De un tiempo a esta parte, la sociedad se ha vuelto cada vez más agresiva y chulesca. Cualquier acción cuestionada por un tercero puede acabar en una confrontación violenta, incluso si el hecho es de la más mínima importancia. Una susceptibilidad y malestar que muchos cuestionan en todos los rincones, porque puede acabar dando con situaciones al borde de la tragedia. En este sentido, Isabel y Mari Carmen pasaron con secuelas físicas y mentales.
El programa TardeAR Verano de Telecinco, presentado por Frank Blanco, ha cubierto durante su retransmisión una agresión en el parking de un supermercado. Una mujer acabó en el suelo tras un cabezazo a raíz de una plaza para personas con discapacidad. Ella misma relataba cómo tenía la tarjeta para acceder a estos puestos mediante una operación de espalda, la tercera para Isabel, que la obligaba a ir en muletas.
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Según contó a los colaboradores, el agresor estaba acompañado de su mujer y su hija de cinco años, de quien obtuvo su propia tarjeta para esa plaza al ser la menor autista. En su relato, el hombre hizo caso omiso de las indicaciones de madre e hija, guardando la compra en el maletero y sentándose a esperar en el interior del vehículo de forma chulesca. Mari Carmen pitó, Isabel hizo un gesto de “qué morro” con su rostro y el hombre procedió a insultarla.
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Él había visto las reacciones desde el retrovisor e inició una discusión, explicando el porqué de su tarjeta. Para evitar que la situación se fuera de madre, Isabel se dio la vuelta, pero pronto el agresor respondió con un cabezazo que la tiró al suelo. Pronto, testigos empezaron a arremolinarse alrededor de ambos, con el hombre levantándola para defender que él no había tenido nada que ver, antes de que la víctima volviera a caer.
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Secuelas dolorosas
El incidente la ha obligado a pasar otra vez por el quirófano, con un hierro insertado en la cadera tras sufrir una fractura. Isabel denunció que la policía local no se llevó detenido a la persona en cuestión, y que mantuvieron una actitud seria preguntándole los datos, sin preocuparse por su estado de salud. Además, informan que la mujer del atacante quería hacerse pasar por la agresora, instigando al hombre para que huyera.
Ambas denunciaron lo ocurrido un mes después, cuando Isabel ya estuvo relativamente recuperada de la operación. Los colaboradores de TardeAR insistían en que ambas tendrían el caso ganado, teniendo en cuenta el testimonio de su madre y de los curiosos que se acercaron a observar los hechos. “Me la podrían haber matado, me la han dejado mal”, expresaba la madre de la afectada durante la conexión en directo.
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