El poliamor y las 'triejas' ahora son 'mainstream'
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'Doctor Odyssey' pone sobre la mesa que quizá la mejor fórmula sentimental no sea la pareja

Sean Teale, Phillipa Soo y Joshua Jackson en 'Doctor Odyssey'.

Doctor Odyssey es interesante si se entiende cuál es su perfil. Es una serie pensada para la televisión en abierto de los Estados Unidos, cautelosa por definición, tanto por su objetivo de atraer un público mayoritario como por la presión de los lobbies conservadores. Es un drama ligero sobre los casos médicos, las vivencias y las tensiones sexuales a bordo de un crucero creado por un Ryan Murphy en su vertiente más comercial, como en 9-1-1.
El espectador nunca puede saber si le toca ver un episodio más anclado en el drama, en la comedia o qué clase de fiesta temática habrá en el Odyssey: desde una boda a una fiesta gay, un casino o una convención de amantes de los patitos de goma. Pero, a partir de esta fórmula tan sencilla, tiene una idea valiente: plantear el poliamor como el conflicto vertebral de la ficción.
El espectador nunca puede saber si le toca ver un episodio más anclado en el drama, en la comedia o qué clase de fiesta temática habrá en el Odyssey
Al comienzo de la serie, las convenciones televisivas llevaban a pensar que el triángulo amoroso entre la enfermera Avery (Phillipa Soo), el enfermero Tristan (Sean Teale) y Max (Joshua Jackson), el nuevo doctor del transatlántico, se centraría en qué hombre elegiría ella. En cambio, a estas alturas, los tres ya se han tenido que plantear si la relación ideal quizá no es la tradicional, con la aparición episódica de una trieja de hombres con John Stamos para reflexionar abiertamente sobre la cuestión.
Es una nueva tendencia en la ficción mainstream. Desde Atresplayer, Física o Química: La nueva generación ya naturalizó esta cuestión con Asia (Rocío Velayos), Koldo (Kiko Bena) y Jon (Miguel Fernández) y, desde Max, Ava (Hannah Einbinder) disfruta conociéndose a todos los niveles con un matrimonio en Hacks.

Es valiente cuando quien ofrece reflexiones sobre las formas que puede adoptar el amor pertenece a la televisión en abierto y se desarrolla el tema a partir de personajes protagonistas. Es la escuela de ficción de Ryan Murphy que, desde Nip/Tuck, Glee o American Horror Story, busca cómo tensar las limitaciones de la televisión y desafiar la moral del espectador, incluso desde un entretenimiento tan superficial como Doctor Odyssey, que como máximo aspira a anestesiar al espectador durante cuarenta minutos con inverosímiles operaciones a bordo del crucero.
En la segunda mitad de la primera temporada, que regresa el próximo jueves a Disney+, el trío ya se ha consumado y un embarazo rompe el frágil equilibrio entre Avery, Tristan y Max. Y, para elevar la tensión, toca cumplir con la tradición de cualquier serie marítima: un ataque de tiburón (y otras sorpresas) da la bienvenida al espectador, con brazos y piernas a punto de ser amputadas, con Rumer Willis (la hija de Demi Moore y Bruce Willis) y Adrianne Palicki como actrices invitadas.
También se espera, en este tramo de episodios, la aparición de Angela Bassett como la sargento Athena Grant, en el que es el primer crossover entre Doctor Odyssey y 9-1-1.