La crisis porcina resitúa la política catalana en el debate sobre la gestión de crisis 

Parlament

El president defiende la gestión del Govern ante la crisis sanitaria animal

El president de la Generalitat, Salvador Illa, interviene durante una sesión de control al Govern, en el Parlament de Catalunya, a 17 de diciembre de 2025, en Barcelona, Catalunya (España). Illa comparece por segunda vez en la cámara para informar sobre la evolución de la peste porcina africana (PPA) cuando se cumplen 20 días desde que se confirmó el brote. Por el momento son 26 los jabalíes han dado positivo en el virus.

El president de la Generalitat, Salvador Illa, interviene en el Parlament para dar cuenta de la respuesta del Govern ante la peste porcina africana 

David Zorrakino / Europa Press

La sequía, los incendios, los apagones eléctricos, las danas, las enfermedades animales… Desde hace un tiempo, en el Parlament de Catalunya vuelven a coger protagonismo los asuntos del comer, la gestión de los servicios sociales y de las crisis sobrevenidas que ponen a prueba la capacidad de respuesta del Ejecutivo de turno. La última de estas crisis es la de la de la peste porcina africana, una enfermedad letal para uno de los sectores económicos más importantes de Catalunya, el porcino, que representa prácticamente el 20% del PIB, genera una facturación de más de 43.000 millones de euros, y supone el 40% del total de las exportaciones de España.

El president de la Generalita, Salvador Illa, remarcó este martes, en su comparecencia a petición propia en la Cámara catalana, la importancia de este sector para la economía catalana, y reivindicó la respuesta de su Ejecutivo ante el estallido de la crisis sanitaria, sobre la que los partidos de la oposición, en especial Junts, expuso sus numerosas dudas, para empezar, el hecho de que el jefe del Govern mantuviera su viaje a México en lugar de gestionar la emergencia desde el primer momento en Catalunya.

Otras circunstancias que han envuelto esta crisis, como las especulaciones sobre el origen del brote -“la teoría del bocadillo”, en palabras de Junts- o las “formas” del conseller de Agricultura, Óscar Ordeig, fueron motivo de reproche de los posconvergentes. Pero Illa remarcó los resultados provisionales de su gestión: “De momento hemos conseguido mantener el brote, los mercados exteriores avalan” las medidas adoptadas y el Govern “seguirá atento y seremos transparentes siempre, y no daremos pábulo a faltas especulaciones”.

El Govern es consciente de es en este tipo de gestión, ante crisis sobrevenidas, donde realmente se juega la estabilidad y la confianza de los ciudadanos. Tienen en la memoria la respuesta de otros gobiernos regionales ante crisis sobrevenidas, como la del Gobierno de la Comunidad Valenciana ante la dana, o del de Castilla y León ante los incendios de este verano. Por eso Illa no escatima en esfuerzos y recursos ante estos episodios, que en el caso de la peste porcina le llevó a solicitar la intervención de la a UME (Unidad Militar de Emergencias) ante una crisis animal de estas características.

En su intervención, el president justificó la actuación del Govern de acuerdo a cuatro criterios: respeto a la ciencia; transparencia; colaboración institucional con el Gobierno, la UE, el sector porcino y los grupos políticos, y “ayuda y apoyo” a un sector muy relevante para Catalunya.

Illa reivindicó que el 75% de mercados exportadores están abiertos gracias a la gestión de esta emergencia y advirtió de que con los datos disponibles hasta ahora “nada” hace concluir que el origen del brote sea una fuga desde uno de los laboratorios que trabajan con este tipo de virus, como el IRTA CReSA, situado precisamente en la zona cero del brote.

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