El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha condenado a tres años de cárcel a un agente de movilidad de la capital madrileña por multar sin motivo a un conductor. El tribunal, que ha confirmado una sentencia anterior, ha considerado probado que el agente atribuyó al afectado una infracción que no cometió porque creía que tenía un relación con su exnovia.
Con esta sentencia, el TSJM ha desestimado el recurso del condenado, R.G.G., contra la resolución de la Audiencia Provincial de Madrid. Esta primera sentencia le impuso dicha pena como autor de un delito de falsedad en documento oficial. Además, le condenó también a dos años de inhabilitación para ejercer como agente de movilidad y al pago de una multa de 1.080 euros.
La Audiencia declaró probado que, sobre las 19:30 horas del 27 de noviembre de 2021, el acusado ejercía como agente de movilidad en la plaza de la Independencia de Madrid junto a un compañero. Este compañero de trabajo vio cómo un conductor se saltaba un semáforo y circulaba usando el móvil y preguntó a R.G.G. los datos del coche infractor, ya que él no había tenido tiempo de apuntarlos.
Multa por celos
El agente multó sin motivo a un conductor, atribuyéndole una infracción que no cometió, porque creía que tenía un relación con su exnovia
Fue entonces cuando el acusado, “con la finalidad de perjudicar” a un compañero de trabajo de su expareja, facilitó al otro agente los datos del coche de este hombre “a sabiendas de que los mismos no se correspondían con el vehículo del infractor”. Así se desprende de la sentencia, que añade que en el juicio se declaró que el agente creía que el afectado tenía una relación con su expareja.
El compañero apuntó los datos facilitados por el acusado y denunció al afectado por las dos infracciones de tráfico observadas. Estas sanciones llegaron a la víctima, que recurrió asegurando que él ni siquiera estaba en Madrid ese día, sino en Alcalá de Henares.
En el juicio, la víctima explicó que sospechó del acusado, ahora condenado, porque tiene una compañera de trabajo cuya expareja es agente de movilidad. Dijo que sabía que este hombre había oído que tenía una relación con su exnovia. Además, pocos días después de los hechos este hombre pasó por delante de su taller y se rió.

Imagen de recurso: un agente multa al conductor de un vehículo
El acusado, por su parte, dijo en el juicio que sí que vio el coche denunciado pasando por la plaza de la Independencia y que no dio a su compañero ninguna matrícula falsa.
Pero la Audiencia no dio veracidad a este testimonio. Ha dado la razón a la víctima y a los allegados de esta, cuya versión coincide con el relato del policía nacional que tramitó el atestado: corroboró que el coche de la víctima no estuvo en el centro de Madrid aquel día, que no fue detectado por ninguna cámara ni sistema de vigilancia del tráfico.
Por todas estas pruebas, la Audiencia consideró probado que el acusado se valió de su compañero para que emitiera una denuncia a sabiendas de que el vehículo del denunciado no había circulado por la plaza de la Independencia de Madrid.
Ahora el TSJM estima que “la valoración judicial” de la Audiencia “es lógica, sin atisbo de arbitrariedad o equivocación” y que “motiva en lo necesario su convencimiento partiendo de material probatorio razonablemente suficiente para un certeza exenta de toda duda sobre el hecho y la participación del acusado”, por lo que confirma la primera sentencia.