Emmanuelle Moccia, 38 años, fontanero en España: “En esta profesión se pueden ganar 4.000 euros al mes, pero físicamente es muy duro, por eso la gente joven no lo quiere hacer”

Profesiones

Después de 20 años dedicados a la hostelería, Emmanuelle Moccia, de 38 años, decidió emprender un nuevo camino como autónomo

Emmanuelle Moccia, fontanero (cedida)

Emmanuelle Moccia, fontanero (cedida)

Cambiar de rumbo nunca es sencillo, pero hay quienes escuchan su instinto y se lanzan sin mirar atrás. Es el caso de Emannuelle Moccia, un italiano de 38 años que hace ocho años aterrizó en Valencia. Tras dos décadas trabajando como pizzero decidió dar un giro a su vida y dejar atrás masas y hornos para adentrarse en el laberinto de tuberías, llaves y soldaduras. Se reinventó como fontanero autónomo, demostrando que nunca es tarde para construir una nueva vida. “En la pandemia me di cuenta que estaba harto de este ritmo de vida, de trabajar turnos partidos y por la noche, y decidí que tenía que cambiar de vida”, cuenta a Guayana Guardian. 

Precisamente en ese momento empezó a formarse para poder ejercer de fontanero. La fontanería es una de las profesiones que cada vez tiene más demanda y mejores sueldos por la falta de relevo generacional y Emmanuelle conocido en redes como @ema.fontanera.val, ha decidido compartir su trabajo para darle más visibilidad a la profesión. 

Emmanuelle Moccia, fontanero (cedida)

Emmanuelle Moccia, fontanero (cedida)

¿Cómo decidió dejar su trabajo en la pizzería para estudiar fontanería? 

Toda mi vida he trabajado como pizzero, porque estudié desde pequeño. Fui a la escuela de hostelería, pero quise darle un cambio a mi vida. Siempre he sido muy manitas. Empecé a buscar cursos y opté por la fontanería porque encaja más conmigo. El curso lo hice mientras trabajaba en una heladería. 

Tuve que dejar la pizzería para poder estar más tranquilo con los horarios. El curso duró un año y después empecé uno para tener el título de instalación de gas. A partir de ahí empecé a trabajar en la empresa de un compañero y con ellos pude aprender muchísimo, de calefacción, calderas, calentadores, instalaciones de gas… Me quedé seis meses con ellos y me hice autónomo para trabajar por mi cuenta. 

¿El principio fue difícil?

La verdad que no lo fue mucho. Como soy italiano, estoy en una página de Facebook de italianos en Valencia y de ahí conocía a la gente. Cuando empecé a decir que trabajaba de fontanero, la gente me empezó a pedir que les arreglara cosas. Cuando me di de alta de autónomo también lo escribí en esta página y como hay muy pocos fontaneros italianos aquí, la gente está desesperada por encontrar un profesional.

Hacía bien mi trabajo, la empresa de mi compañero me pasaba trabajo, conocí a los chicos del almacén donde compraba el material y a partir de ahí, me empezó a llegar trabajo. Después conocí arquitectos que también me pasaban trabajos, así como amigos, y al final el boca a boca. Como soy una persona puntual y profesional no me costó arrancar. Los clientes empezaron a dejar reseñas positivas en esta página de Facebook y empecé a tener cada vez más clientes. No sé si es suerte, pero me fue bien. 

De encargado de una pizzería a trabajar como fontanero 

¿Qué considera que es lo más difícil de ser autónomo?

Te diría que los impuestos, pero en Italia son el triple. Así que tampoco me parece mal. Cuando me di de alta pagaba una cuota de 80 euros, pero luego sube. Si que es verdad que cuando llega un pago trimestral de 4.000 o 5.000 euros ya duele. 

¿Cree qué publicar contenidos en redes sociales le está ayudando a hacer crecer el negocio?

La verdad es que ahora sí. Tengo muchas colaboraciones con otros fontaneros o con algunas empresas. Como explico cosas del gremio hay varios clientes que me han llamado porque me han visto ahí, y claro, el nivel de trabajo me ha subido. 

Herramientas de fontanería

Herramientas de fontanería

Getty Images

¿Recibe muchas dudas a través de las redes?

Sí, muchísimas entre profesionales y aficionados. Por eso me estoy planteando montar como una escuela o algo así. Porque aquí en la escuela de fontanería te venden un curso que te da un diploma donde aprendes mucha normativa, pero poca práctica. 

¿Cuáles son las dudas más curiosas o extrañas que le han hecho?

La mayoría de las dudas son sobre precios porque nadie lo habla. Hay gente que dice que le cobran 10, mientras otros dicen que les cobran 1.000. Y claro, van como pollo sin cabeza porque no entienden nada.

Cada uno valora su trabajo, pero yo intento ser firme con los precios para que la gente vea lo duro que es trabajar de fontanero. Además, también hay pocos fontaneros y esto hay que valorarlo. En general, las dudas sobre precios y si conviene o no hacerse autónomo. 

Como fontanero autónomo, puedes ganar tranquilamente 4.000 euros al mes

Emmanuelle Moccia, fontanero

¿Se puede vivir bien siendo fontanero?

A mi me ha cambiado la vida. Como encargado de la pizzería me ganaba bien la vida porque cobraba unos 2.000 euros al mes. Pero ahora me he dado cuenta de la libertad que tengo para hacer las cosas, y sí, te puedes ganar bien la vida.

