El 30 de diciembre de 2018 una conductora bebida arrolló a un grupo de motoristas en la N-2 dirección Girona. Uno de ellos ingresó en la UCI muy grave. Le amputaron la pierna y le realizaron ocho operaciones. Finalmente, acabó muriendo el 1 de marzo de 2019. Casi siete años después del atropello mortal, su mujer denuncia en El contenidor de El món a RAC1 que no solo no se ha hecho el juicio sino que no hay fecha.
Maria explica que su marido hizo una salida en moto con seis amigos, como solía hacer cada domingo. Entonces, una chica joven que iba bebida, embistió a los tres. Uno de ellos era su marido, que acabó muriendo en la UCI con 60 años. Las otras dos víctimas tienen secuelas físicas y a uno de ellos le amputaron también la pierna.
Sistema judicial
El hombre murió a los 60 años, arrollado por una conductora ebria que todavía no ha sido juzgada ni hay fecha para su juicio
“Ese día pasó la noche en el calabozo y, al día siguiente, la dejaron salir. Le retiraron el carnet de conducir y nada más”, lamenta. Ella presentó una denuncia contra la conductora en el 2019 y el juzgado tardó cinco años en admitirla. Sin embargo, todavía no se ha hecho el juicio y no hay ninguna previsión de cuándo se podrá hacer.
“No sabemos fecha ni nada. La razón que nos dan es que los juzgados de Girona están saturados. Si no fuera porque mi abogado insiste, nadie dice nada”, denuncia Maria. Cree que hacer un juicio es lo mínimo que se puede pedir por la muerte de una persona y se hace crees de cómo se está alargando la situación: “Es un juicio muy fácil, no tiene ninguna complicación. En el atestado pone todo lo que pasó”.
María explica que lo está pasando muy mal y que tiene ganas de que acabe todo el proceso: “Me gustaría que esto quedara cerrado después de tanto tiempo. Queremos que lo pague de una manera u otra. Yo quiero que sepa lo que es estar sin tus seres queridos, aunque sea un año en prisión. Yo nunca recuperaré a mi marido y él no tenía ninguna culpa”.