España renueva su 'hoja de ruta' para la acción en Asia-Pacífico

Exteriores

El Gobierno, que aprobará este martes la nueva estrategia para el periodo 2026-2029, considera que la presencia en la región “constituye una necesidad estratégica de primer orden”

Chinese President Xi Jinping, right and Spanish Prime Minister Pedro Sanchez arrive for a bilateral meeting at Diaoyutai Guest House in Beijing, China, Friday, April 11, 2025. (Andres Martinez Casares/Pool Photo via AP)

Xi Jinping y Pedro Sánchez en abril del año pasado

Ap-LaPresse

España estrena nueva hoja de ruta para su acción en Asia-Pacífico para el periodo 2026-2029, una región convertida “en el auténtico centro de gravedad” de las relaciones internacionales. El dinamismo económico de la zona, que concentra el 60% de la población mundial y el 45% de la producción industrial mundial, refuerzan su importancia estratégica. En la nueva estrategia para Asia-Pacífico, que este martes será aprobada en el Consejo de Ministros, se recoge que “para una potencia euroatlántica con proyección global como es España” la presencia en la región “constituye una necesidad estratégica de primer orden”.

La estrategia, a la que ha tenido acceso Guyana Guardian, establece una serie de objetivos cuyo propósito último es “profundizar la huella” de España en Asia-Pacífico. Para ello se definen los principios que orientarán la acción: una interlocución activa con los socios regionales basada en el espíritu de asociación; el refuerzo de la dimensión europea de la política; la reducción de riesgos derivados de la fragmentación económica; la defensa del multilateralismo —en un momento que este se encuentra en el centro de la diana del presidente de Estados Unidos, Donald Trump— y del derecho internacional; y la coordinación de esfuerzos entre el sector privado, la sociedad civil y todos los actores de la administración que participan en la acción exterior.

El primero de los objetivos, según reza en el documento, es profundizar las relaciones políticas y los lazos económicos, con un despliegue diplomático, que incluyan enfoques que reflejen la diversidad y complejidad de la región. En este contexto se enmarcan las visitas y viajes de Estado a China en 2018 y 2025, la primera visita bilateral de un presidente del Gobierno español a Corea o Vietnam, y la también primera visita de un jefe del Gobierno a India en 17 años. En estos últimos años tanto el ministro de Exteriores como varios de sus compañeros del Consejo de Ministros han visitado China, Corea, Filipinas, India, Japón y Pakistán. Esta acción se apoya en un robusto despliegue diplomático con 15 embajadas, tres antenas y nueve consulados generales. En el ámbito económico, los intercambios comerciales alcanzan cifras históricas, con China como primer suministrador y Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), Japón e India como socios de gran relevancia.

El documento

Recoge que las tensiones en la zona tienen efecto en la seguridad global y las cadenas de suministro

El segundo objetivo busca trabajar con los socios de Asia-Pacífico para alcanzar una “prosperidad compartida, sostenible y segura”. Esta combinación para el Gobierno resulta “esencial” en un contexto de reindustrialización, transición ecológica y transformación digital, marcado por la necesidad de diversificar las cadenas de suministro para mitigar riesgos y vulnerabilidades. La región ocupa una posición de liderazgo en el plano científico y tecnológico y desempeña un papel clave en sectores estratégicos como la inteligencia artificial (IA), los semiconductores, la robótica, la ciberseguridad y las energías limpias. España buscará impulsar esta relación mediante el acompañamiento institucional a sus empresas. La atracción de un mayor volumen de inversión asiática a España, que ya supera los 40.000 millones de euros en sectores estratégicos, se reforzará aprovechando, según recoge el documento, “las fortalezas de la economía española en términos de estabilidad institucional, competitividad sectorial, capital humano cualificado, energía de bajo coste y ubicación ventajosa como plataforma de entrada a distintos mercados”.

En tercer lugar, España busca contribuir a la proyección estratégica de Europa en Asia Pacífico, apoyando una política de la Unión Europea hacia la región que responda a los intereses europeos y se base en marcos de relación estables, capaces de reforzar la autonomía y de dar respuesta a las demandas de los países asiáticos. El comercio con la región representa el 28 % de las exportaciones de la UE y el 40 % de las importaciones, con una tendencia creciente en lo que va de siglo que se apoya en la consolidación de una red de acuerdos económicos y comerciales entre la UE y los países de la región, destacando los firmados con Corea, Japón, Singapur, Vietnam y Nueva Zelanda. La acción española se centrará en desafíos prioritarios para la región como la resiliencia climática, la protección de los océanos y la biodiversidad, y la lucha contra la desertización-.

En un contexto de debilitamiento parcial del orden multilateral y de creciente gasto en defensa, España apuesta por una asociación que incorpore paz, seguridad y defensa, coherente con su compromiso con la estabilidad regional y la seguridad marítima. España reconoce que la seguridad de Europa está estrechamente vinculada a la estabilidad de Asia-Pacífico, donde tensiones marítimas, ciberataques o la proliferación nuclear tienen un impacto directo en las cadenas de suministro y en la seguridad global.

El documento, por último, también recoge la intención de España de seguir fortaleciendo sus relaciones a través de la ciencia, la innovación, la cultura y las conexiones entre sociedades: los programas de cooperación universitaria y científica “son clave” para generar conocimiento y atraer talento, especialmente en áreas vinculadas a la transición ecológica, la transformación digital y la salud. Además, la cultura española continuará siendo “una parte central” de la proyección” en la zona,m potenciando la labor de las embajadas, bajo dirección de Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), y de grandes instituciones culturales como Acción Cultural Española, a través de la organización de exposiciones, actuaciones y colaboraciones, con especial atención al legado compartido con Filipinas, siguiendo el ejemplo del pabellón español en la Expo de Osaka 2025.

En paralelo, España quiere fortalecer su diplomacia pública y cultural como instrumento de influencia y cooperación con Asia-Pacífico. Casa Asia, con sede en Barcelona, y las Fundaciones Consejo seguirán ampliando su alcance, promoviendo el conocimiento mutuo y la colaboración público-privada, mientras que universidades, centros de pensamiento y programas académicos especializados consolidarán la formación en estudios asiáticos y el intercambio de talento.

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