Un oficial de primera puede ganar entre 2.000 y 2.500 euros al mes, aunque matándote a trabajar y tampoco en todas las empresas. Hay fontaneros que trabajan para seguros que igual facturan 5.000 euros, pero luego cobran 1.800 o 2.000 como mucho. Si trabajas por tu cuenta también trabajas mucho, pero es diferente ya que los números son el doble o el triple. Un fontanero autónomo que trabaja por su cuenta puede ganar tranquilamente 4.000 euros al mes. Yo en un día he facturado 2.500 euros, de esto, se quedarán aproximadamente 1.700, pero solo en un día. Si todos los días tienes trabajos buenos, no tienes límites.

¿Cuál es el servicio que puede tener un precio más elevado?

Los desatascos. Es el trabajo más rápido, pero el más caro. Es una cosa sucia. A veces voy a un desatasco donde estoy 20 minutos y son 140 euros más IVA. En ese caso no se gasta ni en material. Es uno de los servicios más caros porque es desagradable. Las instalaciones tienen un coste más elevado, pero ahí sí que hay que tener en cuenta el coste del material.

Emmanuelle Moccia, fontanero

Emmanuelle Moccia, fontanero

¿Por qué cree que la gente joven no quiere dedicarse a este oficio?

Simplemente porque son trabajos pesados, es un trabajo duro. Hay que tener en cuenta que estás incómodo, tienes que estar todo el día desplazándose, subir y bajar escaleras con el material. La fontanería es un trabajo técnico, pero también un trabajo sucio. Una clienta me dijo que su hijo de 21 años no sabía qué hacer porque la carrera que hace no le gusta y me lo lleve a trabajar conmigo. Le expliqué lo que puede ganar como autónomo y como se trabaja, pero solo aguantó un día porque es un trabajo muy cansado. 

¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?

La libertad. Soy una persona inquieta y aventurera y me gusta mucho moverme. No puedo estar encerrado dentro de una cocina durante 12 horas con luz artificial. Como fontanero el trabajo es variado y no todos los días hago lo mismo. Un día es un calentador, otro día una fuga, otro una avería o un desatasco. Al ser tan variado, no te aburres nunca. Es un trabajo que te da libertad y puedes moverte de un sitio a otro. 

¿Y lo más complicado?

La gestión de la agenda con los clientes y la parte física. Yo soy una persona muy entrenada, pero la verdad es que físicamente es muy duro sobre todo en situaciones incómodas, con mucho calor, en lugares donde no cabes, y donde pueden haber bichos o ratones, hay de todo. También meter las manos en inodoros tampoco es un trabajo agradable. 

Creo que mi éxito está en que si me llamas y tengo el móvil encendido aunque sea un domingo, te contesto

Emmanuelle Moccia, fontanero

¿Cuál cree que ha sido la clave de su éxito?

Creo que la puntualidad. Soy italiano y eso se ve muy bien a nivel laboral. Los clientes, que son italianos, españoles, ingleses o americanos, dicen que están muy contentos con los italianos porque somos puntuales y los españoles no. Creo que mi éxito está en que si me llamas y tengo el móvil encendido aunque sea un domingo, te contesto. Y esto es un servicio que no da nadie. Respondo al teléfono e intento empatizar con el cliente, y ajustar la hora y si quedo en llegar a las 10.00, estoy a esa hora. Y los clientes incluso se sorprenden. 

¿Se ve el resto de su vida dedicándose a la fontanería?

No, la verdad que no, porque es un trabajo pesado. No es un trabajo que puedas hacer toda la vida. Me gustaría invertir. Creo que hoy en día hay que invertir porque si el trabajo va mal o te pasa algo, por ejemplo, si yo me rompo una pierna no puedo ganar dinero. Me gustaría crear una escuela donde prevalezca la práctica. Donde poner a la gente a trabajar en situaciones incómodas porque soldar en una mesa es fácil, pero hacerlo boca arriba, o boca abajo, o en lugares sucios o estrechos donde no te cabe la mano, eso es más complicado. Me gustaría enseñar eso. 

He mejorado como persona y a gestionar mejor mi tiempo libre

Emmanuelle Moccia, fontanero

¿Qué diría que le ha aportado esta profesión en solo 4 años?

He mejorado como persona y mi carácter. También la paciencia con los clientes. Siempre he trabajado en hostelería donde hay que tener mucha paciencia, y eso lo he mejorado mucho. 

Además, también he aprendido a gestionar mucho mejor el dinero porque cuando eres autónomo hay que gestionarlo muy bien. Aprendí a gestionar mucho mejor para no quedarme corto para pagar impuestos. Hay mucha gente que se come el dinero y luego te llega el trimestre y no tienes el dinero. También ha mejorado en cuanto a la gestión de mi tiempo, si me quiero de vacaciones cierro unos días y me voy. 

Y por último, ¿qué le diría a aquellos que trabajan de algo que no les gusta pero no se atreven a dar el paso de dejarlo?

Que se lo planteen bien, pero hay que dar el paso porque si no te vas a quedar con la duda. Una actividad como la mía, me la monté sin nada. Simplemente, compré herramientas y me iba con la mochila en la moto. Al final si he acabado invirtiendo cerca de 30.000 euros, pero con el tiempo, no fue una inversión que hice de golpe, así que pude hacerme los clientes poco a poco, sobre todo como no hay gente que quiera hacer este trabajo. Les diría que se atrevan. 

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