El desenlace de Silo, lo siento, no hará que un servidor piense distinto con respecto a cómo Graham Yost, el creador, ha llevado las tramas. Juliette, después de salir del silo y conocer a Solo, entendió que debía volver lo antes posible para evitar una rebelión que llevase a la muerte a toda su comunidad. Hizo poleas, aprendió a bucear y nadar, incluso se tomó la molestia de sentir empatía por unos desconocidos en quienes apenas no hemos podido profundizar. Y, qué casualidad, volvió justo a tiempo para evitar el desastre: con un mensaje escrito en una tela advirtiendo a sus conciudadanos que el exterior no es habitable.
Vayamos a correr un tupido velo sobre ciertos detallitos como el arco exprés de los habitantes del Silo 17, que seguramente serán uno de los motores de Juliette para la tercera temporada; la conversación de Lucas y Bernard, donde oímos absolutamente todo menos la única información que nos interesa, en una ocultación de la información descarada y hasta podríamos decir que irrespetuosa; o el hecho que se supone que, como Martha después se arrepiente, debemos perdonarle la traición inicial y posiblemente letal a la resistencia de Knox y Shirley y toca interpretarla como una heroína.
En lugar de lamernos las heridas, decepcionados por una temporada a la que se le han visto las costuras, podemos hablar de los aspectos más interesantes de este final. ¿Comenzamos?
Quién muere y quién se salva

No pinta bien para Bernard, el personaje interpretado por Tim Robbins.
Juliette volvió al silo. Se encontró con un Bernard suicida a la salida del búnker: no estaba nihilista por la rebelión sino por el descubrimiento que él no es nadie, que solo es una pieza de un engranaje que ni él mismo controla y que le puede matar en cualquier momento. Y Juliette, sin saber que la cámara de descompresión del silo siempre se incinera por defecto con cada salida, entró allí. La despedimos con Bernard entre llamas.
Por suerte, no debemos sufrir por Juliette. ¿Alguien se acuerda de cómo, casualmente, en el Silo 17 se mencionaron las ratas que los jóvenes supervivientes tenían que comer para subsistir? ¿Y que esas ratas se comieron el vestido de Juliette, haciendo que no se pudiera utilizar? ¿Y que Solo (o, bueno, llamémoslo Jimmy, mejor) le prestó el uniforme de bomberos?

Iain Glen se sacrificó por la resistencia.
Cabe esperar que exhiba quemaduras en la próxima temporada, que esté herida, pero estará viva. No podemos decir lo mismo de Bernard, que tiene todos los números de haber fallecido calcinado al igual que Pete Nichols, el padre de Juliette, que se tuvo que inmolar por la causa.
¿Inteligencia artificial?
Decíamos que Silo tiene muchos puntos en común con The 100, una serie con menos ínfulas pero extremadamente entretenida en sus primeras temporadas. Y, como si la serie de Apple TV+ quisiera darnos la razón, esta temporada parece haber confirmado un villano inesperado en esa realidad distópica, industrial pero sin apenas tecnología: una inteligencia artificial que escucha a todos los habitantes del silo y que, si considera que se desvían de su cometido (o vuelven a salir a la superficie), tiene una tubería venenosa lista para liquidarlos.
O, bueno, este llamado Algoritmo podría no ser una inteligencia artificial pero sí alguien que controla los silos como hasta ahora Bernard controlaba a sus ciudadanos; o una tecnología que está al servicio de alguien que ni conocemos (que no conocemos todavía todas las castas del silo). ¿Qué objetivo tiene esta voz que evita que Lukas siga adelante por el túnel de la planta secreta inferior y que parece conectar los distintos silos? ¿Qué clase de experimento llevan a cabo sin ser conscientes de ello las personas-hormigas del silo?

Lukas nos oculta información de una forma hasta irrespetuosa.
Lo divertido del asunto es que esta IA cree que Camille Sims debe ser la nueva jefa tecnológica por delante de su marido. Ay, será interesante ver la tensión con Robert a la hora de la cena, quien lleva décadas codiciando un puesto que no le pertenece: no es lo bastante inteligente o curioso para entender el proyecto.
¿Y qué significa la última escena?
Como sorpresa final de la segunda temporada, Silo presentó dos nuevos personajes en otro momento tecnológico, imaginamos que cientos de años antes de los hechos protagonizados por Juliette. En Washington, el congresista Keene (Ashley Zukerman) cree tener una cita con Helen (Jessica Henwick). No es el caso.
En realidad, Helen es periodista y quiere conocer más detalles sobre el contexto diplomático de los Estados Unidos. Irán probó una nueva arma química en Nueva Orleans y quiere saber qué se plantean hacer los políticos con respecto a esta nueva amenaza nuclear. En la conversación no se puede pasar por alto que quizá ni tan siquiera Irán es la gran amenaza sino que podría haber una conspiración tramada desde los Estados Unidos.
En un guiño hacia el futuro de ese universo de ficción, podemos ver cómo el congresista le da a la periodista un administrador de caramelos, el mismo que George le dio a Juliette. Con esta escena, Graham Yost hace una declaración de intenciones: la tercera temporada contará cómo la humanidad acaba encerrada en silos, cómo se construyeron, qué sucedió allá fuera y por qué la propia estructura no quiere que los habitantes de los Silos conozcan la historia y cuál es su cometido.
Rebecca Ferguson estará presente

Juliette ha vivido su particular reboot 'lostiano' de McGyver sin arco dramático.
Eso sí, quien tema que Juliette y toda su línea temporal desaparezcan durante la tercera temporada, como sí sucede en la segunda novela de la trilogía de Hugh Howey que adapta Yost, el guionista tiene previsto mantener a Rebecca Ferguson en nómina como actriz (que, recordemos, también es productora ejecutiva). “Puedo decir que tenemos a Rebecca Ferguson interpretando a Juliette, y no estará solo en la última escena de la temporada”, adelantó a TVLine sobre la estructura que piensa seguir.
Ahora, con una tercera y una cuarta temporadas ya anunciadas por Apple TV+ y que servirán para cerrar la historia, solo nos queda elucubrar a los que no hemos leído las novelas. ¿Qué papel desempeñará Juliette en el Silo 18? ¿Será alcaldesa? ¿Camille y Lukas harán buenas migas como las dos personas con acceso al arsenal de documentación del búnker? ¿Cómo podrá Juliette evitar el protocolo Safeguard sin que se entere la inteligencia artificial o lo que sea que los espía a todos? ¿Y cómo ayudará a los habitantes del Silo 18, teniendo en cuenta que les quedan unos seis meses de vida hasta que el nivel del agua sea insostenible?