Nuevo caso de catalanofobia que hace evidente una vez más la vulnerabilidad y la presión que vive la lengua catalana, esta vez en su propio territorio. Ciertamente, Barcelona es uno de los puntos del territorio donde es más difícil que el catalán mantenga el arraigo y que no lo haga de manera segregada o con posibles increpaciones.
En un video que se ha hecho virales en las redes, una chica argentina ha mostrado una fuerte indignación porque muchos catalanes le responden en catalán y asegura que lo hacen para molestar. Este tipo de videos no son nuevos: se añaden a una tendencia creciente de catalanofobia encubierta o explícita por parte de figuras conocidas, como las recientes declaraciones de Isabel Díaz Ayuso —“el español está perseguido en Catalunya”— o de Arturo Pérez-Reverte, que llegó a decir que hablar catalán es una manera de “marcar territorio ideológico”.
Ver el catalán como una provocación y no como una identidad
En el video, la chica explica: “Saben que soy argentina porque conocen el acento y cuando les hablas te responden en catalán. Si sabés hablar español, ¿por qué me lo hacés a propósito? ¿Cuál es la gracia de pelotudearme?”. Un mensaje que, bajo una queja aparentemente anecdótica, conecta con una visión donde el catalán se percibe como un obstáculo o una provocación, en lugar de un derecho lingüístico y una expresión identitaria.
El video no ha tardado a correr por redes y a provocar la indignación de muchos catalanes. “Si no te gusta vivir en un país donde se habla catalán, la solución es sencilla…”, decía un usuario molesto. “Trabajo con muchos argentinos que han aprendido catalán y que son maravillosos, espabila”, comentaba otro, recalcando que no se trata de un problema de integración general.
Más allá del caso anecdótico, este video vuelve a mostrar la delicada situación que vive el catalán. Según los últimos datos de la Encuesta de Usos Lingüísticos de la Población (Idescat, 2023), el 94% de la población catalana entiende el catalán, el 81% lo sabe hablar, pero solo el 32,4% lo usa habitualmente.
Entre los jóvenes de entre 15 y 29 años, el uso como lengua principal baja hasta el 27,6%. Estas cifras reflejan un conocimiento generalizado, pero un uso cada vez más reducido, especialmente en entornos sociales y digitales, donde la presión del castellano y el inglés es más fuerte.
Este artículo fue publicado originalmente en RAC1.