Un hombre se enfrenta a una pena de 4 años de prisión tras la muerte de una joven que se ahogó ante sus ojos. La Fiscalía le acusa de no comprobar su estado y de no prestar ayuda a una joven que acabó falleciendo por ahogamiento mientras nadaba en una piscina cubierta de Pamplona. Así se desprende de la información publicada por el Diario de Navarra.
El Ministerio Público le acusa de un delito de homicidio por imprudencia grave. Sostiene que el acusado “no prestó ayuda ni tampoco comprobó si la nadadora se encontraba bien”, pese a que transcurrieron más de 8 minutos desde que fue avisado por una persona que se hallaba en el lugar.
Según la Fiscalía
La nadadora estuvo sumergida más de 11 minutos en la piscina y tuvo que ser otro usuario quien se metiera en el agua para comprobar si se encontraba bien
Los hechos ocurrieron durante la tarde del 19 de junio de 2024. Ese día, el acusado se hallaba trabajando como socorrista de verano para una empresa contratada por la Agrupación Deportiva San Juan. El hombre estaba en su puesto de vigilancia en la piscina cubierta, situado en una esquina de las instalaciones. A 10,89 metros de su puesto, tal y como ha detallado la fiscal, una joven empezó a hacer ejercicio de natación.
Poco antes de las 21 horas de ese 19 de julio, la chica se introdujo en la piscina y realizó varios largos. Seis minutos después, detallan las fuentes, se apoyó con los codos en el bordillo y comenzó a realizar “movimientos extraños”. Finalmente quedó sumergida en el fondo de la piscina, a 1,60 metros de profundidad.
Una persona que se encontraba en la piscina avisó entonces al socorrista, que se dirigió hacia al borde de la piscina. Observó a la joven, pero decidió volver a su puesto, asegura el citado medio. Desde allí, se detalla en el escrito de acusación, miró a la joven en dos ocasiones y volvió al bordillo, donde permaneció durante cuatro minutos. En total, la nadadora estuvo sumergida más de 11 minutos antes de que otro usuario de la piscina quien se metiera en el agua y comprobase que la nadadora no respondía.
La Fiscalía relata que el acusado, “con manifiesto desprecio de las más mínimas normas de prudencia”, no prestó ayuda a la joven ni comprobó si se encontraba bien. Por este motivo, además de la pena de 4 años de cárcel, solicitan la inhabilitación del acusado para trabajar como socorrista durante 6 años y una indemnización para los familiares de la víctima. Este pago deberá ser asumido entre el acusado, la aseguradora y Sedena (la empresa que subrogó a la que contrató un año antes al encausado).