Mar tiene 21 años. El día de su cumpleaños recibe una carta de Hacienda que le informa de que tiene una deuda de 7.200 euros por haber intentado estafar al Estado. ¿De qué manera? Haciéndose pareja de hecho de un hombre sin papeles. ¿El problema? Que Mar no sabía quién era este hombre y, de hecho, no sabía ni que se había intentado 'juntar' con alguien.
Según ha explicado en 'El contenidor' de 'El món a RAC1', tardó poco en atar cabos. No era ella, evidentemente: le habían suplantado la identidad. En abril de 2023 le robaron el bolso en Barcelona. Más allá del monedero y otras cosas, llevaba el documento de identidad. Aquel mismo día lo denunció a los Mossos d'Esquadra y pidió hora para volver a hacerse el DNI. Unos meses después, se llevó el primer susto.
El primero que hicieron los estafadores fue empadronarla en otra ciudad
Mar estaba haciendo unos trámites para su abuela cuando descubrió que estaba empadronada en Barcelona. Imposible: ella nunca había vivido allí. Nació en Málaga y, desde los tres años, es vecina de Castelldefels. Es decir: alguien -desconocido- la había empadronado en Barcelona. En aquel momento, decidió ampliar la primera denuncia y alertó a los Mossos de que le estaban suplantando la identidad.
Hacienda ha recomendado a la chica que primero pague la multa y después intente reclamar.
Volvió a empadronarse en Castelldefels y la cosa quedó ahí. O eso creía ella. Pero hace un par de semanas recibió la maldita carta: multa de 6.000 euros con un recargo de 1.200. “No entendía nada”, ha confesado en la entrevista con Jordi Basté. Y volvió a denunciarlo a los Mossos d'Esquadra. Ya van tres.
Hacienda dice que no pueden hacer nada, que pague y reclame
El recargo de la multa es porque, inicialmente, Hacienda envió la notificación a la dirección de la casa de Málaga donde Mar vivió de pequeña. Hacía 18 años que ella y su familia se marcharon de allí. Esta semana, Mar y su madre - “suerte de su ayuda”, reconoce- han hablado con Hacienda. La respuesta de la administración, clarísima: “Que primero pague y, después, reclame”.
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“Estoy en manos de abogados por una cosa que no he hecho”, ha lamentado Mar, que también ha detallado el lío administrativo en el que está inmersa por culpa de la burocracia: “Hacienda dice que tenemos que hablar con la policía, la policía dice que hablamos con la delegación del gobierno español y la delegación, que hablamos con Hacienda”. El bucle infinito. Y así va pasando el tema. Y va incrementándose la deuda.
Este artículo fue publicado originalmente por RAC1.