La Guardia Civil investiga la misteriosa muerte de Nicolás, un joven que perdió la vida tras recibir una puñalada directa al corazón en la localidad mallorquina de sa Coma, en Sant Llorenç.
El joven, que se encontraba en su domicilio con su madre y su hermano, salió a la calle tras recibir una llamada telefónica. Minutos después fue hallado sin vida junto al portal del edificio Teixos, en una urbanización compuesta por tres bloques.
El cuchillo que acabó con su vida apareció a un metro del cadáver y la herida fue tan letal que los servicios médicos no pudieron hacer nada por reanimarlo.
Lo que ha desconcertado aún más a los investigadores es el hallazgo de los zapatos y el teléfono móvil del fallecido en la azotea del edificio, a varios pisos de distancia del lugar del crimen.
Dos agentes de la Guardia Civil
Este dato, confirmado por fuentes judiciales, ha abierto nuevas líneas de investigación, ya que no se ha determinado cómo llegaron esos objetos hasta allí ni si podrían aportar pistas clave sobre la secuencia de los hechos.
El Grupo de Homicidios de la Guardia Civil ha asumido la investigación y continúa recogiendo testimonios del entorno cercano del joven. Según informa el diario Última Hora, entre la tarde del crimen y el miércoles por la mañana se tomaron decenas de declaraciones, pero hasta ahora nadie ha aportado información relevante que ayude a esclarecer lo ocurrido.
La teoría del Renault Scenic
Se ha descartado una teoría que circulaba por redes sociales, según la cual un Renault Scenic estaría implicado en la huida del agresor. Por el momento, no hay testigos directos ni se ha identificado a ningún sospechoso, mientras se analizan las llamadas recientes del teléfono de Nicolás.



