Montoya ha estallado. Y lo ha hecho en directo, en mitad de una gala de Supervivientes. No ha sido por hambre ni por las pruebas físicas. Tampoco por los roces habituales entre concursantes. El detonante ha sido otro: su exnovia. Lo que en un principio parecía una trama televisiva jugosa se ha convertido en un bucle insoportable para él, que lleva semanas soportando que su historia con Anita Williams sea el centro de todo. Esta vez, ha dicho basta.
La tensión ha saltado por los aires cuando Laura Cuevas, con su habitual vehemencia, dio todos los detalles en plena palapa que Anita y Montoya se besaron a escondidas. La revelación, respaldada por el testimonio de Makoke, provocó un cambio inmediato en el rostro del sevillano. “El segundo día, te vimos. No disimules”, dijo Cuevas, ante la sorpresa de Anita, que intentaba esquivar el tema.
Sobrepasado
Abandono momentáneo y tensión fuera de cámaras
Montoya no lo soportó más. En mitad de un vídeo recopilatorio, se levantó de golpe y salió de la palapa gritando: “¡Que me voy! Se lo digo a Jorge o a Pepita, me voy. Que yo no estoy para esto. O me separan o me voy a mi casa”.
Detrás de cámaras, completamente descompuesto, siguió protestando mientras el equipo intentaba calmarle. Su enfado no era solo por el contenido del vídeo o las palabras de Cuevas, sino por el bucle emocional en el que siente que vive desde que llegó a Honduras. “Que me dejen solo, que yo he venido aquí a curarme. ¡Esto no es necesario! ¡Me voy de aquí y que se queden los chismosos! ¡Yo no sirvo para esto! No hago ni una prueba más aquí”, repitió, agotado.
La situación venía cargada desde días antes. Durante una conversación íntima tras la gala del martes, Anita se vino abajo. La catalana se sintió desprotegida por su expareja y así se lo trasladó después a sus compañeros. “A mí que se saque siempre el mismo tema me molesta. Gala dijo que lo manipulaba y yo lo he hablado, pero me molestó que no me defendiera y que se pusiera encima de mí”, confesó durante el directo.
Montoya, que ya había amagado con marcharse en otras ocasiones, acabó volviendo a la palapa. Esta vez, sin embargo, todo quedó más en el aire. El concursante sigue desbordado y ha empezado a lanzar acusaciones a Anita por supuestamente mentir sobre su relación. Lo que iba a ser un reencuentro televisivo se ha convertido en una espiral de frustración e ira. Y no hay tregua a la vista.