Caminando Fronteras alerta que la ruta argelina sigue “invisibilizada” pese a ser la más transitada en verano
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AMP.- Caminando Fronteras alerta que la ruta argelina sigue “invisibilizada” pese a ser la más transitada en verano
PALMA, 12 (EUROPA PRESS)
La fundadora de Caminando Fronteras y experta en migraciones, Helena Maleno, ha alertado que la ruta migratoria entre Argelia y Baleares sigue siendo “invisibilizada y negada” pese a haber sido la más transitada durante los meses de verano.
Maleno participa estos días en un curso impartido por la Universitat de les Illes Balears (UIB) --de la que es 'honoris causa'-- sobre la atención a las personas migrantes que llegan a las costas del archipiélago en patera.
La defensora de derechos humanos, en un encuentro con los medios de comunicación, ha señalado que el crecimiento de la ruta argelina se debe, en parte, a los desplazamientos de las rutas desde Túnez y Libia hacia el oeste.
En esos países, ha apuntado, las personas subsaharianas son perseguidas “de forma sistemática”, por lo que acaban tratando de cruzar el Mediterráneo desde la costa de Argelia. “Son personas que no pueden volver atrás y que tienen que buscar una vía”, ha indicado.
Pese a ello, ha reconocido, desde Caminando Fronteras sí que se han visto sorprendidas por el elevado número de personas que llegan a Baleares procedentes de Somalia o Sudán del Sur, dos países que padecen “conflictos terribles” pero que se encuentran a miles de kilómetros del archipiélago.
“La ruta argelina sigue siendo invisibilizada y negada, pero es la más transitada desde el verano, superando a la canaria. Cuando vemos las cifras, con que llegue un cayuco a El Hierro son 300 personas, y aquí necesitamos diez embarcaciones para llegar a esos números. Pero el nivel de tránsito de personas y de embarcaciones ha superado a Canarias”, ha advertido.
FALTA PROTEGER EL DERECHO A LA VIDA
Maleno ha asegurado que la ruta entre Argelia y Baleares es una “muy peligrosa” no solo por las distancias que deben recorrer los migrantes, sino también porque sus altos grados de desesperación les hacen subirse a las embarcaciones pese a que la meteorología no sea buena.
También, ha añadido, por las carencias del archipiélago en lo que respecta a los mecanismos de búsqueda y rescate para garantizar el derecho a la vida de estas personas. “Si tuviéramos mejores sistemas de búsqueda se encontrarían muchas de las pateras que quedan a la deriva”, ha sostenido.
Según el recuento publicado hace unos meses por Caminando Fronteras, entre enero y mayo desaparecieron 328 personas que realizaban la ruta entre Argelia y España, buena parte de ellas de camino a Baleares. En el mismo periodo de 2024 fueron 127.
El mes de agosto, especialmente la segunda quincena, ha sido “especialmente terrible” en el archipiélago, con más de una treintena de desaparecidos y un migrante que fue hallado sin vida en una patera que había naufragado.
“Todas estas embarcaciones habían sido alertadas a las autoridades. No sabemos qué tipo de búsqueda se hizo, por qué fueron encontradas al azar por barcos que transitaban. Hemos detectado una falta de protección al derecho a la vida en el mar que se repite de forma sistemática en la ruta balear”, ha incidido.
IDENTIFICACIÓN DE UN CADÁVER
Desde Caminando Fronteras, ha explicado su fundadora, no tienen conocimiento de que ninguno de los más de 40 cuerpos sin vida, posiblemente de migrantes, que han llegado a las costas de Baleares en lo que va de año hayan podido ser identificados.
Sí que se ha podido iniciar los trámites con el cuerpo del hombre somalí que fue hallado sin vida en el interior de la patera localizada en las inmediaciones de Porto Cristo a mediados de agosto.
“Nos contactó su familia y nosotras hemos contactado con la Guardia Civil para pasarle todos sus contactos, los datos de esta persona, su documentación... Sabemos que la Guardia Civil está trabajando con la familia para su identificación”, ha explicado.
FRONTEX Y ACUERDO CON ARGELIA
Desde la administraciones autonómica e insular, en los últimos meses, se ha reclamado al Gobierno que pida a la Unión Europea el despliegue de los efectivos de Frontex en Baleares para poner freno a la llegada de pateras.
Maleno, no obstante, ha considerado que el Estado español dispone de los medios y del cuerpo normativo suficiente para poder afrontar la crisis migratoria por sí misma.
“No necesitamos a Frontex, sobre todo porque es una agencia poco transparente y que tiene muchos riesgos cuando está en frontera. Ya se les ha detectado en otras zonas en las que aparecen a pie de playa sin identificarse, hacen entrevistas sin traducción, sin asistencia letrada, que no se sabe a dónde va esa información...”, ha advertido.
Otra de las cuestiones que tanto desde el Govern como desde los Consells insulares se ha puesto sobre la mesa es que el Ejecutivo central alcance un acuerdo con Argelia para poner coto a la ruta migratoria como ya ha hecho con Mauritania, o como ha hecho Italia con los países magrebís de su entorno.
Estos acuerdos, ha señalado --basándose en informes de diversas ONG--, han comportado en muchos casos una “represión tremenda” tanto hacia los propios migrantes como hacia los activistas que trabajan junto a ellos.
LOS MENORES Y LA CONTINGENCIA
Preguntada acerca del debate que ha suscitado el reparto de menores extranjeros no acompañados procedentes de Canarias, Ceuta y Melilla y de la no declaración de la contingencia migratoria en Baleares, Maleno ha criticado que “se use a la infancia como mercadeo político y económico”.
“Es vergonzoso, al final cuando se criminaliza y expone tanto a estos niños lo único que se hace es alimentar los discursos de la extrema derecha. Se tendría que haber dirimido sin tantas declaraciones institucionales y con trabajo de la administración para defender los derechos a la infancia”, ha considerado.
Pese a ello, la activista ha defendido la necesidad de que el resto de comunidades autónomas sean solidarias con Canarias. Baleares, de seguir con esta tendencia, podría necesitar del mismo mecanismo en no mucho tiempo, ha valorado.
No obstante, ha insistido en que el no reconocimiento de la ruta balear hace que el archipiélago no sea considerado un “territorio de frontera” y que, por lo tanto, tenga más dificultad para poder atender a las personas migrantes que llegan hasta las islas, especialmente a los menores.