Pedro Vicente está al frente del negocio Agro de Mapfre España, un ramo importante para el gigante de los seguros tanto por su pasado -arrancó su andadura con ese tipo de seguros en 1933- como por el peso creciente en el presente ante la oleada de problemas que la climatología genera en el campo español.
-¿Cómo se articula un sector de seguros que tiene que hacer frente a varios percances graves durante el año?
Los últimos años han sido muy intensos para el sector, con una enorme exigencia. La volatilidad climática que estamos viviendo ha provocado fenómenos como danas, sequías y pedriscos —que este año han afectado a unas 800.000 hectáreas—, sin olvidar los incendios, que han dañado más de 400.000 hectáreas. Todo ello ha puesto a prueba tanto al sector como al propio sistema de seguros agrarios. Estos fenómenos meteorológicos, que son extremos y cada vez más frecuentes y severos, han puesto de manifiesto la enorme importancia que tiene hoy en día el seguro agrario como herramienta de estabilidad para el futuro de las explotaciones de nuestros agricultores y ganaderos. Por nuestro origen llevamos más de 90 años acompañando al mundo rural y hoy seguimos muy comprometidos con esa misión. Asumimos el reto con responsabilidad y un gran compromiso de ofrecer protección frente a esta incertidumbre como nosotros sabemos, con una gestión muy técnica, profesional y cercana, adaptada a las nuevas realidades que existen hoy en el campo.
-¿Cuáles son los principales riesgos que hay que cubrir?
-Como decía, hoy en día es el clima. La volatilidad climática nos tiene a todos muy expectantes. La sequía nos preocupa especialmente por su extensión e intensidad, pero también los pedriscos, las heladas, las danas, provocan daños. Los últimos casos de pedriscos y heladas son daños más localizados, pero muy agresivos. Además, ya no podemos olvidar, como comentaba anteriormente, los incendios estivales que son de sexta generación, prácticamente incontrolables, inapagables, devastadores. En la ganadería, el reto al que nos enfrentamos es el riesgo sanitario. Estos riesgos no sólo impactan en explotaciones, sino también al sistema de aseguradores. Nos obliga a seguir reforzando la gestión técnica y esa colaboración público-privada que caracteriza el sistema de seguros agrarios para poder dar un reporte y un respaldo a nuestros clientes.
-Con las graves consecuencias que el clima provoca al sector, ¿Usted diría que las administraciones deberían preocuparse un poco más?
-Yo entiendo que tanto las administraciones como las entidades privadas que nos dedicamos al seguro estamos más que preocupadas, ocupadas. Quizás lo que no se estaba, en algún momento, era preparados para esta intensidad y gravedad de incendios. Pero todo lo que ha ocurrido nos sirve de experiencia para, lógicamente, estar altamente capacitados.
-¿Qué les piden especialmente agricultores y ganaderos a Mapfre?
-Nosotros detectamos una doble transformación. Por un lado, la concentración, es decir, menos explotaciones, pero más grandes, más profesionales. En segundo lugar, figura el avance tecnológico, la tecnificación de bioseguridad, sensores, genética de alta gama, manejo de datos. Es decir, esto ha impulsado, en nuestra opinión, una mejor cultura de la gestión del riesgo y sin duda una evolución del seguro hacia productos más modulables, específicos. El perfil hoy en día del productor es el de una persona más profesional, orientada a la eficiencia, que cumple perfectamente la normativa, en cuanto a seguro con coberturas combinadas. Y a la vez, este cliente actual de los servicios Agro valora los servicios añadidos como pueden ser prevención, asistencia o tramitación digital. En definitiva, agricultores y ganaderosel demandan especialmente tres cosas: estabilidad, rapidez y acompañamiento. O sea que, cuando sufren un siniestro, van a tener una respuesta ágil que les permita continuar con su actividad. Con un respaldo ágil y eficiente.
-¿Cuál va a ser la evolución del mundo del seguro en el campo?
-Al hilo de lo que explicaba de nuestra respuesta rápida y ágil, es fundamental la implantación que tenemos en el territorio. Contamos con más de 3.100 oficinas en toda España, de las cuales el 46% de las delegaciones las tenemos en poblaciones de menos de 20.000 habitantes. Y 560 de esas oficinas se encuentran en poblaciones con menos de 5.000 habitantes. Estamos establecidos en zonas pequeñas, incluso de difícil acceso, y además con grandes profesionales. Por ello, para nosotros el mediador es clave. Vive en la zona, entiende el terreno, asesora de forma cercana, es conocido y está formado. Mapfre ofrece un apoyo técnico-comercial muy importante y se convierten en el nexo fundamental entre el cliente y la aseguradora por lo que contribuyen de forma decisiva al crecimiento del seguro.
-¿Y las líneas maestras del seguro agro en el futuro?
