Los amantes de la televisión americana tenemos un problema. Escuchamos siempre que Lucille Ball es la mejor actriz de comedia de todos los tiempos pero no podemos encontrar su serie en Netflix. Tampoco en Amazon, Movistar, HBO o Filmin. Lo mismo sucede con otros monstruos de la comedia como Mary Tyler Moore, Ted Danson o Candice Bergen que ninguna persona millenial puede apreciar en todo su esplendor porque sus contenidos son de difícil acceso.
Quizá es hora que las plataformas de contenidos se pongan las pilas con las comedias más míticas de todos los tiempos, siempre de fácil revisionado. Hay unos primeros pasos como la compra de Seinfeld por parte de Amazon y la no tan veterana Will y Grace estará entera en Movistar a partir de junio. Pero el cuerpo pide más risas y estos son los clásicos que deberían rescatar. ¡Hay que ponerse las pilas!
Frasier
John Mahoney en el plató de Frasier en el último día de rodaje.
La muerte de John Mahoney no solamente ha recordado lo magnífica que era la serie Frasier, ganadora de cinco premios Emmy consecutivos como mejor comedia (un récord que también ostenta Modern family), pero también que necesitamos otra vez a Frasier en nuestras vidas. Los hermanos Crane interpretados por Kelsey Grammer y David Hyde Pierce eran sinónimo de humor agudo que aprovechaba muy bien las neuras de dos psiquiatras en Seattle, uno de ellos enamorado de la fisioterapeuta que cuidaba de su padre, Daphne (Jane Leeves). Tampoco es como si el formato de la sitcom tradicional hubiera evolucionado mucho...
Las chicas de oro
A ver, antes de que todas las mujeres tuvieran que decidir si eran una Carrie, una Charlotte, una Miranda o una Samanta de Sexo en Nueva York (o una Brie, una Susan, una Lynette o una Gabrielle de Mujeres desesperadas), estaban ellas. Me refiero a Dorothy, Rose, Blanche y Sophia, las cuatro veteranas que compartían chalet en Miami. Son 180 episodios que ver en un suspiro pero que están en el limbo. Sí, Grace y Frankie con Jane Fonda y Lily Tomlin intenta cubrir ese hueco en Netflix pero también queremos las mujeres mayores originales.
Cheers
No puede ser que lo último que se pudiera ver de Cheers en España fuera Antonio Resines y su innecesario remake (que más bien parecía un reboot de Los Serrano). Es hora de recuperar esta comedia creada por Les y Glen Charles, además del mítico James Burrows (el director que se ha puesto detrás de las cámaras en más de 1000 episodios), que sirvió de lanzadera de Frasier (sí, la comedia más premiada de todos los tiempos era un spin-off) y que hizo que Ted Danson sea una de las estrellas de televisión más indiscutibles de todos los tiempos. En The Good Place está fantástico pero queremos verlo en su obra cumbre.
MASH
Nos quejamos de las adaptaciones, versiones, remakes, reboots y similares pero MASH no existiría si solamente se produjeran obras originales. Estrenada en 1972 con Alan Alda en el papel principal, adaptaba la película MASH con Donald Sutherland de 1970 que a su vez adaptaba el libro de Richard Hooker. Una comedia bélica necesaria en tiempos de la guerra de Vietnam que se podía permitir bromear porque se ambientaba en la guerra de Corea. Se despidió el 28 de febrero de 1983 con el episodio más visto de la historia de la televisión americana con 125 millones de espectadores.
Roseanne
Vuelve el 27 de marzo en Estados Unidos con cierto reseteo. Probablemente son pocos los que se acuerdan que los guionistas destrozaron la serie en su novena temporada, haciendo que los Conner ganasen la lotería (y dejasen de ser la familia trabajadora humilde de siempre) y matando a Dan, el personaje interpretado por John Goodman. Pero este revival capitaneado por la Whitney Cummings (2 Broke Girls) promete devolver la serie a su esencia, la de una familia blanca trabajadora y muy humilde que tiene problemas para llegar a fin de mes. Roseanne Barr puede que sea una personalidad muy excéntrica pero nadie puede negar que era un portento en esta serie.
Murphy Brown
Candice Bergen vuelve en otoño.
La periodista y presentadora Murphy Brown fue todo un icono feminista en los ochenta y los noventa, sobre todo cuando decidió ser madre sin estar casada y sin necesidad de tener el padre involucrado. Las asociaciones de familias cristianas no estuvieron encantadas con la decisión creativa de la serie de Diane English. La actriz Candice Bergen era tan influyente que después de ganar cinco premios Emmy decidió dejar de participar en los premios para no acapararlos todos. Ahora todos están listos para volver en otoño con una temporada excepcional y desde aquí pedimos que alguien se haga con los derechos de los episodios emitidos entre 1988 y 1998 para así poder apreciar Murphy Brown como se merece.
The Mary Tyler Moore Show
Estrenada por estos lares como La chica de la tele, el secreto de su relevancia tiene que ver con su argumento. La actriz interpretaba a Mary Richards, una mujer soltera de treinta años que se trasladaba a Minneapolis para trabajar en un canal de televisión. ¿No parece rompedor, verdad? Pues en 1970, mientras aquí todavía estaba instalado el franquismo, era la primera serie estadounidense en tener una mujer trabajadora, independiente y soltera como protagonista. Y, si Murphy Brown era heredera de ella, esta serie de Mary Tyler Moore era heredera de la siguiente.
I Love Lucy
Puede parecer un poquito loco pedir que recuperen una serie estrenada en octubre de 1951. Pero I Love Lucy no es una serie cualquiera. Durante seis temporadas y 180 episodios fue el vehículo de lucimiento de Lucille Ball, la actriz de comedia más respetada de la televisión americana, liderando en cuatro de sus seis temporadas y se despidió estando en la cima. La historia de Lucy y su marido Ricky (Desi Arnaz) se basaba en la vis cómica de Ball. El atractivo de la serie es el mismo que el de una buena película de Charles Chaplin: un buen sketch no pasa nunca de moda. Este, por ejemplo, es desternillante.
