Uno de los motivos por los que los espectadores se ponen Dulces Magnolias es porque, incluso con sus dosis de drama, ofrece calidez y tranquilidad. Es esa serie en la que los adolescentes, en un ataque de rebeldía, optan por escapar… a la iglesia más cercana. En la cuarta temporada estrenada este jueves en Netflix, sin embargo, el espectador se pudo llevar un shock significativo: los guionistas habían optado por matar a un personaje. ¿Quién? ¿Y por qué?
El habitante de Serenity que, según el credo de la serie, se fue al cielo o al infierno es ese elemento incómodo para la mayoría de ellos: Bill, interpretado por Chris Klein. Como dentista popular, ex de Maddie, padre de sus hijos y hombre que se lió con su ayudante más joven e intentó rehacer su vida con ella, podemos decir que el doctor Bill Townsend era lo más parecido a un antagonista que tiene Dulces Magnolias.
La decisión, afirma Sheryl J. Anderson, la guionista encargada de adaptar las novelas de Sherryl Woods, no tiene nada que ver con el rendimiento de Klein o el afecto que le tuvieran en el rodaje en Covington, un pueblo de 14.000 habitantes situado en Georgia. “Primero de todo, quiero decir cuánto amamos y echamos de menos a Chris”, se justificó en una entrevista, para dejar claro que no había motivaciones personales detrás del giro dramático inesperado de la temporada estrenada este jueves.
El tema es que, de cara a continuar la historia de Maddie, sentían que el personaje necesitaba un revulsivo: un desencadenante que le permitiera enfocar la vida en una nueva dirección: “Los guionistas buscábamos una forma de sacudir a Maddie”. También hará que Noreen se replantee las cosas, tras haber tenido los últimos años de su vida marcados por Bill. “Cuando alguien muere demasiado joven, te sacude”, argumentó la guionista.
Cuando se lió con Noreen, Bill se ganó la antipatía de Serenity.
Bill, en este sentido, es la primera persona de la quinta de las protagonistas, con quien crecieron, que les abandona: “Creímos que era una forma profundamente emotiva de que todos mirasen dónde están y se preguntasen a sí mismos: Si esto me pasa mañana, ¿estoy dónde me gustaría? ¿Estoy haciendo lo que me gusta? ¿Estoy con quien tengo que estar?”. Toca, por lo tanto, una ración de existencialismo dramático para sacudir a Maddie, Dana Sue y Helen.
Como Bill había tenido un arco tan claro en los tres primeros años, siendo redimido por los ciudadanos de Serenity antes de irse a Texas, no sintieron que “finalizaban su tiempo en esta serie (o en el planeta) antes de llegar al objetivo que se había autoimpuesto”. Klein, indica la creadora y showrunner, respetó la decisión cuando Anderson le reveló que mataría su personaje: fue “afable y comprensivo”. “No quiero que nadie se vaya, pero a veces la historia te pide que hagas algo a lo grande”, se defendió.


