad en Madrid”, remarcan desde Presidència, algo que repercute en la actividad institucional de la Generalitat.

Ante la posibilidad de que esta licitación quede desierta, el Govern tiene la opción de abrir otra o iniciar una compra directa, siendo esta segunda opción la más probable llegado el caso.

El proceso de licitación recién abierto se compaginará con la mudanza que la delegación está realizando a la calle Ourense, su ubicación provisional. El contrato con la propiedad del nuevo inmueble es por cuatro años, y la inauguración de este espacio temporal será el próximo 21 de enero, pero el objetivo sigue siendo volver al núcleo urbano, algo que en el Govern consideran fundamental para la misión que debe tener la delegación que dirige Marín. Si finalmente se encuentra el lugar idóneo, “tenemos cuatro años para hacer las obras y acondicionarlo”, justifican.

Desde la llegada de Illa a la presidencia, la Generalitat se ha propuesto “impulsar” la labor de esta oficina, potenciando las relaciones a nivel “político, económico y cultural”, y ganar presencia en la capital en el ámbito social. Se trata de que “se nos vea como un territorio atractivo”, explican.

El inmueble debe tener entre 2.085 m2 y 2.605 m2 para ubicar la librería Blanquerna y un espacio residencial

Para ello, la intención es favorecer “una actividad que permita que la gente venga, tanto los catalanes que residen en Madrid como los madrileños”; reforzar las relaciones mediáticas –con los medios de comunicación de la capital– y las políticas, donde la “discreción” es la clave, aseguran.

La actividad económica también tiene su papel en la actual delegación, donde trabajan unas 20 personas y acoge la sede madrileña de la Agència per la Competitivitat de l’Empresa y la oficina Turisme de Catalunya Madrid, ambas entidades dependientes de la Conselleria d’Empresa.

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