Una cosa es ver cómo las parejas caen en la tentación con los solteros, y otra muy distinta es presenciar cómo algunas novias deciden que, ya puestas a explorar, mejor hacerlo sin distinción de género. Así, Stefany y Anita, durante una noche de fiesta en La Isla de las Tentaciones, decidieron que el mejor broche para la velada era un beso con lengua entre ellas. Algo que no gustó ni a Tadeo ni a Montoya, sus parejas.
El cantante sevillano, aún sin recuperarse de su reciente y viral fuga nocturna, se mostró completamente desconcertado al ver las imágenes y no dudó en expresar su malestar. “La mía ha cruzado todo, también con chicas... Yo me estoy quedando... Pero, ¿esto qué es? Acabo de ver otra traición, ya con hombres y mujeres. Me estoy partiendo el culo, me parece un circo, me da mucha vergüenza ajena”.
Pero si Montoya estaba impactado, Tadeo no se quedó atrás. Sus palabras no tardaron en levantar polémica, especialmente cuando intentó justificar su desconcierto ante el beso: “Eso de comerse la boca con una chica sin sentido ninguno. Me parece humillante, es lo que faltaba”. No contento con eso, continuó su discurso con un tono de indignación cada vez mayor: “No entiendo nada porque a ella no le van las tías, no le gustan”.
Sin distinción de géneros
Sandra Barneda defiende la libertad sexual de las concursantes
La hoguera no terminó ahí, y los intentos de Tadeo por explicar su asombro solo hicieron que Sandra Barneda se incomodara más. “Alguna vez me ha confesado que si hay alguna chica guapa y tal, que no le importaría. Me sorprende verla. Se está restregando más que una manopla. Sé que, antes de estar conmigo, ha tenido besos con sus amigas, pero esto es un morreo en toda regla”, siguió el sevillano, profundamente indignado con Stefany.
Montoya, dándose cuenta que los comentarios de su compañero se podían malinterpretar, salió al paso para echarle un capote, pero también afirmando que era una traición: “¡Que yo respeto el amor entre una mujer y una mujer, eh!”. La presentadora catalana, sorprendida ante ese matiz, no se contuvo: “¡Solo faltaría!”.
