El detective privado David Rodrigo ha explicado en el podcast 'Operativo Criminal' uno de los casos más sorprendentes de su carrera, en el que una clienta sospechaba que su marido la engañaba con una compañera de trabajo, pero los resultados de la investigación fueron mucho más sorprendentes.
Rodrigo explica que “nos contrata una mujer que sospecha de que su marido está liado, enrollado, con una compañera de trabajo” y que se pusieron manos a la obra para descubrir que es lo que pasaba.
La clienta sospechaba que su marido le engañaba
Una historia con final inesperado
El operativo se centró en una cena de empresa de Navidad, donde el marido de la clienta supuestamente iba a pasar tiempo con la sospechosa. “Montamos el operativo, vamos a la cena de empresa, y efectivamente, el investigado se sienta al lado de esta compañera de trabajo”, relata el detective. Durante la cena, los investigadores no observaron nada que indicara una relación romántica, aunque sí se notó un “cierto feeling” entre los dos.
Después de la cena, el operativo continuó durante toda la noche. “Estuvimos en dos bares más con ellos durante la noche y en todo momento había un feeling con esta mujer”, comenta Rodrigo. A pesar de algunos gestos de acercamiento, como la invitación a una copa, el verdadero giro del caso ocurrió a las 4 de la mañana, cuando el marido se fue en taxi con su “mejor amigo”, en lugar de con la mujer con la que había estado hablando.
Por pura intuición, el detective le preguntó a la clienta por la dirección del mejor amigo, y tras unas horas de guardia en la casa, lo que sucedió después fue aún más inesperado. “A las 7 de la mañana, viene un taxi y se para en la puerta de la casa de este amigo”, explica Rodrigo. Se abre la puerta de la casa, sale el investigado para subirse al taxi, y él y su mejor amigo se dieron un abrazo y un beso en los labios. “Grabamos todo eso, fue absolutamente increíble”, afirma el detective asombrado.
La versión del marido, que le contó a su mujer, sostiene que a las cuatro y media cierran los bares y que luego se fue a una discoteca, que cerraba a las siete de la mañana, y que, claro, él llegó a casa a las siete y media, porque estuvo en la discoteca. Esta versión no se sostenía con lo visto por el investigador, que le explicó a la clienta que “no, no se está liando con la compañera de trabajo, tiene una relación con su supuesto mejor amigo”.