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Brad Ingelsby: “Cada personaje es importante en ‘Task’”

Entrevista

El creador de 'Mare of Eatstown' estrena su nuevo proyecto en HBO Max con Mark Ruffalo como protagonista

Brad Ingelsby

Brad Ingelsby

Dia Dipasupil / Getty

Hijo de una estrella del baloncesto, podría haberse quedado en ese mundo. Sin embargo, Brad Ingelsby siempre supo que quería escribir y con ese talento se abrió camino en el mundo del cine, gracias a un primer guion, La ley del más fuerte , que dirigió Scott Cooper y protagonizaron Christian Bale y Woody Harrelson. Pero su posición en Hollywood cambió gracias a Mare of Easttown , la serie por la que Kate Winslet ganó en los Globos de Oro y los Emmys (donde ganó otros tres y compitió en otras 13 categorías). Ingelsby ahora regresa con Task , otra compleja historia que protagoniza Mark Ruffalo como un peculiar agente del FBI y en la que se destaca Emilia Jones, la protagonista de CODA .

Después del éxito que tuvo Mare of Easttown , ¿por qué decidió continuar su carrera con Task ?

A decir verdad, no tenía muy en claro que era lo que iba a hacer después de “Mare”. A mi me interesan los personajes por sobre todas las cosas. Es que todo lo que he escrito en mi vida ha surgido a partir de ellos. Cuando empecé a pensar en esta historia tuve en claro que no podía hacer otra serie sobre quién lo había hecho. Ese es el género de “Mare”. Fue el motor que usamos para ese proyecto. Y cuando se me ocurrieron los personajes de Tom y Robbie me pregunté cuál era el motor que iba a unirles, o que iba a llevar a la audiencia a lo largo de la historia. Me pareció que la tensión podía surgir de un enfrentamiento que parece inevitable. Y una vez que empecé a armar las cosas, decidí cuál era el lugar en donde quería contar la historia, que es el condado de Delaware, en Pensilvania, porque es la gente que conozco y que me importa, porque allí es donde crecí. Por otro lado, también tenía en claro que esta historia tenía que ser tan compleja como la de “Mare”, y tan cuidada como fue la de esa otra serie. Lo cierto es que una vez que tuve en claro que esta historia trataría sobre dos personas que están de lados opuestos de la ley, sentí que iba a ser algo muy distinto, aunque con una tensión tan potente como en la otra, y eso tiene que ver con los actores con los que contamos, porque logran que te importen cada uno de los personajes que aparecen. Logran que te inquietes porque sabes que se van a enfrentar, y que te preocupes por lo que puede pasar cuando eso ocurra. Una vez que armé la estructura, y con la seguridad de que teníamos buenos personajes y un motor potente para que empujara la historia, sentí que nos íbamos a poder dejar llevar.

¿Diría que en la serie hay un juego entre el gato y el ratón?

En cierto modo si, creo que ese es el género que le define. En definitiva, se trata de una persecución. Pero lo que espero que le distinga es que en “Task” cada personaje es importante. No solo interesan los policías, sino también los criminales y los villanos. Pero a la vez, es un drama sobre cómo es vivir bajo presión, para la gente que se siente arrinconada porque no tiene opciones. Confío en que aunque la audiencia no siempre acuerde con las decisiones que se toman en la pantalla, puedan entender por qué lo hacen.

¿El desafío fue lograr que la audiencia se conecte con ellos, aunque no sean un dechado de virtudes?

Claro. Me pareció muy interesante la relación que tiene Maeve, el personaje de Emilia Jones con el de Tom Pelphrey, Robbie, porque es posible que ella esté resentida con él pero al mismo tiempo le quiere, y esas son las cosas que nos gustan a los guionistas. Lo que intentamos hacer fue no pintarles como buenos o malos, sino tratar de entender por qué actúan de esa forma. Robbie hace cosas muy malas, pero ¿que es lo que hay debajo de la superficie? El objetivo es mostrarle de una manera honesta y auténtica. Además me gusta que los actores participen, y si tengo a Emilia y Tom en el set, les voy a preguntar lo que opinan. La mejor idea es la que gana. Si ella me da sus razones por las que Maeve está resentida con él, lo voy a tener en cuenta.

En el caso de Mark Ruffalo, su personaje sabe cómo conectarse con la gente...

Si, cuando hablé con él le expliqué que su agente del FBI no tenía nada de especial. No es bueno disparando, no es el que va a entrar primero en una habitación ni el que va a darse cuenta de las cosas que a los demás se le pasan. Eso no es lo que le vuelve interesante como detective, sino que encara su trabajo desde una mirada única. Es un téologo, ha pasado por un seminario. Estuvo a cargo de una parroquia y en algún momento era quien escuchaba las confesiones de los fieles. El ve su trabajo como un servicio a la comunidad. Creo que Tom, su personaje, y también Mark como persona, es amable y alguien con mucha compasión, y eso es precisamente la gran diferencia con el típico agente del FBI. Este es un hombre que está buscando constantemente el lado bueno de la gente, y eso es lo que le permite conectarse con los demás. Me intrigó la combinación de sacerdote y detective. Es alguien que puede ver a los otros, entender sus problemas y sus miedos, y aconsejarles. Me pareció que era algo que no se había visto antes en la televisión. Yo creo que Mark comparte muchas de las caracteristicas de su personaje. En la vida real es como Tom Brandis. Y por eso era el actor ideal para el papel.

¿Cómo se le ocurrió que los villanos fueran los motociclistas?

Cuando era niño oí historias sobre una pandilla de motociclistas que se llamaba los Warlocks. No se si siguen existiendo, pero en los '70s eran muy famosos en Pensilvania. Para crearles trabajé con varios asesores, porque cuando hablé con los policías sobre estas pandillas, solo me decían que eran adictos y que no estaban muy bien organizados. Tenía en claro que eso no era lo que yo quería. Me hacía falta un enemigo que la audiencia temiese. Y a la vez quería poder entenderles como personajes, darles cierto nivel de complejidad como a todos los demás. Y a la vez, me interesaba mostrar que eran capaces de hacer cosas escalofriantes. Digamos que tuve que encontrar un equilibrio. Sam Keeley y Jamie McShane funcionaban muy bien juntos, por lo que pusimos el acento en la relación entre padre e hijo. Me pareció que era la forma en que la audiencia iba a poder conectarse con ellos. Si, son los villanos, pero quería que se les pudiese entender en un plano emocional.

Gabriel Lerman

Gabriel Lerman

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