Un juzgado de lo social localizado en Palma ha condenado al dueño de un restaurante a pagar 28.000 euros de multa, según cuenta Diario de Mallorca. El motivo de esta sentencia es que tenía a dos trabajadores extranjeros limpiando su local cuando estaban inscritos como desempleados.
El caso se remonta hasta inicios de 2022. Un inspector laboral acudió al establecimiento y descubrió a los hombres en el restaurante. Uno era de origen ghanés y el otro indio, y se encontraban arreglando la cocina.
La sentencia resume que el dueño del local, un empresario alemán, les llamó ese día para que acudiesen a trabajar. Los dos estaban cobrando el paro, algo que el encargado conocía. El plan era abrir unos días más tarde.
Los trabajadores estuvieron inscritos como ayudante y tenían un contrato fijo discontinuo en 2021
El inspector, acto seguido, se dedicó a recabar datos informáticos. Es entonces cuando descubrió que ambos operarios estuvieron como fijos discontinuos en 2021, teniendo la categoría de ayudantes.
El 2 de agosto de 2023 fue cuando se dictó la resolución que condenaba al empresario a pagar 28.000 euros. No obstante, el condenado interpuso un denuncia. En el juicio, ambos operarios dijeron no estar trabajando el día de la inspección. Pero sí que reconocieron que estaban realizando labores de limpieza.
“A juicio del juzgador, existen indicios suficientes para calificar dicha actividad como laboral. Teniendo en cuenta que el establecimiento iba a abrir al público unos días después, resulta probable que el empresario les llamara para limpiar el local de cara a su próxima apertura”, concluyó el magistrado.
