Abusa de su hermana desde los 4 años y practica terapias de conversión: lo denuncia después de pasar por un proceso psicológico
Denuncia a su hermano por abuso sexual
Pilar, la hermana pequeña del profesor denunciado por practicar terapias de conversión sexual llegando a ofrecerles pastillas, ha denunciado que recibió abusos sexuales en La Opinión de Málaga
Pilar, la hermana del profesor denunciado por terapias homófobas.
La hermana pequeña de un profesor que practicaba terapias de conversión sexual, Pilar, ha dado un paso más tras denunciarlo y admitir que ha abusado de ella desde los cuatro años, según ha explicado en La Opinión de Málaga.
“La primera vez fue con 3 o 4 años. Él usaba sus conocimientos del sueño para cogerte en la fase en que no te despertaras, pero calculaba mal. Casi toda mi vida he sido abusada sexualmente por mis hermanos”, declara Pilar.
Pilar es la hermana del denunciado por practicar terapias de conversión sexual en varios alumnos e incluso ofrecerles pastillas para “sanar su homosexualidad”. “Quiero que se sepa la verdad. El tipo de persona que es”, remarca.
“Quiero que se sepa la verdad. El tipo de persona que es”
Sin saberlo, fue la primera víctima de su hermano. La primera lesbiana a la que intentó sanar. Nunca le permitieron existir, la negaron, la machacaron y la reprimieron en una familia católica extremista, donde los abusos físicos de su padre hacían imposible que pudiera verbalizar los abusos sexuales cometidos por sus hermanos. Consiguieron triturar su autoestima tachándola de enferma y pecadora, se emparejó con un hombre, tuvo relaciones con él y engendró a su hija. Pasó por 5 o 6 psicólogos sin entender ninguno qué le pasaba. Se llegó a internar voluntariamente en un centro psiquiátrico muchos años después de los abusos, por el dolor que aún le generaba.
Aquellos abusos que ahora denuncia Pilar habrían prescrito. Ella cortó relaciones con su hermano hace muchos años y ahora vive felizmente con su mujer. Sin embargo, ha decidido hablar tras ver publicados en La Opinión de Málaga los casos de los estudiantes a los que sometió y verse identificada. “F. es muy consciente de lo que hace y del daño que provoca en los jóvenes... A esos chavales, como a mí, les han robado la infancia y la adolescencia. Y eso no lo van a recuperar”, relata.
Es muy consciente de lo que hace y del daño que provoca en los jóvenes... A esos chavales, como a mí, les han robado la infancia y la adolescencia"
Aquellos abusos le pasaron factura de muchas formas. En el colegio católico al que iba (el único refugio para no estar en esa casa) no cosechó ningún amigo, y algunas compañeras dicen de ella y de su hermana Teresa que eran muy calladas y apocadas. Que apenas hablaban con nadie. “Me atemorizaron tanto que era incapaz de mover un dedo. Siempre estaba sola y no guardo amistades de aquella época porque estaba completamente aterrorizada”, cuenta.
Pilar negó su sexualidad y a ella misma durante toda su infancia y parte de la vida adulta, años robados que no volverán. Finalmente conoció a su mujer, pero aún así, y hasta hace muy pocos años “a mi nadie me podía tocar el hombro. Sigo teniendo muchos problemas de socialización fruto de esos años, y yo creo que los tendré siempre”, explica Pilar.
Finalmente, Pilar recuerda que en 2005 su hermano le pidió perdón por los abusos cometidos contra ella durante su infancia. Tal como relata en La Opinión de Málaga: “ahora que tengo hijos, entiendo el mal que se le puede hacer a un niño”. Ella lamenta ahora que ese dolor la acompañará toda su vida “solo porque mi hermano decidió implantarme sus ideas con calzador”.