Raquel Mascaraque, divulgadora de neurociencia: “Las imágenes desagradables de los paquetes de tabaco activan el núcleo accumbens del cerebro, provocando más ganas de fumar”

Curiosidades

Las imágenes desagradables que se ven en las cajetillas de tabaco provocan ansiedad en los fumadores

Raquel Mascaraque, divulgadora de neurociencia:

Raquel Mascaraque, divulgadora de neurociencia: “Las imágenes desagradables de los paquetes de tabaco activan el núcleo accumbens del cerebro, provocando más ganas de fumar”

Raquel Mascaraque, divulgadora de neurociencia, ha explicado en un video subido a TikTok cómo las advertencias gráficas en los paquetes de tabaco pueden tener un efecto contrario al esperado sobre los fumadores. Según Mascaraque, “Las imágenes desagradables de los paquetes de tabaco activan el núcleo accumbens del cerebro, provocando más ganas de fumar”.

El cerebro actúa al ver esas imágenes desagradables

Esto es lo que consiguen los mensajes de las cajetillas de tabaco

Raquel Mascaraque detalla que varios estudios se han centrado en analizar la reacción cerebral ante estos mensajes. “¿Sabes los mensajes que aparecen en las cajetillas de tabaco? ‘Fumar mata’, ‘Fumar provoca cáncer’, con imágenes bastante desagradables. Pues se hizo una investigación del cerebro para ver si realmente ese tipo de mensajes ayudan a los fumadores a fumar menos, o no”, explica Mascaraque al inicio del clip.

El estudio, realizado por Martín Lindstrom y la neuróloga Gemma Calvert, contó con la participación de 2.000 personas que pasaron por resonancia magnética funcional para observar su cerebro en tiempo real. El objetivo era identificar qué áreas se activaban al ver estas advertencias gráficas. “Lo que descubrieron es que sobre todo se les activaba el núcleo accumbens, o comúnmente conocido como punto de ansia del cerebro, que está muy relacionado con las adicciones”, detalla Mascaraque.

El núcleo accumbens juega un papel clave en los mecanismos de recompensa y adicción. “Cuanto más le damos, más necesita para calmarse, es como un círculo vicioso”, añade la divulgadora. En este contexto, los mensajes que pretenden disuadir al fumador generan ansiedad, que el cerebro intenta reducir mediante el aumento del deseo de fumar.

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Mujer fumando un cigarro.

Mascaraque subraya la paradoja de estas campañas: “Pues este tipo de mensajes y este tipo de imágenes provocan ansiedad en los fumadores y, como el cerebro no es tonto y no quiere que tengas ansiedad, ¿pues qué hace? Te aumenta las ganas de fumarte un piti para bajar esa ansiedad”.

Así pues, según la divulgadora, la consecuencia involuntaria de estas advertencias es favorecer, sin intención, el consumo de tabaco. “Así que la campaña para que se fume menos es la mejor estrategia de marketing de las tabacaleras, así sin quererlo, ni beberlo”, concluye Mascaraque, dejando claro que la neurociencia genera efectos contraproducentes en la estrategia que lleva a cabo el Ministerio de Sanidad.

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