No estaba en los planes. Ni siquiera aparecía en la ecuación inicial. Gloria Camila llegó a la vida de José Ortega Cano y Rocío Jurado casi por casualidad, incluida en un pack que no esperaban.
La intención del matrimonio era adoptar solo a un niño: José Fernando. Pero al descubrir que tenía una hermana pequeña, decidieron que no iban a separarlos. Así fue como Gloria, con solo tres años, salió de un orfanato en Colombia para instalarse en La Moraleja, en una casa enorme, con piscina y familia famosa incluida: “Era una familia que era lo que mi hermano y yo no habíamos tenido”.
Unidos
La adopción que cambió dos vidas
El salto no fue suave. Ni para ella ni para su hermano. La vida pasó de un entorno sin lujos a un hogar rodeado de cámaras. “Yo de pequeña he sido muy feliz, he estado en una familia muy unida, fue un cambio muy radical, pasar de un orfanato a una familia tan grande y a vivir en la casa de La Moraleja que era increíble”, explicó durante su entrevista en ¡De viernes!.
En ese entorno creció sin saber que era adoptada, hasta que en el colegio escuchó una conversación que le hizo empezar a atar cabos: “Comentarios sobre el color de la piel, de tus padres...al final eres adoptada”.

El matrimonio no quiso separarlos
En ese mismo espacio televisivo, Gloria recordó cómo le afectó la pérdida de su madre cuando aún era una niña. El golpe llegó sin que pudiera prepararse. “Mi madre fallece cuando yo tengo diez años. A mí me llevaron a casa, fue una tía mía la que me contó al despertarme que mi madre se había ido al cielo, que ahora mi madre era una estrella”.
En ese momento, la familia decidió protegerla, mantenerla ocupada con los estudios y actividades, y evitarle el impacto más directo de la noticia. “No soy consciente de la realidad, pero la voy asimilando poco a poco. Hasta que pasa el tiempo y dices oye dónde está mi madre”, contó.
Cada una en su lugar
La relación de Ortega Cano y Ana María Aldón, según Gloria Camila
La entrevista, presentada por Santi Acosta, sirvió también para que hablara de la relación entre su padre y Ana María Aldón. Sin rodeos, quiso dejar claro cómo lo percibe: “Tenemos que aceptar de dónde somos y quiénes somos. Igual que yo sé que soy hija de, ella es mujer de o exmujer de”. No fue el único asunto familiar que abordó, pero sí uno de los que más atención generó.

Ana María Aldón y José Ortega Cano con su hijo en común
Gloria Camila no había hablado nunca así en televisión. No porque no tuviera ocasión, sino porque había decidido mantenerse al margen durante más de un año. Esta vez, eligió romper ese silencio con una historia que solamente debía haber escrito su hermano.