¿Puede la cámara de un teléfono plantar cara a una cámara de cine de 50.000 dólares?

Tecnología de imagen

El avance de la fotografía computacional permite hitos que parecían impensables

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La cámara dual del iPhone 7 es el mayor avance de Apple en imagen desde la cámara del iPhone 4s.

Ramón Peco

En octubre un cineasta publicó en Youtube una comparativa bastante peculiar: confrontaba la capacidad de grabar vídeo de un iPhone 7 con una cámara de cine Red Weapon, una máquina que cuesta unos 50.000 dólares. Como puede observarse en el vídeo que acompaña a estas líneas -recomendamos verlo con la máxima resolución posible- el iPhone quedaba bastante bien parado.

Eso sí, el autor del experimento ha hecho cierta trampa. El vídeo se ha grabado con condiciones de luz muy favorables. Si en vez de grabar a plena luz del día las imágenes se hubiesen registrado durante el crepúsculo o por la noche la Red Weapon habría dejado en evidencia al iPhone 7. Pues soporta mucho mejor las sensibilidades ISO altas.

Algo que hubiese pasado también si los vídeos captados con ambas cámaras hubiesen sido sometidos a un procesado. Precisamente es en ese terreno en el que brillan con luz propia las cámaras Red, pues almacenan en bruto todas las imágenes. Por lo que es posible alterarlas a fondo.

También podríamos hablar de muchos otros aspectos en los que una cámara de cine digital le da sopas con honda a un iPhone 7 o teléfonos similares: el uso de objetivos intercambiables, poder controlar mucho más la profundidad de campo, captar imágenes con un gran rango dinámico, etcétera.

En cualquier caso es sorprendente que la cámara un teléfono de 2016 logre grabar vídeo con semejante calidad. Aunque la cámara no es el único componente que influye. Gran parte del mérito de los actuales teléfonos para captar fotos y vídeos la tienen el procesador de imagen (GPU) y los algoritmos que intervienen en el tratamiento de las imágenes.

El auge de la fotografía computacional

No han sido muchas las innovaciones que han experimentado las cámaras del iPhone desde el lanzamiento del modelo 4s. Básicamente ahora cuentan con un objetivo más luminoso y con tecnología de estabilización óptica. Pero el sensor de imagen sigue teniendo un tamaño muy similar y no mucha más resolución. Apple mantuvo los 8 megapíxeles del iPhone 4s en los modelos 5, 5s y 6.

La tecnología de cámaras duales con la que cuenta el iPhone 7 Plus y otros teléfonos es un avance interesante en el que la fotografía computacional juega un importante papel. Nuestras imágenes dependen cada vez más de los algoritmos.

En la limitación del grosor de los teléfonos móviles se encuentra parte del problema del estancamiento de sus cámaras. Si volvemos al iPhone 7 el tamaño del píxel del sensor de la cámara principal es menor que el de la cámara del iPhone 4S. Algo que se debe a que el iPhone se ha alargado, su pantalla ahora es mucho mayor, pero también se ha hecho más delgado. Por lo que el sensor ha crecido en resolución, pero no en tamaño. Un caso parecido ha sucedido con los terminales de otras marcas.

Para compensar la insistencia de Jonathan Ive y de los diseñadores de otras empresas por fabricar teléfonos extraplanos, los ingenieros se ven obligados a crear procesadores gráficos con mayor potencia de cálculo y a mejorar los algoritmos de tratamiento de la imagen.

De hecho, resulta sorprendente lo bien que funciona la simulación de una profundidad de campo reducida en el modo retrato del iPhone 7. Otros terminales cuenta con funciones similares, pero su fiabilidad es mucho menor y no son extraños los errores que se observan en algunas fotos.

Google es otra de las empresas que ha apostado fuerte por potenciar la fotografía computacional en sus teléfonos Pixel. Mucho se ha hablado del denominado modo HDR+ de estos terminales, capaz de captar imágenes sorprendentes gracias a la gran potencia del hardware.

La tecnología HDR+ se diferencia del modo HDR de otros teléfonos en que capta varias imágenes para lograr una imagen final mejorada, pero en este caso las imágenes se captan subexpuestas. Al procesar varias tomas captadas con un nivel de exposición menor se logra, entre otras cosas, reducir el problema de los halos que producen algunos teléfonos al captar objetos en movimiento recurriendo al HDR.

Pero aunque la fotografía computacional haya mejorado drásticamente la forma en la que los teléfonos, y también algunas cámaras profesionales, captan imágenes, los componentes ópticos y electrónicos de la cámara siguen teniendo importancia. Al menos más importancia de la que le prestan los diferentes fabricantes de smartphones, que parecen estar dedicar mayores esfuerzos por lograr diseños extraplanos en lugar de optimizar los componentes.

Quizá en algún momento alguien recoja el testigo que dejó Nokia y se apueste por emplear sensores de imagen más grandes, aunque no tanto como el del Lumia 1020, con estabilizador óptico (el Google Pixel no dispone de él) y objetivos incluso más luminosos que los actuales. Aunque todo eso, alerta Jonathan Ive, haría aumentar el grosor del teléfono.

Pero la fórmula funciona. De hecho, en nuestras pruebas hemos podido comprobar que el viejo Lumia 1020 sigue ofreciendo mejores resultados al hacer fotos y al grabar vídeos que el iPhone 7 Plus y otros teléfonos actuales. Al final de este artículo se pueden ver algunas muestras.

Por muy de moda que esté la tecnología de cámara dual, esta no parece ser la solución definitiva a las limitaciones que siguen teniendo los teléfonos para captar imágenes. Al menos de momento. Valga como ejemplo que los teléfonos Huawei con doble cámara, una de ellas con un sensor monocromo pensado para optimizar la imagen final mediante técnicas de fotografía computacional, no marcan un punto y aparte en lo que respecta a calidad de imagen.

Desde hace un tiempo se rumorea que Samsung podría ser la empresa que se decida a crear un teléfono que combine una cámara de prestaciones superiores a las actuales con tecnología de fotografía computacional de primera. El que lo consiga seguramente logre desmarcarse de la competencia.

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Fotografía captada con la cámara de 56mm del iPhone 7 Plus.

Ramón Peco
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Fotografía captada con el zoom de tres aumentos que brinda la tecnología Purebiew del Lumia 1020, un teléfono de Nokia lanzado en 2013.

Ramón Peco
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Detalle a tamaño real de la foto captada con la cámara de 56mm del iPhone 7 Plus.

Ramón Peco
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Detalle a tamaño real de la fotografía captada con el zoom de tres aumentos del Lumia 1020

Ramón Peco
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