Rosa Benito no ha podido contener la emoción al recordar a Rocío Jurado. La colaboradora confiesa que su relación con la cantante no solo nace de la familia sino también del trabajo y de la vida diaria.
Explica que todo comenzó cuando la artista le propuso acompañarla como parte de su equipo después de casarse con Amador Mohedano. “Yo la conocí siendo su peluquera. Me casé con su hermano, me propuso trabajar con ella y estuvimos más de 20 años juntas trabajando” afirma con lágrimas en los ojos.
Cuando estaba en casa se ponía un delantal y se remangaba, le gustaba mucho cocinar
Benito asegura que, a pesar de los años, la figura de la chipionera sigue intacta. “La pena es que sigue viva después de 19 años y ese es el legado más grande que ha dejado, su voz y su carrera” comenta con la voz entrecortada.
La colaboradora desvela también cómo era la diva fuera de los focos. Dice que en los escenarios era pura profesionalidad, pero en casa se transformaba en una mujer cercana y con carácter. “Encima de un escenario no le echaba la papanata, como decía ella, pero luego cuando estaba en casa se ponía un delantal y se remangaba” relata con cariño.
Ese es el legado más grande que ha dejado, su voz y su carrera
Rosa Benito no puede evitar agradecer al destino que pusiera a Rocío Jurado en su camino. “Hemos vivido muchas cosas hasta el día que se fue” confiesa, antes de revelar un detalle sobre el gusto culinario de la cantante; y es que “lo que más le gustaba era el arroz, le gustaba el punto que yo le daba” recuerda emocionada.
La realidad es que el recuerdo de 'la más grande' no se apaga con el tiempo. Su legado artístico continúa, pero también perdura el recuerdo íntimo que todavía conmueve a los que la conocieron muy de cerca.