La fiesta ilegal celebrada durante cinco días a orillas del embalse de Santa Teresa, en Salamanca, y que congregó a unas 2.000 personas, ha concluido con un balance de cuatro detenidos y alrededor de 200 denuncias. Según la Subdelegación del Gobierno, un asistente fue arrestado por tráfico de drogas, dos por conducir bajo los efectos de sustancias tóxicas y un cuarto por un señalamiento judicial en vigor.
Aunque la actividad principal ya ha finalizado, las autoridades señalan que todavía permanece en la zona una presencia minoritaria de personas. El evento, convocado sin autorización a través de redes sociales, resistió hasta la noche del martes, a pesar de las fuertes rachas de viento y la paulatina marcha de asistentes desde el lunes.
Durante toda la celebración, la Guardia Civil mantuvo un dispositivo permanente para garantizar la seguridad ciudadana. En el operativo participaron efectivos de Salamanca, unidades de Castilla y León y el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) para prevenir incidentes en el entorno del pantano.
Además de las detenciones y denuncias, dos ambulancias tuvieron que intervenir para asistir a sendas personas que presentaban insuficiencia respiratoria. La subdelegada del Gobierno, Rosa López, confirmó estas incidencias en declaraciones a la Cadena Ser, destacando la rápida respuesta de los servicios de emergencia.
Detenciones policiales
Cinco días de música, denuncias y detenciones a orillas del pantano
El embalse de Santa Teresa, cercano a Guijuelo, es escenario habitual de este tipo de concentraciones. El último precedente data de 2022, cuando un grupo de asistentes a una rave en Zamora se desplazó a la zona para continuar la fiesta.