Dicen que para presumir hay que sufrir, y aunque la frase suena a consuelo para quienes soportan tacones imposibles o tratamientos de belleza intensos, a veces el dolor se vuelve el verdadero protagonista. Lo sabe bien Luca Dazi, conocido influencer y exconcursante de Gran Hermano VIP, que se enfrentó a su primera sesión de depilación láser en la barba y no pudo ocultar su sufrimiento.
El proceso, documentado por él mismo y compartido en redes sociales, dejó claro que no todo es glamour en el mundo de la estética. En el video, se observa cómo Luca, visiblemente nervioso antes de comenzar, pregunta si se va “a morir o no” del dolor.
Gritos y gemidos
El dolor se siente a través de la pantalla
La respuesta tranquilizadora de la trabajadora, asegurándole que solo dolería “un poquitito”, no fue suficiente para aliviar sus dudas. Con una pelota antiestrés en una mano y apretando la mano de una amiga, Luca comenzó la sesión dispuesto a todo.
Sin embargo, la valentía inicial pronto dio paso a gestos de evidente dolor y exclamaciones que no pasaron desapercibidas. “Qué daño me hace en este lado”, se quejó mientras el láser pasaba por su mandíbula izquierda. Entre gritos y gemidos, el influencer tuvo que pedir varios descansos para recuperar el aliento, dejando claro que la experiencia estaba siendo más intensa de lo que había imaginado.
Con la sesión ya avanzada y el agotamiento haciéndose evidente, Luca ya estaba desesperado. “Estoy sudando y todo”, dijo reflejando el nivel de incomodidad al que había llegado. Estas palabras, junto con sus expresiones exageradas y momentos cómicos, no tardaron en volverse virales en redes sociales.
Demasiado dolor
Ni la anestesia le hacia efecto
Su espontaneidad generó un torrente de comentarios, muchos de ellos compartiendo historias similares sobre tratamientos de depilación. Una chica, viendo el dolor, le dijo que lo mejor era ponerse crema anestésica para no pasarlo tan mal, pero el influencer aseguró que ya llevaba. Y viendo cómo le fue parece que no sirvió de mucho.
Luca aseguró que llevaba una crema anestésica
Al final, aunque el sufrimiento fue real, también lo fue el humor con el que el influencer abordó la situación. Su video no solo arrancó carcajadas entre sus seguidores, sino que también sirvió como ejemplo de que, a veces, el precio de la estética incluye un poco de sudor y lágrimas.