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'La bestia en mí' de Netflix, un thriller deluxe con Claire Danes y Matthew Rhys

Estreno

¿Alguien vio 'The Jinx'? El protagonista está claramente inspirado en Robert Durst

Claire Danes y Matthew Rhys, dos estrellas televisivas.

Claire Danes y Matthew Rhys, dos estrellas televisivas.

Courtesy of Netflix

El thriller es una de las principales armas de Netflix. Es un género que, gracias a la tensión y al misterio, puede sumir fácilmente al espectador en un estado de vicio, sobre todo en una plataforma que todavía tiene como reclamo el binge-watching o maratón como forma de consumo. Pero cuántas veces seis, ocho o diez horas a una historia solo por esa ansiedad por resolver el misterio principal, de responder la cuestión que plantea el primer episodio, sin tener necesariamente más alicientes a nivel argumental. La bestia en mí, que Netflix ha estrenado este jueves, quizá no justifica del todo su existencia más allá de esa ansiedad por respuestas pero, como mínimo, representa su versión deluxe.

Aggie Wiggs es una escritora de éxito que, desde que su hijo murió en un accidente, ha sido incapaz de publicar un libro. Su mujer la dejó, las cañerías de su casa están hechas un desastre, las facturas se amontonan y la rabia la consume. No sale de este bucle existencial hasta que se instala Nile Jarvis en la casa del lado. Él es un millonario, criado en una dinastía de la construcción, sobre el que pesa una infame reputación: su primera mujer desapareció en extrañas circunstancias y, a pesar de que no se ha podido demostrar, hay quienes piensan que la mató. ¿Podría la verdad de Niles devolver a Aggie a la vida… o llevarla precisamente a su muerte?

El juego del gato y el ratón impulsa el ritmo.
El juego del gato y el ratón impulsa el ritmo.Courtesy of Netflix

Este punto de partida, que en los años 90 hubiera dado para una fantástica película de menos de dos horas de duración, tiene su principal atractivo en la pareja protagonista. Claire Danes, la eterna Carrie Mathison de Homeland, es la escritora llena de tristeza y rabia (con los esperados pucheros sobreactuados por los que se caracteriza la actriz) y Matthew Rhys, el Philips Jennings de The Americans (y antes, recordémoslo, el carismático Kevin Walker de Cinco hermanos), se presta a interpretar al millonario que parece disfrutar de su imagen turbia, consciente de que su dinero es al mismo tiempo una varita mágica y una armadura.

El creador Gabe Rotter, sin embargo, nunca acaba de disimular suficientemente bien o distanciarse del que claramente es su inspiración para el personaje: ese Robert Durst que protagonizó la serie documental The Jinx (y que, gracias a esa producción, finalmente fue llevado a juicio por el crimen de su primera mujer y la mejor amiga de esta). ¿Qué sentido tiene hacer una versión ficcionada de uno de los mejores true crimes de la historia, ni que fuera por ese “killed them all” que se coló en el micrófono mientras iba al baño? ¿Cómo se puede medir la ficción con la realidad más truculenta posible?

La mirada oscurísima de Robert Durst es imposible de imitar, que conste.
La mirada oscurísima de Robert Durst es imposible de imitar, que conste.Courtesy of Netflix

Así que, con Howard Gordon (Homeland) como showrunner y otro hombre relacionado con el true crime como el director Antonio Campos (The Staircase), La bestia en mí se conforma con ser un entretenimiento bien interpretado, con una imagen y una producción que transmiten calidad y no telefilm, para amantes de los duelos interpretativos. Ojalá tuviera más sustancia detrás de la tensión entre los protagonistas, sobre todo para justificar los ocho episodios, pero el espectador posiblemente se sentirá satisfecho con el ritmo del último acto y la forma en la que se resuelven las dudas, a pesar de lo previsible de los mensajes.

Claro que, después de resolver el principal interrogante de La bestia en mí, llega uno de personal para el espectador. ¿Merecía la pena ver ocho episodios para tener una simple respuesta?

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