Una mujer argentina ha sido castigada y humillada este jueves en una ciudad fronteriza de Bolivia tras ser acusada de robar un bolso con grandes sumas de dinero. Un grupo de comerciantes la reconoció en la calle y la capturó para luego humillarla públicamente antes de entregarla a las autoridades policiales. Ahora, la fiscalía boliviana tiene 72 horas para decidir la situación legal de la detenida.
Todo ha sucedido este pasado jueves en Las Chalanas, Bermejo, una ciudad del departamento boliviano de Tarija, que limita con Aguas Blancas, en Salta. Allí, un grupo de comerciantes se ha revolucionado por un robo a uno de ellos en particular, a quien le robaron un bolso con cinco millones de pesos en efectivo (unos 3.300 euros). Según ha relatado la víctima del robo a una radio local, el delito se habría producido en el interior de su comercio, cuando un grupo de personas simuló querer realizar compras y, mediante maniobras de distracción, se llevó un bolso con el dinero.
Caso abierto
Un grupo de comerciantes culpaba a la mujer de robar más de 3.000 euros
La cuestión es que una mujer fue reconocida por la comerciante y por los vecinos de los alrededores, que la sindicaron como partícipe de la banda y del robo, y la capturaron. La golpearon, le cortaron el pelo, la dejaron en ropa interior y la hicieron caminar así por las calles de Bermejo. Mientras avanzaban, sus agresores la amenazaban con quemarla viva si no devolvía lo robado, y algunos testigos han asegurado a Radio Studio 89 de Bermejo que hasta algunos agresores azuzaban a otros y pedían gasolina para comenzar el fuego para quemarla.
Parte de la secuencia ha quedado grabada por personas que han presenciado la humillación pública. En los vídeos difundidos se observan varios agentes policiales que en un principio no intervienen, por pedido de los comerciantes. Sin embargo, cuando la violencia escala, deciden intervenir y trasladar a la mujer agredida hacia la comisaría local: se trata de una mujer oriunda de Tucumán, cuya identidad no ha trascendido.
Ha intervenido en el caso la Fiscalía de Tarija, quien tiene un plazo de 72 horas para definir la situación procesal de la acusada, sobre quien ya han recaído otras denuncias por robos similares en los últimos meses, muy frecuentes en el paso de Las Chalanas, Bermejo, hacia Aguas Blancas, Salta.
De hecho, ese paso fue uno en los que se instalaron alambrados fronterizos para desalentar los cruces ilegales y el contrabando. La Fiscalía boliviana está intentando dilucidar conexiones entre la detenida y una banda tucumana a la que sindican robar en ese país e ingresar la mercadería hacia el norte argentino, donde se distribuiría con réditos para esa banda.
“Lo que enfada más es que esta mujer va a tener tres abogados: uno de oficio que le da la Fiscalía, otro del Consulado argentino y hasta un representante de Derechos Humanos, mientras yo tengo que salir a buscar y pagar uno para poder denunciar”, ha declarado a la prensa local la comerciante cuyo robo denunciado comenzó la ola de agresión hacia la mujer acusada. Por su parte, la familia de esta última, ha denunciado actos de tortura ante la justicia boliviana.