Seguir todas las series en emisión es como querer abrazar el agua. Es imposible. El público antes vivía una realidad donde llegaban las series con cuentagotas pero ahora llegan con un volumen y una velocidad torrenciales. Sólo hay que ver el último estudio elaborado por el canal de cable FX que afirma que en 2016 se emitieron 455 series originales sólo en Estados Unidos. O sea, que hay 454 series aparte de Juego de tronos.
Esta cifra explica esa situación que los seriéfilos se encuentran muy a menudo, cuando creen estar prácticamente al día de todas las series que tienen que ver y de repente les aparece un amigo con una serie que ni sabían que existía. “La tienes que ver”, te dicen con condescendencia.
En 2016 se produjeron un 7% más de series en EE.UU.”
Estas 455 series también explican que los espectadores sientan cierta ansiedad por la cantidad de joyas que deben haber escondidas. Se trata de un incremento del 7% con respecto el año anterior pero de un aplastante 137% con respecto el 2006 cuando no todos los canales de cable apostaban por la producción propia y mucho menos durante todo el año.
Pero este estudio es muy interesante por las inercias que se pueden ver en el mercado. Si hace una década se mostraba un cambio del paradigma, con los canales de cable buscando solidificar su imagen con las ficciones y queriéndose comer una parte del pastel de los generalistas, ahora el animal depredador son las plataformas de contenidos.
El aumento es gracias a las plataformas de contenidos como Amazon, Netflix y Hulu”
Así se explica que se hayan batido récords de producción en Estados Unidos cuando en el cable básico (AMC, MTV, FX) sólo se hicieron 181 series (-3,7%), en el cable premium (HBO, Starz, Showtime) sólo produjeron 37 (-2,7%) y las generalistas (ABC, FOX, NBC) sólo fueron responsables de 145 (-3,3%).
Pero es que plataformas como Netflix, Amazon y Hulu entre otras sí apostaron fuerte por las producciones propias para captar suscriptores para sus catálogos y en total emitieron 93 series (+102%) entre las que se incluyen series revelación como The get down y también patinazos como la serie de Woody Allen en Amazon (Crisis in six scenes) o la nueva serie de Hugh Laurie para Hulu (Chance).
Producir ficción no garantiza construir una imagen de marca con tanta competencia”
Esta situación se describe como el Peak TV por la incapacidad del espectador de seguir la pista de todas las producciones porque no existe tiempo suficiente para verlas todas, incluso los críticos. Y la racha de bonanza no habría terminado. Desde FX calculan que en 2017 podrían estrenarse más de 500 series en Estados Unidos si se siguen los plazos previstos.
Pero no existe un experto en la industria que no sea consciente que esta inercia de producción tiene fecha de caducidad y a partir de 2018 podría caer la producción. Cada vez son más los canales de cable que descubren que una inversión tan alta no garantiza construir una imagen de marca como sí consiguieron en AMC con Mad men y Breaking bad, y encima los hábitos de consumo están cambiando.
Se calcula que en 2017 se superarán las 500 series aunque podría ser un último pico antes de la caída”
Sea como sea, ahora se entiende mejor porque siempre existe alguien que te pilla con la guardia baja y una recomendación que no te esperas. Antes seguir series buenas significaba ver las diez series del momento y ahora, en cambio, siempre hay algo escondido que casi nadie ve y vale mucho la pena. O que queda bien decir que vale la pena.
Bueno, y esas 455 series sólo son las estadounidenses. Si le sumas las del resto del mundo (en Xataka hasta recomiendan una coreana como lo mejor del año), ya puedes coger una bolsa de plástico para calmarte, respirar hondo y darte cuenta que seguir todas las series es literalmente imposible, incluso si sólo quieres seguir las buenas.
Ahora es imposible seguir todas las series buenas o interesantes”