El escalofriante gesto de Christian Brueckner cuando le preguntan por la desaparición de Madeleine McCann

Caso sin resolver

Dos periodistas le han planteado preguntas claves sobre el caso que aún consterna al mundo, y su respuesta sobre el paradero de la niña de 3 años ha sido perturbadora

Imagen de Madeleine McCann y Christian Brueckner

Madeleine McCann y Christian Brueckner

Agencias

Conocido como “Christian B” en los expedientes, el nombre de Christian Brueckner resuena desde hace 18 años, el momento en que los padres de Madeleine McCann denunciaron la desaparición de la niña de tres años en Portugal. Por ese entonces ya era un convicto con un oscuro y repudiable historial de delitos de abuso sexual buscado por la justicia alemana y, aunque actualmente está detenido, puede salir libre en septiembre de 2025.

El 3 de mayo de 2007, Maddie McCann desapareció a sus 3 años en un resort de Praia da Luz, donde vacacionaba junto a sus dos hermanos y sus padres. En medio de la noche, alguien entró por la ventana a la habitación donde dormía y se la llevó. Nunca más la vieron, y desde ese día su familia lucha incansablemente para encontrarla.

Aunque no hay una acusación formal hecha contra el delincuente alemán, siempre se ha barajado a Brueckner como presunto sospechoso. Tras la publicación de nuevos documentos comprometedores, donde quedan en evidencia sus perversas obsesiones, el jueves 15 de mayo fue trasladado con custodia policial después de una declaración ante un juez por un caso que nada tiene que ver con el de Madeleine.

La condena

Christian Brueckner podría salir de la cárcel en septiembre de este 2025

Brueckner compareció ante los jueces en Alemania por un arrebato contra los guardias de la cárcel donde cumple condena, tras calificar al personal penitenciario de “hazmerreír”. Se enfrentó a los guardias de la prisión de Sehnde durante una reunión para debatir sus futuras salidas transitorias, y la legislación alemana prohíbe insultar a los trabajadores de las prisiones.

Varios reporteros del periódico británico The Mirror lo esperaron a la salida de la Fiscalía y, en los 20 segundos que tardaron en trasladarlo hasta una camioneta, mientras él caminaba esposado y encadenado, un periodista le preguntó: “¿Secuestraste a Maddie McCann?”. Y otro sumó, casi al unísono: “¿Mataste a Maddie?”.

El hombre de 47 años no respondió. Pero, aunque guardó silencio, un gesto puede decir más que mil palabras. La breve secuencia quedó registrada ante las cámaras, tanto en vídeo como en fotografías y, al analizar parte por parte, se ve la escalofriante sonrisa que esboza Brueckner tras oír esas dos preguntas sobre Madeleine.

Nuevas pruebas sobre la desaparición de Madeleine McCann pueden ayudar a resolver el caso 18 años después

Madeleine McCann tenía 3 años cuando desapareció en Portugal

EFE

El vídeo no tardó en viralizarse, y para los usuarios de la red social X (antes Twitter) representa un detalle más que perturbador. Esa deplorable reacción se enmarca en la investigación del periódico The Sun, que hace muy poco reveló evidencia inédita, encontrada por fuentes policiales alemanas tras el allanamiento de una fábrica abandonada en el pueblo de Neuwegersleben, una propiedad que el sospechoso compró en 2008, un año después de la desaparición de Madeleine.

La policía había sido alertada por “una posible tumba” en el lugar y, tras un rastrillaje, encontraron los restos de un perro sepultado en las inmediaciones del terreno. Debajo del animal estaban las verdaderas pruebas, que habían sido enterradas a propósito allí para que nunca vieran la luz.

Durante el operativo desenterraron un disco duro, donde encontraron más de 8.000 archivos relacionados con abuso infantil, pedofilia y planes de secuestro. En una de las memorias digitales hallaron fotografías que los investigadores creen que fueron tomadas en Praia da Luz, la aldea de Portugal donde Madeleine desapareció.

Christian Brueckner acudió a la corte alemana por un arrebato contra las autoridades

Christian Brueckner acudió a la corte alemana por un arrebato contra las autoridades

Clarín / REUTERS

Tiempo atrás ya había circulado el testimonio de un informante que ubicaba a Brueckner como trabajador ocasional en el bar de tapas Ocean Club, el mismo que era frecuentado por Kate y Gerry McCann, los padres de la niña, pero aquella versión no se había podido comprobar.

Un dispositivo de navegación por satélite rastreó las ubicaciones que frecuentaba Brueckner, y una de esas búsquedas los situó en zonas cercanas a la presa de Arade, ubicada a unos 56 kilómetros de Praia da Luz. También encontraron 75 trajes de baño de niños, máscaras, juguetes, bicicletas infantiles, tres armas de fuego, municiones sin licencia, y sustancias químicas como cloroformo y éter, asociadas a la pérdida de conciencia.

Uno de los puntos claves fue el hallazgo de un automóvil Jaguar en la propiedad, que coincidía con la descripción del vehículo que otro testigo identificó como el coche que Brueckner conducía cuando charló con él durante un festival en España, donde presuntamente habría confesado el asesinato de Madeleine MacCann. Además, un documento del seguro rellenado y firmado por el mismísimo Brueckner demuestra que chocó con su vehículo durante el festival de Orgiva de España, lo que confirma su presencia en aquel evento.

Helge B., el testigo clave en el caso de Madeleine McCann

Helge B., el testigo clave en el caso de Madeleine McCann

Clarín / Christian Spreitz/BILD

Helge Busching, el informante que compartió tiempo con Brueckner en 2008, aseguró al periódico alemán Bild que en aquella ocasión le hizo un comentario que lo dejó petrificado. “Sí, ella no gritó”, le respondió el delincuente cuando dijo que era muy extraño que no encontraran ningún rastro de la niña de 3 años en medio de una búsqueda tan intensa por parte de las autoridades. Esas palabras fueron interpretadas como una referencia directa al caso McCann.

Aunque Brueckner había sido juzgado en Alemania por horribles ataques sexuales, nunca fue acusado formalmente por el caso de Madeleine McCann. Él siempre negó todas las acusaciones mediáticas. Lo único que lo mantiene tras las rejas es una condena que recibió en 2019, de siete años de prisión por una violación cometida en el Algarve (Portugal) en 2005. Eso significa que podría quedar libre en menos de cuatro meses, en septiembre de 2025.

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Actualmente se encuentra en juicio por cinco delitos cometidos en el Algarve entre 2000 y 2017, entre los que se encuentran una violación a la irlandesa Hazel Behan, en 2004; una exhibición indecente a una joven alemana en la playa de Salema en abril de 2007; y otra exposición indecente frente a una niña de 11 años en São Bartolomeu de Messines, en 2017.

En octubre de 2024 fue declarado inocente de dos de esos cargos de violación y los otros dos cargos de exposición indecente. Según información publicada por el Daily Mail, Brueckner podría comenzar sus salidas transitorias en las próximas semanas, ya que el sistema penitenciario alemán permite este tipo de medidas. Esa posibilidad despierta gran preocupación en medio de los nuevos interrogantes sobre su implicación en el caso que espera resolución desde hace 18 años.

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