Quienes trabajan en el sector de la construcción en Bolivia difícilmente pueden cubrir sus necesidades básicas, mientras que en España el mismo oficio ofrece sueldos más competitivos y mejores condiciones. Es el caso de Albino, que lleva más de una década levantando muros en las obras de España. Llegó desde Bolivia buscando una vida más estable y, según explica él mismo, la diferencia de salarios fue uno de los motivos decisivos: “Gano tres veces más en España que en Bolivia”, asegura en un vídeo de YouTube del emprendedor Adrián G. Martín. Mientras que un albañil en Bolivia cobra alrededor de 400 euros mensuales, en España su sueldo puede rondar los 1.400 euros.
Cuánto gana un albañil en España hoy
A pesar de trabajar la misma cantidad de horas (ocho diarias, cinco días a la semana) el abismo salarial entre ambos países es evidente. “Allá también se hacen ocho horas, pero con ese sueldo no te alcanza. Aquí por lo menos puedes pagar alquiler, enviar algo a tu familia y vivir”, dice Albino con alivio, aunque resignación.
Los salarios dentro del sector varían según la categoría profesional. Los datos que se indican en la entrevista son: “Un peón puede estar entre 900 y 1.000 euros, o un peón especializado 1.100, un oficial de segunda 1.200-1.300, un oficial de primera 1.500 o 1.600, y un encargado puede llegar a 1.800”.
Un informe del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) confirma la versión de Albino. El estudio elaborado por Silvia Escóbar de Pabón muestra que “los salarios no sólo se han mantenido en un nivel bajo en los últimos años, sino que su deterioro afectó cada vez más la capacidad de compra de los trabajadores”, especialmente en ciudades como La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Potosí.
Según el CEDLA, más del 70% de los trabajadores en construcción, manufactura y servicio doméstico ganan por debajo del coste de una Canasta Normativa Alimentaria (CNA), es decir, ni siquiera pueden cubrir una alimentación mínima con su sueldo. A eso se le suma la ausencia de inversión en mejora tecnológica y condiciones laborales, lo que perpetúa la baja productividad y la subvaloración del trabajo. En este contexto, no sorprende que tantos obreros busquen oportunidades fuera del país.
La diferencia de remuneración no sólo está relacionada con el tipo de contrato o la experiencia, sino también con la demanda de mano de obra y el nivel de especialización. Aun así, los albañiles en España no consideran que su salario sea justo del todo: “Nuestro trabajo es mucho más peligroso que el de un mecánico, por ejemplo, y aún así ellos te cobran 34 o 40 euros la hora. A un albañil le pagas 20 y pico. Pero estamos haciendo una casa, es más arriesgado y se cobra menos”, denuncian.


