Si Supergirl quiere una segunda temporada, tendrá que adaptarse a las tarifas low-cost. El canal CBS, que emite la serie en Estados Unidos, todavía no ha anunciado qué series noveles tendrán una segunda temporada y en el caso de Supergirl no depende estrictamente del rendimiento hasta el momento sino de su capacidad por recortar gastos, según informan en el portal Deadline.
El principal problema de Supergirl, que se estrenó en octubre con una de las mayores campañas promocionales del año, es que está producida por Warner Bros, que tiene la mayoría de los derechos de los personajes de DC Comics y no una productora in-house como CBS Studios. Esto significa que les sale bastante cara por una sencilla razón. Hoy en día prácticamente ninguna serie estadounidense genera beneficios desde su primera emisión. Como no la producen ellos, no quieren asumir las pérdidas cuando no se benefician del resto del recorrido comercial (derechos de streaming, derechos internacionales, merchandising).
Al personaje de Kara Zor-El tampoco la ayuda que alzó el vuelo con muchísima fuerza con casi 13 millones de espectadores y 3,1 puntos en los demográficos (un dato que ascendió a casi 17 millones y 4,4 tras sumar la audiencia en diferido de los primeros días). Si hubiera seguido con estas cifras posiblemente no estaría negociando tarifas para la siguiente temporada. Sin embargo, al igual que el resto de la programación Supergirl perdió fuelle y se despidió con seis millones y 1,3 en los demográficos que buscan los anunciantes (espectadores de 18 a 49 años).
Para reducir costes y así cobrar una licencia de emisión más barata al canal CBS, Warner Bros se está planteando unos cuantos escenarios. Por ejemplo, podría trasladar el rodaje de la serie de Los Angeles a Vancouver para aprovechar los incentivos fiscales y optimizar la producción ahora que la California Film Comission no les ofrece ventajas fiscales en California para la segunda temporada (de un año para el otro han cambiado el método para elegir las beneficiadas). Cada vez hay más estadounidenses cansados de ver como sus series se mudan al vecino del norte pero Warner Bros ya rueda allí sus demás series de superhéroes como Arrow, Legends of tomorrow y The Flash, con la que incluso hizo un (entrañable) crossover episódico esta primavera.
La situación de Supergirl, que conste, no es nada fácil también por su creación. Las series producidas para un canal generalista masivo como CBS suelen partir con unos costes superiores al de ficciones de cable o canales más pequeños como The CW. En este mismo canal nunca se hubieran podido permitir el lujo de contratar una estrella televisiva como Calista Flockhart para interpretar un papel secundario en una de sus series y en CBS, en cambio, la tenemos como Cat Grant, una magnate de los medios de comunicación y jefa de Supergirl.
Desde CBS y Warner Bros también se plantean dos escenarios más. Por un lado, reducir el número de episodios de la segunda temporada y seguir un modelo más propio del cable. Pero cada vez suena con más fuerza la posibilidad que CBS cancele la serie y que Warner se busque un nuevo hogar para la serie, para ser exactos el canal The CW, que asimila mejor la idea de emitir las series con pérdidas. La mitad del canal curiosamente pertenece al conglomerado de CBS y la otra mitad a Warner Bros y suelen llenar su programación con producciones de ambas empresas, asumiendo que los beneficios les llegan desde el mercado internacional.
Existían rumores, de hecho, que vaticinaban que Supergirl acabaría directamente en The CW desde su primer año acompañando así a The Flash y Arrow. Recordaba el caso de Ringer, una serie con Sarah Michelle Gellar que se había producido para CBS y finalmente había acabado en el canal orientado al público juvenil, y también de Crazy ex girlfriend, que se había producido para Showtime y acabó en The CW llevándose el Globo de oro a la mejor actriz de comedia para Rachel Bloom.
El único problema es que la viabilidad de la prima de Superman sería mejor si se hubiera tomado esa decisión después de rodar el piloto para ajustar los costes desde la pasada primavera. Después de rodar toda una primera temporada, resulta más difícil pasar las tijeras por todo el equipo de producción, reparto y los guiones.
Eso sí, si los números salieran, sería una gran noticia. De estar en The CW, los crossovers serían más factibles con apariciones de Melissa Benoist, la actriz protagonista, también en The Flash. Y, si tenemos en cuenta que el crossover fue uno de los grandes aciertos de la primera temporada, ya estamos unos cuantos cruzando los dedos.