Estamos impulsando coberturas más flexibles y modulables, que permiten adaptarse a la característica de cada una de las explotaciones, bien sea agrícola o ganadera
-Nosotros estamos trabajando la innovación que está marcando el rumbo del seguro agro. Es la gran realidad del campo. Si no innovamos, no avanzaremos. Hoy utilizamos herramientas de análisis de datos, predictivos, sensores, datos para evaluar riesgos, ajustar mejor las coberturas.
En Mapfre hemos digitalizado buena parte del proceso de la gestión de siniestros que, entre otros aspectos., reduce el tiempo de respuesta y mejora sin duda la experiencia del cliente.
En cuanto a producto, también estamos impulsando coberturas más flexibles y modulables, que permiten adaptarse a la realidad y a la característica de cada una de las explotaciones, bien sea agrícola, bien sea ganadera.
El conocimiento del sector es lo que nos permite estar a la última. Cualquier actividad pasa por integrar tecnología y sostenibilidad, manteniendo nuestro nivel de llegada e implementación con el cliente.
-Un seguro del campo moderno, más tecnológico, como dice, ¿puede también ayudar a que cambie la decisión de muchas personas de poder volver a vivir en el mundo rural?
-Sin duda. Tener tantas oficinas hacen que la implantación de Mapfre genere economía sostenible, porque trabajamos con fontaneros, cristaleros, y distintos profesionales y colaboradores y aportamos actividad a pequeñas empresas y autónomos. La seguridad económica y la estabilidad son factores decisivos en cuanto a un seguro agrario a la hora de emprender o volver al medio rural. Un seguro agrario al final, eficiente, ágil y moderno, que cubra los riesgos y las preocupaciones del agricultor o ganadero, puede ser una palanca muy poderosa para fijar a la población y favorecer la inversión en estas zonas rurales. Está claro que permite tanto a nuestros clientes, agricultores y ganadores, centrarse en lo que es su profesión, que es producir, invertir y mirar a largo plazo con tranquilidad. Esa seguridad económica fomenta el relevo generacional para que más jóvenes se animen a emprender en el campo.
-¿Con estas acciones se puede ayudar a reequilibrar el mapa poblacional en España?
-Lo intentamos. A través de la Fundación Mapfre estamos muy orientados a favorecer el desarrollo de las zonas menos pobladas y del mundo rural con diversas ayudas. Me centraré en tres. Por un lado, la ayuda Más Rural -coofinanciada por el Fondo Social Europeo plus y Fundación Mapfre- pone 18 millones de euros, este año, a disposición para actuar en la inserción sociolaboral en las zonas necesitadas. Con ello, Mapfre demuestra su interés en fijar población. Otra iniciativa es la convocatoria de un premio bienal, a la mejor iniciativa agropecuaria, que reconoce la labor de agricultores y ganaderos en línea con la innovación para mejorar estándares de control de calidad y la optimización de recursos y sostenibilidad a largo plazo. El premio está dotado con 45.000 euros. En tercer lugar, tenemos el programa de ayudas al empleo, Accedemos, que ofrece ayudas anuales desde 2013 a las pymes y autónomos especialmente en zonas rurales. Todo ello demuestra que en Mapfre de una manera u otra estamos ocupados en desarrollar la actividad económica en la España rural.
-¿El origen agro de Mapfre es un motor para diseñar nuevas coberturas para el campo?
-Mapfre nació en 1933 como Mutualidad de la Agrupación de Propietarios de Fincas Rústicas de España, que aseguraba a trabajadores agrícolas y ganaderos. La vocación de proteger el campo forma parte de nuestro ADN. Casi un siglo después, seguimos sintiendo esta responsabilidad que es la de cuidar el futuro del campo.
-¿En qué consiste el seguro agrario combinado?
-El seguro agrario combinado es un sistema único en Europa y yo diría que en el mundo. Muchos países nos visitan para conocer el modelo.
Es un sistema basado en la colaboración público-privada. El Estado, a través de ENESA, que subvenciona parte de la prima, ,y Agroseguro, que coordina la gestión de las pólizas y de las entidades coaseguradoras, como Mapfre, asumen los riesgos, la comercialización y la atención al cliente. Es un modelo que ha demostrado su eficacia en los más ya de 40 años de vida que tiene y ha sido fundamental para el campo y para el ganadero español.
-¿Cuánto pesan los seguros agro en Mapfre?
-En el seguro agrario combinado manejamos 195 millones de euros de primas, que representa el 18,20% del total del seguro agrario español, según datos del 2024. Además, tenemos otro tipo de seguro agro, que es un multirriesgo de explotaciones, empresa, Responsabilidad Civil, maquinaria agrícola, etcétera, con el que gestionamos 110 millones. En total, el peso agro en Mapfre es de unos 300 millones de euros.
-El sector agrario sigue siendo clave en la economía española.
-España sigue siendo un país muy agrícola y muy ganadero, aporta más del 10% del PIB, cadena de empleo, de vida en territorio. Y en Mapfre lo tenemos muy claro, nuestro reto es acompañar al agricultor y al ganadero en esta nueva etapa, más tecnológica, más sostenible y quizá más incierta.
