La idea de Dones en lluita surgió hace 10 años, cuando la periodista Txell Feixas comenzó su corresponsalía en Oriente Medio, desde Beirut. “Allí descubrí que, más allá de cómo impactaban las guerras, los desastres naturales y las crisis humanitarias, lo que realmente me atravesaba era cómo lo explicaban las mujeres”. Durante aquellos años, descubrió “que había muchas mujeres en lucha que no me habían explicado, y a partir de ahí mi lenguaje periodístico tendió a querer conocerlas y difundirlas”. De ahí surgieron los libros Dones valentes y Aliades , y ahora ha visto la luz la serie documental de seis episodios Dones en lluita, disponible completa en la plataforma 3Cat, y de la cual TV3 ha emitido algunos episodios en abierto. La docuserie tendrá segunda temporada.
Feixas profundiza en la historia de seis mujeres que vieron cómo les habían arrebatado unos derechos básicos, que tomaron conciencia y que se convirtieron en activistas sin que se lo hubieran planteado nunca. Historias como la de Zuhal Sherzad, que se juega la vida frente a los talibanes para abrir escuelas clandestinas en Afganistán. Un programa difícil de rodar porque, cuando el equipo debía desplazarse, los talibanes no concedieron el visado. Hicieron llegar un móvil a Zuhal y, con la ayuda de su mejor amiga, fue autograbándose y explicando “su lucha diaria al frente de una quincena de escuelas secretas en sótanos de casas y de bibliotecas no autorizadas para garantizar la educación de niñas y jóvenes que el régimen talibán quiere impedir”.
Txell Feixas: “Estas mujeres han evitado, en muchos casos, la muerte y han luchado después para que a las otras no les pase lo mismo que a ellas”
Otro capítulo está dedicado a Ana Rutilia Ical Choc, que lucha por proteger las tierras indígenas del expolio de grandes multinacionales en Guatemala. “Me atraía mucho de este país la devastación del territorio de la cual no estamos tan alejados, porque participan también muchas multinacionales españolas”. Ana Rutilia Ical Choc es uno de los referentes de estas mujeres que se juegan la vida y han sido criminalizadas y amenazadas, pero que no se han rendido. “Nos llamó la atención que no solo pone a su gobierno contra las cuerdas, sino que se ha atrevido a enfrentarse a un David contra Goliath, podríamos decir, con Florentino Pérez, y no le ha temblado la mano”.
En Beirut, Feixas vivió seis años y, solo al llegar, fue consciente de la esclavitud de las trabajadoras domésticas, cuando le mostraron un altillo del piso donde debía instalarse y le dijeron que allí podría dormir la criada. “A partir de aquí descubrí un sistema que legaliza y tolera convertir a una trabajadora doméstica, sobre todo muchas africanas, en esclavas y sometidas a todo tipo de abusos”. A través de Sophie Ndongo, una de las mujeres que se ha rebelado contra esta situación, se ilustra esta problemática.

La periodista conversa con Sister Fa, otra de las protagonistas de la docuserie
En El Salvador se vive una situación aterradora: cuando una mujer sufre una emergencia obstétrica o un aborto involuntario accidental, puede despertar en prisión esposada y no en el hospital. “El Salvador tiene una de las leyes antiabortistas más duras del mundo y el aborto, sea voluntario o accidental, te puede costar entre 30 y 50 años de prisión”. Eso le ocurrió a Teodora Vásquez, que estaba esperando a su hija y, cuando le faltaban días, se empezó a encontrar mal. Llamó a ambulancias que nunca llegaron y, cuando despertó, estaba esposada en dependencias policiales. Le impusieron una sentencia de 30 años. Pasó 10 años en prisión y ahora da refugio a mujeres que pasan por situaciones similares.
La lucha contra la ablación en Senegal se hace visible a través de la rapera Sister Fa, que utiliza la música y la palabra como herramientas. “Con cinco años, sufrió la mutilación genital femenina y se dio cuenta de ello en la escuela, cuando les enseñaban con láminas en la pizarra cómo eran los genitales de una mujer y descubrió que el dibujo no encajaba con los suyos”. Allí comenzó a tomar conciencia de la situación. Sufrió un proceso de aceptación primero y de rebelión después, a través de la música hip-hop y también con la fuerza de la palabra. Ahora se dedica a concienciar a todo el mundo de que esta práctica sigue existiendo.
La sexta protagonista es Samanta Randos, que planta cara para defender el derecho a la vivienda en Catalunya. “Éramos conscientes de que este proyecto nos ha llevado a dar la vuelta al mundo buscando mujeres en lucha pero que en Catalunya también tenemos muchas de estas luchadoras y no podíamos dejar de explicarlas”. La elegida fue Samanta Randos, “una joven madre soltera que fue víctima de una estafa y, después, víctima de un acoso brutal de un fondo buitre. Acabó convirtiendo todo eso en el motor de su lucha por el derecho a una vivienda digna”.
Txell Feixas destaca que Dones en lluita , producida por 3Cat con The Mediapro Studio y con el apoyo de la Agència Catalana de Cooperació al Desenvolupament, no se centra “en retratar la violencia de la cual estas mujeres han sido víctimas, sino en retratar este tránsito valiente, complicado y, a menudo, muy arriesgado, de convertir una lucha individual en colectiva para hacer un mundo mejor”. Porque, al final, afirma la periodista y directora, “nuestro objetivo es demostrar cómo desde la lucha colectiva se puede todo y cómo estas mujeres han evitado, en muchos casos, la muerte y han luchado después para que a las otras no les pase lo mismo que a ellas”.