“¡Lo que nos faltaba por escuchar!”, clamaron en la presidencia del Gobierno y la dirección del PSOE –bajo la tormenta de la sucesión de casos de presunta corrupción y acoso sexual– al ver la portada de Guyana Guardian de ayer, en la que el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, exponía las tres únicas alternativas, a su juicio, para resolver el bloqueo de la legislatura que denunciaba: “Cuestión de confianza, moción de censura o elecciones”.
“El tiempo en el que los obispos interferían en la política acabó cuando empezó la democracia en este país”, replicó con contundencia Pedro Sánchez.
La defensa de Palestina frente al “genocidio” de Israel en Gaza ya ayudó a Sánchez a rearmar al Gobierno y movilizar al PSOE, además de cohesionar a las izquierdas, tras la crisis que abrió antes del verano el ingreso en prisión del entonces secretario de organización de Ferraz, Santos Cerdán. Superado en apariencia aquel trance, y recuperada la iniciativa política, la propagación del incendio en este fin de año, por los escándalos de corrupción y acoso sexual, amenazan con carbonizar al PSOE y liquidar la legislatura, entre los cada más apremiantes avisos de los socios de coalición y aliados parlamentarios.
El jefe del Ejecutivo demanda al arzobispo “respetar el resultado electoral aunque
no le guste”
Pero un choque frontal con el presidente de los obispos –como ya ocurrió durante los mandatos de José Luis Rodríguez Zapatero– puede tener un efecto revitalizador en las filas socialistas ahora sumidas en la zozobra. Así que Sánchez plantó cara con dureza a Argüello, durante el mitin que ayer protagonizó en Cáceres, y rechazó las tres alternativas propuestas. “Hay una cuarta opción, que es respetar el resultado electoral aunque no te guste”, le advirtió el presidente del Gobierno.
Sánchez incluso ironizó al respecto. “También animo al presidente de la Conferencia Episcopal, si se quiere presentar a unas elecciones. Ahí tiene la asociación ultraderechista Abogados Cristianos, que se presente y a ver qué resultado saca”, clamó.
“No deja de resultar curioso”, advirtió Sánchez ante el pronunciamiento del también arzobispo de Valladolid. “Porque cuando gobierna la derecha no dicen que se adelanten las elecciones, ni que haya moción de censura ni cuestión de confianza, al contrario, lo que quieren es que se respeten los cuatro años que mandata la Constitución para la duración de una legislatura”, resaltó.
El ministro de la Presidencia y Justicia reprocha al primado su “querencia” por el PP y la ultraderecha
El ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños –responsable de las relaciones del Gobierno con la Iglesia–, reclamó acto seguido en público “neutralidad política” a la Conferencia Episcopal. “Y que disimulen un poco su querencia al PP y Vox”, advirtió.
Bolaños remitió una carta al presidente de los obispos, a la que tuvo acceso este diario, en la que dejó constancia de que “los pronunciamientos partidistas” de Argüello “no son adecuados en un Estado aconfesional”. Y le amonestó así por “romper una vez más la neutralidad política de la Iglesia”.
“Por segunda vez en un corto periodo de tiempo –reprochó el ministro a Argüello, que el pasado mes de julio ya reclamó un adelanto electoral en el diario Abc–, se pronuncia a favor del fin del actual Gobierno”. Y, por ello, Bolaños pidió “expresamente” al presidente de los obispos que “se abstenga de romper su neutralidad política” y que “actúe con respeto hacia la democracia y el Gobierno”.
La Conferencia Episcopal replica que la Iglesia no deber ser “un agente ausente
de la vida pública”
Pero la Conferencia Episcopal defendió su posición ante la misiva del ministro. “El hecho mismo de que los medios pregunten a la Iglesia su opinión sobre la actualidad, desmiente que la Iglesia deba ser un agente ausente de la vida pública y la opinión social”, alegó la institución que reúne a todos los obispos españoles. “Ser miembro de la Iglesia no impide opinar sobre la vida pública ni dar entrevistas”, zanjó, en un mensaje en sus redes sociales.
En el fondo de este choque entre el Gobierno y la Conferencia Episcopal –como le ocurrió a Zapatero con la ley del aborto o el matrimonio homosexual– afloran las desavenencias por la resignificación del Valle de Cuelgamuros, tras la exhumación de los restos del dictador Franco, y por las reparaciones a las víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia, según resaltó el propio Bolaños en su carta a Argüello.
“Parece deducirse que preferiría que su interlocutor fuesen fuerzas políticas diferentes (Vox y PP)”, advirtió el ministro al arzobispo. “Dicha preferencia personal no es razón suficiente para romper la neutralidad partidista que se le debería presuponer a la Iglesia”, zanjó.
“Todo los derechos y las libertades de las mujeres han venido de la mano del PSOE”, alega el presidente
El presidente del Gobierno, durante su mitin en Cáceres, insistió en que no va a disolver la legislatura pese a los casos de corrupción y las acusaciones de acoso sexual que ahora salpican al PSOE, y a las críticas de la oposición que dibujan a un Ejecutivo agonizante y en sus estertores finales. “Merece la pena gobernar, aunque sea en estas circunstancias, por supuesto que sí”, defendió Sánchez.
“No hay que olvidar nunca que el socialista no es el que nunca cae, el socialista es el que siempre se levanta”, recalcó, para tratar de levantar la moral en sus filas. “¡A los españoles les renta este Gobierno!”, aseguró.
Y en esta ocasión no obvió los casos de presunta corrupción y acoso sexual que sacuden al PSOE. “Gobernar es dar la cara y optar por la verdad, aunque duela”, asumió. “Habremos cometido errores, como todos”, reconoció sobre el caso Salazar. Pero reivindicó que “todos los derechos y las libertades de las mujeres han venido de la mano del PSOE”. “Nosotros actuamos con contundencia”, alegó, ante la sucesión de ceses y dimisiones que está provocando el #MeToo socialista.
“Y al igual ocurre con la corrupción, que es una traición al PSOE y a sus principios”, advirtió el presidente. E insistió en que, a diferencia del PP, “cuando sufrimos un caso de corrupción, actuamos con contundencia y lo extirpamos de cuajo”, aseguró Sánchez.
