La mayor correduría de España de capital completamente nacional celebró ayer sus 125 años de existencia. Ferrer&Ojeda Insurance Partners, con sede central en Barcelona y oficinas principales en Madrid y San Sebastián, realizó ayer un evento conmemorativo en la Llotja de Mar de Barcelona, donde se dieron cita alrededor de 150 directivos de la industria del seguro.
“Esta compañía es el resultado de una ilusión”, declaró en su discurso Lluís Ferrer, consejero delegado del Grupo, quien repasó emocionadamente diversos avatares de la vida de la firma que nació en 1898 o 1899 “tenemos dudas”, señaló, con la sociedad Ojeda y que en 1912 arrancó el periplo comercial de la correduría Ferrer. La alianza entre ambas empresas, amén de la amistad de sus propietarios, se selló definitivamente el 15 de noviembre de 1985 con la fusión que dio origen a Ferrer&Ojeda Insurance Partners.
Lluís Ferrer quiso agradecer a todos los actores que han formado parte de la singladura de la compañía: clientes, aseguradoras, instituciones, asociaciones del sector, colegas y por supuesto el equipo humano de la firma. “Este acto es de agradecimiento por el camino compartido, por el presente que nos une y por el futuro que construimos juntos”, agregó Ferrer. En la celebración participaron el Director General de Seguros, José Antonio Fernández de Pinto, el presidente de la Cambra, Josep Santacreu, y la presidenta de Unespa, Mirenchu del Valle.
Robustez profesional
En la compañía trabajan miembros de la cuarta y quinta generación de las familias fundadoras de las empresas originales y en la actualidad se emplea a 250 personas
La elección de la Llotja de Mar como lugar de celebración institucional no fue casual. El edificio albergó la firma del primer protocolo que tuvo lugar en Barcelona, en abril de 1428. Una mirada al pasado para otear el horizonte de cara al futuro. Ferrer&Ojeda cuenta con la cuarta y quinta generación de sendas familias al frente del negocio, y mantiene una plantilla de 250 empleados en toda España. Su volumen de negocio asciende a 210 millones de euros en primas intermediadas y unos ingresos consolidados que superan los 30 millones de euros. El fin de fiesta tuvo lugar en el parque de atracciones del Tibidabo, donde se concentraron más de 700 invitados.
Lluís Ferrer, en un momento de su discurso
