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Los Mossos de Terrassa eliminan el principal punto de venta de drogas de la ciudad

Investigación abierta

Una minuciosa investigación liderada por los policías de la comisaría logra desmantelar una organización criminal cuya actividad había deteriorado la convivencia en los barrios de Sant Pere y Poble Nou

Parte del material incautado a los 16 integrantes de la organización criminal desmantelada por los Mossos de Terrassa 

CME

El distrito 6 de Terrassa, la tercera ciudad de Catalunya, vivió el pasado marzo una terrible escena de violencia. Un tipo detuvo su vehículo a las puertas del local Chicago Latino y disparó hasta vaciar el cargador contra un joven dominicano, que murió al instante. El grupo de homicidios de los Mossos d'Esquadra logró detener al presunto pistolero e identificó a una segunda persona implicada en el crimen, que se encuentra actualmente en paradero desconocido y sobre el que pesa una orden internacional de búsqueda y captura. El móvil del asesinato estaba vinculado con una deuda relacionada con el tráfico de drogas y puso en evidencia que en el municipio se había arraigado cada vez con más poder un grupo con armas de fuego y que capitalizaba en negocio de la compra y venta de cocaína, marihuana y pastillas.

El crimen a las puertas del Chicago Latino supuso un punto de inflexión para los responsables de una comisaría que hace dos años iniciaron un ambicioso plan de seguridad centrado en tres frentes: la multirreincidencia, los delitos contra la libertad sexual y la degradación de algunos barrios del distrito 6 por culpa principalmente de la droga.

Las estrategias diseñadas por la comisaría, en coordinación con la policía municipal y de la mano de jueces y fiscales, han logrado en lo que va de año el descenso de un 15% en los delitos. Una cifra que este miércoles se presentó en la Junta Local de Seguridad, presidida por el alcalde, Jordi Ballart, y el responsable de la comisaría de los Mossos, el intendente Marc Caparròs.

La bajada generalizada de delitos ha tenido también su incidencia en los barrios más complejos del distrito 6, como Poblenou Nord o Egara, pero persistía una degradación de la convivencia y una creciente percepción de inseguridad vinculada directamente al incremento de narcopisos y de puntos de venta de drogas. Cada vez que la comisaría clausuraba un narcopiso o un punto de venta, se reabrían dos en el barrio a una gran velocidad.

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Hace medio año, la comisaría se puso manos a la obra pare recopilar en un primer momento información sobre lo que estaba pasando en materia de venta de droga y si había un nexo en común. Los mandos encargaron al grupo de personas de la unidad de investigación que se centraran en el distrito 6 y reforzaron esa unidad con policías que voluntariamente se unieron a ese encargo específico y concreto. En cuatro meses, los investigadores redactaron un atestado en el que se apuntaba con pruebas e indicios de la existencia en Terrassa de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas, especialmente la cocaína, con un poder cada vez mayor en el municipio y conexiones con otros grupos organizados extranjeros.

Los mossos entraron el atestado en los juzgados y empezaron a trabajar con las herramientas que les facilitó el juez y la fiscal. Desde escuchas telefónicas, a seguimientos pasando por el análisis de todos los datos que se estaban recopilando.

La explotación de todos los meses de investigación se realizó el pasado día 16. El resultado fueron 16 personas detenidas, de las que cuatro ingresaron en prisión y el resto quedaron en libertad con cargos. Todos los arrestados están acusados de pertenecer a una organización criminal afincada en Terrassa  y que comercializaba principalmente con cocaína, aunque también distribuía marihuana, hachís y pastillas.

Los 16 detenidos, con edades comprendidas entre los 20 y los 54 años, tenían repartidas las responsabilidades en la organización. Una estructura piramidal con un jefe supremo y los siguiente escalafones hasta llegar a los encargados de los puntos de venta que dependían directamente del grupo. El día de la explotación, se movilizó a un centenar de mossos, con la participación del GEI y de la Brigada Móbil, y las unidades canina y de drones, además de policías del área de investigación policial de la región metropolitana norte. En total se realizaron nueve entradas, a ocho pisos y un local. Aunque las cantidades de droga incautadas no fueran excesivamente elevadas, 350 gramos de cocaína, y kilo y medio de marihuana, los investigadores encontraron en uno de los pisos indicios conforme había habido un almacenaje reciente de una gran cantidad de cocaína que habrían vendido a terceros recientemente.

Durante estos nueve meses, la implicación de prácticamente todos los mossos de la comisaría de Terrassa ha sido absoluta. Una investigación con unos resultados que los responsables policiales esperan que se traduzca en un cambio significativo en el día a día del distrito 6 de la ciudad.