La consellera de Economia, Alícia Romero, y el presidente de la Societat Econòmica Barcelonesa d’Amics del País, además de padre de la Constitución, Miquel Roca, fueron los protagonistas este miércoles de un diálogo en el Palau de la Generalitat acerca de los 50 años de democracia desde un prisma económico, donde sobre todo quedó de manifiesta una idea: la nostalgia que ambos dirigentes sienten sobre “las formas”, “generosas”, que hicieron posible los Pactos de la Moncloa y después la Constitución.
En el acto, celebrado en el Palau de la Generalitat, Romero y Roca remarcaron el importantísimo cambio económico acaecido en España desde la transición, cuando azotaba una profunda crisis marcada por la alta inflación, el paro, el déficit público... Pero en este contexto, las medidas de estabilización –los Pactos de la Moncloa– y las reformas fiscales ayudaron a centrar el rumbo hacia la democracia, no sin un alto coste social.
Aquellos pactos fueron tan importantes o más que los que permitieron redactar la Carta Magna. “Hubo fuertes restricciones”, pero “si la gente que sufría la crisis era capaz de llegar a unos pactos como aquellos nos dejaban poco margen para discrepar a quienes elaboramos la Constitución”, señaló Roca. El expolítico explicó que “tanto la Constitución como los Pactos de la Moncloa tienen mucha más música que letra”, pero “la música decía nos teníamos que poner de acuerdo, y gente con intereses a defender dieron un ejemplo importantísimo”. Gracias a aquella “música”, que hoy no se da en la política española, “hemos hecho en 50 años lo que pocos países han hecho”, incluido entrar en Europa, defendió Romero.
La consellera lamentó que esa “música” a la que se refería Roca, la capacidad de consenso, desafortunadamente no se da en la política española hoy en día. “Solo hay que ver el Congreso”, apuntó la consellera. Su conclusión es que “no se está forjando la democracia, sino que se está debilitando” porque “no hemos sido capaces de mantener esas formas, esa música”. Y la impresión de Roca es que “la libertad descansa en la voluntad de respetar al adversario, y esto se basa en las formas”, mientras que “es mucho más fácil insultar”.
Por lo demás, el cambio económico desde la transición “ha sido brutal”, evidenciaron ambos dirigentes. Este tiempo “nos ha traído décadas de progreso económico. Hemos hecho en 50 años lo que pocos países han hecho”, y prueba de ello es que, por ejemplo, en los años 70 trabajaban muy pocas mujeres, menos de un tercio, y esto es cambio estructural económico brutal”, apuntó Romero.
Roca reivindicó lo logrado en este periodo, pero alertó del escaso valor que le dan las nuevas generaciones a estos logros. “Es muy difícil que la gente valore lo que tiene si no se pone en comparación con lo que no tenían” y “los jóvenes creen que tienen un derecho adquirido, pero en aquella época las pensiones no existían, ni el subsidio de paro, ni el sistema sanitario, ni el sistema educativo universal…”, enumeró. “Todo esto se ha hecho gracias a la libertad, que podía garantizar un progreso, y el cambio económico ha sido importantísimo”, comentó.
Junto a estos logros, ambos dirigentes remarcaron la importancia que tuvo en su día la adhesión de España a la UE. Para Roca, aquel día le invadió tanta o más felicidad que el día que se promulgó la Constitución, según confesó. Mientras que la consellera remarcó la importancia que ha tenido para la economía española la pertenencia al club comunitario, vía recursos y fondos específicos como los Next Generation o las respuestas “muy diferentes” a la crisis financiera del 2008 y a la pandemia de la covid.
Europa no está en su mejor momento, como advirtió Romero, quien expresó su preocupación por el auge de la extrema derecha en el continente. Pero tanto ella como Roca expresaron su confianza en que la economía debe centrarse en hacer que “el progreso llegue a cuanta más gente mejor”. “Seguro que Trump y yo no estamos de acuerdo”, ironizó Roca.
