Junts ha movido ficha esta semana y ha sacudido su cúpula con cambios de verdadero calado, una remodelación que suena a preparación para encarar una nueva etapa política. En un momento decisivo, el partido se reordena con la vista puesta en la posibilidad del regreso del expresident Carles Puigdemont. No es fácil y tampoco está asegurado porque deben encajar muchas piezas judiciales en los juzgados españoles y europeos, pero tras el informe del Abogado de la Unión Europea que valida en la práctica totalidad la ley de Amnistía, los posconvergentes consideran que este retorno puede estar cada día más cerca. Y Aunque el TJUE aún debe pronunciarse y podría no seguir el criterio del Abogado General, su dictamen preliminar prepara el terreno para que Puigdemont se beneficie del olvido penal.
Carles Puigdemont, Albert Batet i Mònica Sales, durante una reunión del grupo parlamentario de Junts, en Waterloo
Ante este nuevo escenario, en el que el expresident podría participar de forma presencial en la política catalana y española, el partido ha remodelado su dirección y ha articulado nuevos liderazgos en el Parlament de la mano de Mònica Sales y Salvador Vergès. Junts se refuerza para unas elecciones generales eventuales que han llegado a situar en el horizonte de octubre y las próximas municipales que se disputan muy de cerca con Aliança Catalana. Por eso, el hasta ahora rostro visible en el Parlament, Albert Batet, pasará a ser uno de los pilares del engranaje orgánico del partido, asumiendo de nuevo el rol de director de campaña electoral y adjunto a la presidencia con línea directa con el líder de Junts. Tanto es así, que Batet prevé ocupar el despacho que Puigdemont dejó vacío en 2017 y en el que nadie se ha vuelto a instalar desde entonces. Inicialmente, estará solo y cuando Puigdemont regrese, lo compartirán. Será por poco tiempo, el expresident tiene previsto recorrer Catalunya y hacer poca vida en el Parlament.
Junts se prepara para un nuevo escenario político con el posible retorno del líder del partido
Pero la sensación de retorno no solo impera entre los posconvergentes. La ministra María Jesús Montero aseguró ayer que confía en la próxima vuelta del expresident y lo calificó de “ventana de oportunidad” para salvar los Presupuestos Generales del Estado y, con ellos, la estabilidad política que Pedro Sánchez necesita para agotar la legislatura hasta 2027. Según el Ejecutivo, si Puigdemont está de vuelta, se podrá reordenar el tablero político y facilitar los apoyos imprescindibles para que las cuentas y la agenda legislativa que ahora está en el aire, salgan adelante.
Está por ver que esto ocurra, porque en ningún sitio está escrito que el regreso del líder de Junts vaya a comportar una mejor sintonía con los socialistas. Al final, todo sigue siendo una incógnita.