¿Es esta la edición más dura de la historia de Supervivientes? Parece que así es, pues no hay semana en la que un concursante de la presente edición del formato no active el protocolo de abandono. Terelu Campos ya se ha marchado tras solicitarlo por activa y por pasiva, siguiendo los pasos de Beatriz Rico, que casi ni pisó los Cayos Cochinos.
Rosario Matew es quien ahora ha colocado en un punto de inflexión a la dirección del concurso, activando el protocolo de abandono una vez más. Así se lo comunicaba a Sandra Barneda durante la gala del domingo, admitiendo que no era capaz de seguir en el concurso. “Siento que tengo que escuchar a mi instinto”, aseguraba, antes de pedir regresar a España.

Rosario Matew eligió renunciar a su aventura.
“Mi instinto me dice que como siga aquí el recuerdo tan bonito que tengo de esta aventura se puede convertir en algo muy feo. Me sigo sintiendo atrapada”. Unas palabras con las que la concursante quiso explicar cómo comenzaba a sentir que podría volver a caer en un periodo muy oscuro de su vida, pues a finales de 2023 la ansiedad tomó las riendas de su día a día. “Es algo con lo que llevo luchando muchos días, no es algo repentino y no estoy bien“.
A pesar de intentos de la organización porque la concursante se quedase, la ex participante de La isla de las tentaciones decidió formalmente renunciar a su concurso.“Me voy a mi casa, abandono la aventura. No puedo más, lo siento de verdad”, se disculpaba.
Samya, primera expulsada oficial del concurso
No fue la única marcha de la noche. En Playa Misterio, otros cuatro concursantes se jugaban la permanencia en el concurso. Tras un juego de infarto, Nieves Bolós se coronaba como la primera líder de la playa secreta. Más adelante, el público decidía salvar a Manuel González y a Ángela Ponce para que prosiguieran su aventura, convirtiendo a Samya en la primera expulsada oficial de esta edición.

Ángela Ponce no podía creerse que era ella la elegida para continuar con el concurso.
Samya, muy emocionada, no pudo contener las lágrimas. La ex finalista de MasterChef 12 aseguró que estaba “bien”, pero le habría gustado poder quedarse un poco más. “Estoy bien, pero porque me he ido con un grupo con el que me he sentido cómoda, me hubiera gustado quedarme más, pero tampoco estoy mal. Hoy iba a ser un día triste porque yo me he sentido bien con este grupo”.
La concursante quiso también valorar su concurso. “Siento que tampoco lo he hecho tan mal, me he superado en muchas cosas que era a lo que he venido, me ha tocado irme la primera y es lo que tenía que pasar, está el ganador y el primer expulsado yo tengo el título de la primera expulsada“.
Makoke, acusada de hacer trampas por culpa de unas barritas de proteína: “Esto me lo ha metido mi hijo y no lo sabía”
Un honor y cariño del que no goza ahora mismo Makoke, que está en el punto de mira de sus compañeros y de la organización por, presuntamente, incumplir las normas del programa. Todo comenzaba en el Oráculo de Poseidón y el asunto del robo de unas lentejas, cuya responsable todo el mundo pensaba había sido Anita. Makoke se lanzaba a defenderla y su ímpetu terminaba por convertirla en protagonista, pero de una nueva acusación sobre su persona.

Joshua, Laura y Makoke se enzarzaron en una acalorada discusión.
Según Joshua, con Laura Cuevas confirmando sus palabras, Makoke habría “incumplido las normas del programa”. Ante la estupefacción de la ex mujer de Kiko Matamoros, Joshua aseguró que Makoke habría metido “comida en el programa en el chubasquero que tiene con un agujero”.
Makoke reaccionaba, muy enfadada, pero contra Laura Cuevas, acusándola de “falsa” y “tramposa”. “Le conté que tenía dos barritas de proteína en el plumífero y he estado a punto de traérmelas porque me las metió mi hijo, pero me dio miedo y las saqué en el hotel, demuestra que eso es verdad“.
Sandra Barneda declaró que se habían revisado las prendas por parte del equipo del programa, pero Makoke se sentía muy dolida hacia Laura Cuevas. “Me parece muy sucio, yo no le he hecho nada, solo darle cariño”.