Una vecina de Sonande, una pequeña localidad de Cangas del Narcea (Asturias) recibirá una indemnización de 84.000 euros tras ser atacada por un oso. Así lo ha decidido el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), que considera que el Gobierno debe hacerse responsable los daños sufridos por la víctima. Así se desprende de la información publicada por El Comercio.
Los hechos ocurrieron sobre las 21.45 horas del 30 de mayo de 2021. Ese día, Carmen Suárez, que por entonces tenía 75 años, fue atacada por un oso durante su paseo diario. El animal salió del bosque y se abalanzó sobre ella. El oso le rompió la cadera y le desgarró la parte izquierda de la cara.
Logró salvarse gracias a los dos hombres que la acompañaban, Manuel José Pérez y Alfonso Rodríguez, también vecinos de la zona que paseaban con la víctima. Lograron ahuyentar al animal que quería llevarse a la mujer hacia el bosque como su presa. El testimonio de ambos vecinos ha sido importante para que el TSJA haya fallado a favor de la mujer.
Rescate
Dos vecinos salvaron la vida de la mujer y evitaron que el oso la arrastrase hasta el bosque
La mujer tuvo que ser intervenida en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Tuvo que pasar por una operación de cadera además de otra intervención quirúrgica del lagrimal y otra de la mandíbula. Ahora Carmen Suárez tiene 80 años. Tras el ataque, tiene secuelas: su movilidad ha quedado limitada y siempre debe llevar consigo una muleta. La sentencia relata que todavía hoy tiene “repercusiones funcionales y dolor”.
Cuatro años después, según los magistrados, la mujer tiene “alteración de la respiración nasal por deformidad unilateral, pérdida de premoral y perjuicio estético moderado”. Además, no tiene sensibilidad en el lado izquierdo de su cara.
Carmen también ha sufrido consecuencias psicológicas. Ya no se ve capaz de salir a pasear sola. Y es que los osos siguen en la zona. “Cada vez más. Ella vive en una zona de paso de osos, por no hablar de que la Fundación Oso está comprando parcelas por la zona para plantar cerezos con los que alimentar a los osos”, cuenta su abogado, Juan Ramón Campo.

Un oso pardo oso pardo en el parque nacional de Somiedo (Asturias)
El letrado, que lleva cuatro años peleando por este caso afirma que los derechos de su representada “fueron vulnerados desde el principio”. Campo asegura que “le pusieron trabas desde el principio”: que le negaron su expediente, lo que les obligó a acudir al Consejo de la Transparencia y Buen Gobierno.
Asegura que no hicieron demasiado caso a lo que le había sucedido a su representada. Harta de tanto silencio “y preocupada porque no sabía qué hacer, como no sabríamos qué hacer ninguno ante esta situación”, Campo le ofreció iniciar el proceso judicial. “Ha sido muy duro, porque han pasado cuatro años con mucho silencio, que también hacía desconfiar a Carmen y su familia. No entendían cómo podía pasar tanto tiempo sin que nadie hiciera nada”, explica al citado medio.
Finalmente, la Sección Segunda de la Sala de lo Contencioso del TSJA ha tomado las riendas del caso y ha sentenciado al principado a pagar la indemnización. Esta responde a las lesiones sufridas por la víctima y a las secuelas que le han quedado fruto del ataque. Además, la sentencia critica una de las respuestas dadas a Carmen en la que la administración pública le negó su expediente por no “especificar punto kilométrico, no teniendo legitimación alguna la presente Administración tratándose el hecho objeto de la presente reclamación (ataque de un oso a un particular) una clara causa de exoneración de responsabilidad patrimonial dado que se trata de un fenómeno imprevisible”.
En el fallo, los magistrados dejan claro que “la Administración no pone en cuestión el hecho mismo de la agresión ni los daños sufridos por la recurrente. Sino que lo que se niega es que el Principado deba responder de los mismos”.
Han destacado la incongruencia del proceder del Gobierno regional: “Debe hacerse notar la paradoja, y permítasenos la reflexión, de que el Principado indemnice los daños producidos en la cabaña ganadera por, por ejemplo el lobo, pero no así los daños causados a personas”. Juan Ramón Campo ha definido esta sentencia como “impecable” y espera “que el Principado no recurra”.