La ciudad de Girona se volverá a convertir entre el 20 y el 24 de febrero en epicentro mundial de las artes circenses gracias a una nueva edición, y ya van 13, del Festival Internacional del Circ Elefant d’Or. Un certamen que, desde que nació en el 2012 de la mano del gestor cultural y apasionado por el género Genís Matabosch, se ha marcado un listón muy alto: traer al certamen las mejores atracciones nunca vistas antes en las pistas de un circo de Europa Occidental. Y al mismo tiempo, intentar sacar la etiqueta de hermanita pobre en el circo en relación con el resto de las artes escénicas. “El festival busca que el circo sea merecedor de la misma consideración que tienen el teatro, la danza o la lírica,” apunta Matabosch.
Con esta voluntad ha creado este año un cartel con 62 artistas de 14 países que competirán con sus números, un total de 24, ante un exigente jurado formado por directores y expertos en circo llegados de todo el mundo, que escogerán quién se acaba llevando la preciada estatuilla del elefante de oro. Un festival en que el público asistente también tiene su palabra, con la elección de su artista preferido en la gran gala final, que se celebra el último día.
Las disciplina del mástil volador, la doble cama elástica y hula-hoop en monociclo, novedades
Año tras año, el festival se esfuerza por traer disciplinas nuevas a la carpa gigante sin columnas y visión 360º que se ubica al Camp de Mart del parque de la Devesa. Y, en esta ocasión, serán novedad los saltos de cuerda sincronizados del quinteto japonés Haribow, en un show que mezcla acrobacias, equilibrios y danza, así como la propuesta Nuts , en la que siete saltadores forjados en la competición deportiva de alto nivel saltarán en una doble cama elástica separada por un muro. El público también podrá ver por primera vez en este certamen un número de mástiles volantes a cargo de la Cangzhou Acrobatic Troupe y un espectáculo que combinará los hula-hoops con el monociclo, un ejercicio de equilibrio a cargo de la ucraniana Anna Fursenko que hará buena la célebre frase tan asociada al circo de “más difícil todavía”.

El número de volteo y mástiles de Cangzhou Acrobatic Troupe
Uno de los platos fuertes de esta edición es el número que protagonizará la Suining Acrobati Troupe, donde tres jóvenes acróbatas chinas ofrecerán un repertorio de contorsión, acrobacia y equilibrio con tazas en la cabeza. Es una de las atracciones que dejaron boquiabierto en directo bajo la cúpula del Circo Bolshói de Moscú, el pasado verano, al alma máter del festival, Matabosch, que año tras año recorre los principales escenarios internacionales de circo para construir el programa. En Las Vegas, por ejemplo, descubrió a los equilibristas canadienses Philippe & Marie-Lee, que actuarán sobre un monociclo, y también en Moscú, a Alexander Tarasenko con la rueda Cyr, una especie de círculo gigante que el artista hace mover con equilibrios inverosímiles.

El Duo 2gether y su espectáculo de acrobacia en el suelo
Aparte de visitar las mejores pistas en busca de talento, Matabosch filtra entre la multitud de vídeos que le llegan de posibles candidatos. El resultado, dice, es un programa que “busca la excelencia” y que ha convertido el Festival Elefant d’Or en “el mayor acontecimiento circense de Europa” y en “uno de los quince más importantes del mundo”.
La disciplina este año con más representantes es la acrobacia en el suelo, con siete propuestas. El trío Davydenko, formado por las hermanas ucranianas de 20, 18 y 14 años entrenadas por su madre, el espectáculo del dúo ‘2gether’ de mano contra mano de dos jóvenes talentos que se conocieron en un centro de alto rendimiento en acrobacia deportiva de la ciudad rusa de Krasnordar, el volteo acrobático de los también rusos Uniqum o el adagio acrobático del dúo cubano Loyalty son algunos ejemplos. Por segundo año, se podrá ver un número de barra rusa y saltos mortales con el trío Zholdasovy, de Kazajistán.
La ucraniana de 12 años refugiada en Platja d’Aro Nikol Taranenko hará un número de cintas aéreas
Una edición, la de este año, en la que no faltarán los malabares, con el chileno Chris Aguirre, miembro de una estirpe de cinco generaciones de artistas, y el número de lanzamiento de cuchillos a cargo de la pareja bielorrusa Gomonov, que cortará el aliento al público asistente.

Anna Fursenko y sus hula-hoops
También en esta edición tienen protagonismo los equilibrios y las acrobacias en el aire, con seis atracciones cada una. Destaca, por la juventud de su ejecutora y su bagaje, el número de cintas aéreas de la ucraniana Nikol Taranenko, de doce años, iniciada en esta disciplina cuando tenía solo cinco. Ella y su familia se han exiliado en Platja d’Aro, huyendo de la guerra en su país. Los otros números de cintas aéreas llegan de la mano de los rusos On Exhale, con un espectáculo que hasta ahora solo se había visto en San Petersburgo, el Desire Duo, el acróbata norteamericano Aidan Bryant, muy popular en las redes sociales al participar en el programa televisivo America’s Got Talent , y el DayLight Duo, con una atracción de cintas aéreas a base de la fuerza dental y capilar.

El cómico Cachipuchi
El equilibrista argentino Lucas Suàrez ofrecerá un número pensado exclusivamente por el festival fusionando sus dos disciplinas: los equilibrios sobre bastones y el mástil aéreo. Yovany Méndez, de Colombia, realizará una actuación de equilibrios sobre cilindros encima de una plataforma oscilante. Tampoco faltarán los payasos y el ilusionismo. Los encargados de arrancar las carcajadas del público serán el cómico chileno Cachipuchi y los rusos Entry Clowns Team. Quienes acercarán los espectadores al mundo de la magia serán los austriacos Alpen-Magier, en su primera vez en una pista de circo.
A falta de una semana para el arranque del certamen, se han vendido ya más de 21.000 de las 32.000 entradas disponibles.