Jaime Rodrigo: "Al capitán del Costa Concordia le pueden caer entre 15 y 20 años"
El presidente de derecho marítimo del Col·legi d'Advocats de Barcelona, Jaime Rodrigo, tiene claro que la actuación del oficial italiano puede ser juzgada por vía criminal
Un equipo de rescate navega junto al crucero Costa Concordia, naufragado frente a la costa de Italia
La negligencia cometida por el capitán del Costa Concordia , Francesco Schettino, que de momento se ha traducido en seis víctimas mortales y 15 personas desaparecidas, puede costarle muy cara al navegante italiano. Y es que podría enfrentarse a una pena de entre 15 y 20 años de cárcel.
“El capitán, según explican los testigos, abandonó el barco, que es una ley del mar. Incluso nuestro código de comercio dice que tiene que permanecer a bordo siempre que haya la más mínima posibilidad de salvar el buque, y parece que salió antes que los pasajeros. Eso más que una negligencia es un delito, tanto en la ley española como en la italiana. Le pueden caer entre 15 o 20 años”, explica a LaVanguardia.com el presidente de la sección de derecho marítimo del Col•legi d’Advocats de Barcelona, y profesor de derecho marítimo de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), Jaime Rodrigo de Larrucea.
Con la ley italiana en la mano, sólo por el hecho de haber abandonado el barco con pasajeros a bordo, al capitán le podrían caer unos 12 años. “La única autoridad a bordo, y no digamos en una situación de emergencia, es el capitán. Si el capitán se va, todo se queda descolocado. No es un tema de valentía física o moral, todo se reduce a que el coordinador general de seguridad marítima en una situación de emergencia es el capitán del buque. Si el se va, todo queda descoordinado”, recuerda Rodrigo de Larrucea.
También el hecho de haber tomado una ruta de manera temeraria, para acercarse a la costa, puede ser punible judicialmente. “Es una grave negligencia el haber tomado la ruta que tomó y ahí, posiblemente, pueda haber incurrido en un homicidio culposo por grave negligencia. Pero la cuestión deliberada de evacuar el buque antes de que salieran los pasajeros todavía es más nítida desde el punto de vista criminal”, señala el profesor de la UPC.
“Se tienen que quedar el capitán y la tripulación. En el Titanic el capitán se hunde con el barco, los oficiales están a pie de bote e incluso la famosa banda de música está tocando en el acceso a los botes, cosa que no tiene nada que ver con la situación que se ha producido en este caso. En el caso del Titanic se evidenció una profesionalidad, luego los imponderables son los que son, pero en este caso que nos ocupa hay una sensación de desmadre absoluto”, añade.
Protocolo de evacuación
La norma legal reza que para cualquier crucero en el que la navegación exceda de 24 horas hay que hacer un simulacro de evacuación. Este era el caso del Costa Concordia . Sin embargo, sus pasajeros no llegaron a hacer dicho simulacro. “Todos los cruceros, y de manera particular, Costa Cruceros, hacen un simulacro de salvamento. Supone colocación del chaleco salvavidas, acceso al punto de reunión y embarque en los botes. El pasajero se tiene que familiarizar con el proceso de evacuación del buque”, explica Rodrigo de Larrucea.
“Es posible, sin embargo, que fuese el primer día, que se embarcaran en Civitavecchia y que llevaran sólo dos horas embarcados hasta el momento del accidente”, aclara el experto en derecho marítimo. Si ese fuera el caso, el comandante de la nave todavía tenía margen para llevar a cabo el correspondiente simulacro de evacuación.
Vista nocturna del crucero "Costa Concordia", semihundido en la costa de la isla de Giglio, Italia, el día 16 de enero de 2012.
El Costa Concordia yace tumbado en el mar delante de la isla toscana de Giglio al caer la noche del lunes 16 de enero
Una lancha de los servicios de rescate pasa junto a la chimenea del crucero "Costa Concordia", semihundido en las proximidades de la isla de Giglio, Italia, el día 16 de enero de 2012
Las olas chocan contra las rocas cerca del buque crucero Costa Concordia, que naufragó el pasado viernes en aguas de la isla italiana de Giglio, hoy, lunes 16 de enero de 2012. Se suspendieron las labores de rescate y todo el personal a bordo fue evacuado después de que el buque se moviera, según fuentes oficiales italianas. Se cree que el temporal es el causante del desplazamiento.
Un buceador se sumerge para buscar personas en el naufragado Costa Concordia
Un helicóptero sobrevuela en círculos el buque crucero Costa Concordia, que naufragó el pasado viernes en aguas de la isla italiana de Giglio, hoy, lunes 16 de enero de 2012. Se suspendieron las labores de rescate y todo el personal a bordo fue evacuado después de que el buque se moviera, según fuentes oficiales italianas. Se cree que el temporal es el causante del desplazamiento. Los servicios de rescate intentan localizar a las 16 personas que continúan desaparecidas.
El crucero Costa Concordia, naufragado frente a la costa de Italia
Tumbonas amontanadas en la cubierta inclinada del crucero Costa Concordia
Fotografía tomada y facilitada por submarinistas de la Policía financiera italiana del interior del crucero Costa Concordia
Casco del Costa Concordia tras encallar frente a la costa de Italia
El naufragado crucero Costa Concordia, frente a la isla de Giglio
Un equipo de rescate navega junto al crucero Costa Concordia, naufragado frente a la costa de Italia
Fotografía tomada y facilitada por submarinistas de la Policía financiera italiana del interior del crucero "Costa Concordia"
Un barco de los guardacostas italianos pasa junto al crucero Costa Concordia
El buque Costa Concordia, encallado en la costa de la isla de Giglio, frente a la región italiana de Toscana
Vista de los daños registrados en el casco del crucero Costa Concordia
Vista panorámica de los daños del crucero
Pasajeros del crucero Costa Concordia esperan para poder desembarcar en la isla italiana de Giglio
Miembros de los servicios de emergencia trasladan a uno de los pasajeros heridos a una ambulancia tras ser evacuado
Vista del barco de cruceros Costa Concordia escorado 80 grados en aguas de la isla italiana de Giglio